La izquierda radical se pone en marcha, mientras Rivera bloquea Rajoy
Mientras Albert Rivera finge
meditar si son galgos o podencos y se empeña en vender sus argumentos más
pueriles como si fueran excelsas perlas del pensamiento político contemporáneo,
en otro sector muy distinto de nuestro escenario político lo han visto claro. En la izquierda radical han entendido con claridad que tal como están
las cosas hay que ponerse en marcha mientras el “niño” Rivera siga entreteniendo
al inane mundo del centrismo político y de la equidistancia conceptual, con su
colección de cuentos políticos infantiles, entre los que sobresalen algunos de gran éxito.
Todos ustedes los conocerán, son
relatos que han alcanzado gran popularidad, entre los que sobresalen por su extraordinaria aceptación entre
naranjitos y medios afines a Rivera: “Que el Rey le pida a Sánchez que se
abstenga”, “Nosotros no sumamos, le toca al PSOE abstenerse”, “Votaremos no, en
la primera ocasión y nos abstendremos en la segunda” “No apoyaremos jamás un
gobierno de Rajoy” o “Nunca hemos vetado a Rajoy”, hay muchos más pero con
esta serie escogida de sus títulos más exitosos, creo que quedan las cosas más
que claras, cristalinas.
En la extrema izquierda que
estaban entretenidos lamiéndose las heridas de la derrota electoral y
preparándose para la “lucha final” entre errejonistas, pablistas y gente de IU,
porque no creo que Garzón cuente con garzonistas, al menos por ahora. Digo que
mientras estaban a lo suyo, porque en esto de la investidura les constaba que no
pintaban un pimiento, un mensaje del brillantísimo joven que tan eficazmente acaudilla
las huestes de Ferraz, puso en marcha la maquinaria podemita, que estarán
cascados, divididos, peleados, pero huelen una oportunidad a kilómetros de diostancia.
Bastó aquel ¿Y por qué no? de Sánchez,
para que Errejón, que tiene cara de niño como Rivera, pero las pilla al vuelo,
cuestión de la que no puede presumir el naranjito al que las cosas hay que
dárselas muy masticaditas, advirtiera a su jefe de filas, que igual las cosas
tenían remedio, parecía que, desde el rincón más oscuro del socialismo
acaudillado por Pedro Sánchez, había gente haciendo señas.
Le faltó tiempo a
Íñigo para salir a los medios y afirmar que desde UP estaban dispuestos a
“hacer todo lo que haga falta para lograr un Ejecutivo alternativo” y subrayó
que si todos mantenían lo que decían en campaña, Rajoy no conseguiría la
investidura y "en ese momento se abriría otro escenario”.
Así que por parte de Podemos se
ha dado el “recibido” al mensaje de Sánchez y se le abren las puertas para lo
que haga falta y en un asunto como este, está claro que Errejón habla por boca
de Iglesias, al que le vendría como anillo al dedo recuperar el protagonismo
mediático perdido, efectuando una espectacular aparición, casi en los minutos
de descuento, para salvar la situación del bloqueo a Rajoy propiciado por Ciudadanos y PSOE y colocarse en un gobierno de coalición
con los socialistas, que iba a ser una jaula de grillos, pero que desde luego iba a suponer
la salvación personal de Sánchez e Iglesias.
En IU están mal con Podemos,
vamos que están que echan las muelas con ellos a cuenta del del fracaso
electoral, que los de Garzón entienden se debe a la mala praxis en la
elaboración de la campaña electoral impuesta por Iglesias y las veleidades
socialdemócratas de los podemitas que pusieron de los nervios a los comunistas
a los que, como todo el mundo sabe, repugna más un socialdemócrata que un
conservador de derechas. Pero ante la buena nueva, se pusieron en modo “pelillos progresistas a la mar” y de inmediato han salido a la palestra a hacerle los coros a la
propuesta de Errejón.
Alberto Garzón se ha apresurado a
animar a Pedro Sánchez a que deje de lado la partida de póquer, que por lo
visto está jugando con Ciudadanos y el PP y se arrime a la zurda
que es donde mejor va a estar. Se ofrece como mediador entre las distintas
facciones al objeto de construir un pacto de izquierdas que gobierne este país
y recuerda que es Sánchez el que debe animarse a buscar el acuerdo.
Así de mal está el panorama, aunque
todavía se puede encontrar por ahí algún ejemplar de una vieja edición de uno
de los cuentos políticos de Albert Rivera que tuvo bastante éxito, me refiero a
“Con Podemos jamás”.
En Ciudadanos deberían volverlo a leer y tras ello reflexionar
muy seriamente. Si no prestan su apoyo al gobierno de Rajoy, pudiéramos
encontrarnos con un gobierno de izquierdas con el PSOE, UP y dieciséis o
diecisiete partidos más de la izquierda radical e independentista gobernando
España y eso se lo deberíamos a Albert Rivera y a su gente, responsabilidad que
no van a poder ocultar, aminorar o trasladar, lo que supondría su desaparición.
Ellos verán lo que hacen, que ya está bien de cuentos aunque sean políticos.
Lo cierto es que cada publicación que nos presenta encierra una descripción impecable del día a día que estamos viviendo.
ResponderEliminarLo malo (además de la situación descrita) es que no permite añadir nada nuevo. Un saludo.
Una exposición terriblemente realista.
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