En este maremágnum de opiniones,
ideas contrapuestas y noticias confusas en el que se está convirtiendo el
tiempo dedicado a las reuniones exploratorias, antes que SM. Felipe VI, tras la
reglamentaria constitución de las Cortes, llame a consultas a los distintos
líderes políticos, hay una serie de conceptos que manejamos todos los días con intranquilidad,
pero también con hartazgo y aburrimiento.
Nos tienen los líderes políticos
hasta el mismísimo moño con lo del apoyo, la abstención, el bloqueo, las elecciones,
las mayorías absolutas, relativas…, los pactos de investidura, de gobierno, de
legislatura, etc. etc. En realidad, estamos reeditando el fracaso político de
las elecciones del 20D.
Es cierto que se han manejado algunos conceptos
novedosos, el de abstención parcial, llamó mi atención, pero en general
nuestros políticos, los medios de comunicación, las redes sociales e incluso
los blogueros no hemos exigido gran cosa a la materia gris que supuestamente
tenemos para pensar.
Han sido los nacionalistas los
que han empezado a manejar una propuesta novedosa, ojo no digo que sea buena, está hecha con muy mala intención y es factible, por
lo tanto resulta peligrosa para el interés general de los españoles, lo que
viniendo de los nacionalistas no tiene nada de extraño.
A pesar del título del presente
escrito quiero hacer constar que ni por
un minuto he pensado que los nacionalistas hayan bebido de nuestros clásicos
del Siglo de Oro para construir su propuesta. Creo que acostumbrados a los
ejercicios de contorsionismo político con los que deforman la realidad, la
historia, la política y lo que haga falta, tienen una imaginación muy trabajada
y obligados generalmente por la debilidad de sus argumentos, son capaces de
argumentar durante horas, así que la retórica y la utilización de la palabra la dominan.
Será por eso y porque aunque
conozcan, es una suposición, a Lope de Vega de manera indirecta, la idea que proponen,
que insisto, aunque malévola resulta brillante, surge del hábito de actuar en
grupo al objeto de resultar impunes.
Y es por eso que enfrentados a un problema
importante, el bloqueo de la existencia de un gobierno, que obliga a repetir elecciones, porque hay partidos que se la cogen con papel de fumar y no desean
abstenerse de ninguna de las maneras, aunque así sacrifiquen el interés de
España; los nacionalistas, que serán lo que sean, pero de tontos no tienen un
pelo que ahí los tienen ustedes viviendo de nuestros impuestos ni se sabe el
tiempo, han decidido que si todos los grupos políticos en el Congreso se abstienen a la vez, a ninguno de ellos le puede
perjudicar la abstención, que se haría en el colmo del cinismo con la excusa del “sentido de
Estado”.
Y como para el mes de octubre se
les vienen encima las elecciones autonómicas y con las cosas de comer no hay
que jugar, hay prisa por terminar con el asunto del gobierno de Rajoy y a tal fin proponen que todas las fuerzas políticas con representación
parlamentaria se abstengan, al objeto que Mariano Rajoy sea investido y pueda
gobernar de una vez.
¡Qué buena idea! Pues no Dª
María, la propuesta tiene más peligro que un chimpancé harto ron, metido un domingo en misa de doce y con un subfusil cargado en las manos. Se lo explico porque es muy sencillo. Se
abstienen todos de común acuerdo, pero en cuanto tome
posesión el Gobierno, las fuerzas políticas en la oposición
(todas) anunciarían simultáneamente su
decisión de hacer una oposición implacable contra el gobierno del PP para
forzarle a asumir las reformas que le exigen desde la oposición. Ítem más, podrían suscitar una moción de censura cuando les diera la gana, derogar en las
Cortes las leyes aprobadas por el PP y legislar como les diera la real gana.
Cómo es lógico Rajoy debería
disolver Cortes, el engendro no iba a durar
ni seis meses, pero no importa, eso es precisamente lo que se busca y
vuelta a otras elecciones. ¿Qué cuál es la ventaja?, para los ciudadanos
ninguna, un auténtico desastre. Para la oposición sí, ya que la responsabilidad
del fracaso recaería electoralmente sobre el PP y no sobre C,s, PSOE o algunos nacionalistas,
como sería el caso si el bloqueo obligara ahora a unas nuevas elecciones.
Si Rajoy cayera en la trampa, que no caerá, a
primeros del año 2017 la oposición quitaría de en medio a un gobierno popular,
que es el enemigo natural de nacionalistas y secesionistas, el PSOE podría
modificar por fin la Constitución para dar cabida en ella a los deseos del
secesionismo catalán, maniobra que se ampliaría sin duda para meter a gallegos y
vascos, Iglesias y Sánchez gobernarían España y cuando se liara la mundial, la
culpa la tendría Rajoy.
Así que ya saben qué es lo que se
persigue con esta propuesta, abstenerse en cuadrilla, obtener impunidad y evitar la responsabilidad:
"-¿Quién mató al Comendador?
-Fuenteovejuna, Señor.
-¿Quién es Fuenteovejuna?
-Todo el pueblo, a una."
Novedosa la propuesta, pero más
falsa que un billete marroquí de tres euros y más venenosa que una cobra
filipina cabreada.
No queda lo que no inventen, que dirían en la vieja Maxorata ¡Si el pobre Lope levantara la
cabeza…!
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