Y para que no falte de nada ¡Parió la abuela!


Todos tenemos derecho a opinar, pero cuando organizaciones que tienen mucho poder deciden intervenir abiertamente en política sin estar estatutariamente legitimadas para ello, tengo que decir que eso no es bueno ni para ellas, ni para los partidos políticos, ni para nosotros. 

Ayer leía en El Confidencial Digital que consejeros delegados, presidentes y “altos ejecutivos” de empresas presentes en el IBEX 35, han decidido echar su particular cuarto a espadas y han empezado a menear el cotarro, al objeto que el escenario político quede a gusto de sus particulares intereses.

Parece que hay gente en la cima de la pirámide, que no ve con buenos ojos que al final de todo esto, UP quede como única fuerza política en la oposición, lo que sucedería si prosperara un pacto de gobierno PP-PSOE-Ciudadanos. Y alguno pensará, por mí firmaba ahora mismo, pero usted y yo somos ciudadanos de a pie que no tenemos la necesaria perspectiva ni formación para comprender el problema y su solución en toda su complejidad. Los del IBEX 35 temen que de fracasar el gobierno tripartito a los dos años, la única opción que quedaría para elegir en lugar del gobierno fracasado, sería Unidos Podemos.

Y yo que soy un  modesto jubilado que vive de su pensión y seguramente debiera encogerme de hombros y guardar silencio, no puedo por menos que sospechar que a lo peor al IBEX 35 ya le iría bien que Rajoy y su gobierno fracasaran dentro de dos años, como susurran pudiera suceder y para conseguir este objetivo, necesitan tener al PSOE como repuesto. Por eso han hecho llegar el mensaje tanto a Rajoy, como a su interlocutor más eficaz en Ferraz, que naturalmente no será Pedro Sánchez o eso al menos espero.

Cuando representantes del poder financiero,  bancario y económico, deciden expresar su opinión con un mensaje cuya univocidad resulta llamativa, llámenme malpensado pero no puedo por menos que tener presente la antipatía feroz que sienten algunos de los del IBEX por Rajoy y la desilusión que han sufrido con Albert Rivera, que al final ha quedado en agua de borrajas, porque cuando uno tiene que dar la cara de verdad, a poco que te descuides se te ven las costuras y los del IBEX serán lo que ustedes quieran, pero de tontos no tienen ni un pelo.

Así que aquí estábamos tan entretenidos echando el rato con Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y también con el pobre Iglesias que aún está algo descolocado, cada uno contando sus batallitas y en lugar de aparecer el comandante y mandar a parar; por sorpresa se pone de parto la abuela y aparecen esos misteriosos consejeros delegados, presidentes, etc., etc. y susurran que ojito con lo que hacemos, que lo de que haya gobierno lo entienden perfectamente, sobre todo porque conviene para su negocio, pero ojito con lo que se hace, que gobierno sí, pero el PSOE a la oposición como está mandado.

Y esta gente que para sus cosas es muy pulcra, aseada y sobre todo discreta y eficaz se ha puesto en marcha y precisamente ayer, casualidades de la vida no vayan a pensar otra cosa, nos sale Girauta  y larga impertérrito que no es el momento de hablar de "nombres" para presidir el Gobierno y que no hay que "bloquear" las negociaciones hablando de los asuntos que generan "más rechazo". Desaparece del escenario milagrosamente el “sillón” de Rajoy y los naranjitos ya pueden pactar a calzón quitado que esto son cuatro días mal contados. Desde luego a los méritos que seguro tienen los del IBEX habrá que añadirle su capacidad taumatúrgica.

¡Eso son cosas que usted se inventa! me dirán algunos y bien pudiera ser, pero hay que ver la sorprendente y balsámica atmósfera que ayer se podía percibir en los partidos que estaban en el asunto de formar gobierno. Hasta en Ferraz parece ser que hay quien despacito le ha explicado las cosas a  Sánchez y le ha aconsejado que se esté quieto y no la líe preguntando cosas raras a la militancia, que están muy moscas con el revolcón electoral y más vale no terminar de cabrearlos y si las cosas van como van, tras que Rajoy forme gobierno con C,s y compañía, el PSOE se irá de buenas maneras a los escaños de la oposición, en los que tendrán como vecinos al ex socialdemócrata Iglesias y a sus mariachis. Y si tiene suerte y gana el congreso, seguirá de Secretario General, que más se perdió en Cuba y venían cantando.

Es una solución, de acuerdo;  pero no me gusta ni un pelo que me solucionen los problemas gentes que se meten en camisas de once varas sin estar legitimados para ello.

¿Qué eso no puede ser cierto? Pues como siempre decía un amigo mío de Reus, “se non è vero è ben trovato”.

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