Mariano Rajoy mueve ficha, Pedro Sánchez se enroca
Resulta asombroso que elementos
que lideran partidos políticos, gente que se supone son seres responsables y
que dicen dedicarse a la política por amor al servicio público y al interés
general, sean capaces de actuar como niños de parvulario. Estamos asistiendo a una exhibición en la que un supuesto servidor público
con un ego desmesurado y una personalidad infantiloide, utiliza a su partido y
la difícil situación que sufre España para restañar las heridas que sufre su
ego, desde que fue incapaz de ser investido en el Congreso, no una, sino dos
veces.
No es que sea noticia, muchísimos
españoles, entre ellos abundante número de votantes socialistas, se muestran
entre perplejos e indignados ante la contumacia exhibida por el mozo que se ha
enrocado en ese “No es no” y de ahí no
hay quien lo saque.
Les voy a contar un secreto,
bueno un secreto que conoce muchísima gente, cuando lean ustedes filtraciones
de conversaciones mantenidas entre un líder político y su círculo de allegados,
tengan la absoluta certeza que la frase, la idea que se filtra, se ha
construido con cuidado y se lanza para que se sepa, eso sí sin cargar con la responsabilidad
que se contraería de manifestarla públicamente.
En España estamos la gran mayoría
de ciudadanos tragando nudos con lo del bloqueo y Pedro Sánchez públicamente afirma entre cínico y chulesco que el “No es no” nace de una
cuestión “ética y de convicción ideológica”, sin embargo consiente que se
filtren sus charlas con sus colaboradores más próximos y por esas supuestas filtraciones nos
enteramos que la finalidad real que
persigue el líder del PSOE es que Rajoy se someta primero a una investidura
fallida, Sánchez considera que “es de justicia” obligar a que Rajoy pase por la misma experiencia que él
y luego ya veremos.
Es decir que en esto del bloqueo
institucional no hay otra cosa que la pataleta de un individuo soberbio y
engreído que no ha sido capaz de digerir su fracaso y que pretende aplicar a su particular situación el
bálsamo de la venganza para aliviar su dolor.
Mariano Rajoy lo ha intentado, el
otro día cansado ya de tanta tontería, como decía la canción, largó que Sánchez
ni siquiera le cogía el teléfono. Será que Sánchez no podría coger el móvil con
las manos manchadas de la grasa de los espetos de Mojácar. El del PP pretendía
negociar la fecha de investidura, que de fracasar en las fechas consideradas “normales”,
obligarían a los españoles a votar en Navidad o Año Nuevo, pero ni para eso, no
es no y pasa tú por el fracaso en la Investidura, para que sepas lo que yo he
sufrido…
Ciudadanos que pese a la intolerancia
que lucen, que durante siete días naranjito que aparecía, naranjito que advertía
que sin fecha de Investidura no habría ninguna posibilidad para llegar a un
acuerdo con el PP, viendo como estaba el negocio, le dieron margen a Mariano Rajoy, que por
fin ayer por la tarde comunicó que se sometería a la Investidura el día 30 de
agosto, con lo que ha cerrado la boca a socialistas y podemitas que estaban
indignados por el “secuestro de la democracia y de las instituciones”, que hay
que ver lo que les gustan las declaraciones grandilocuentes a estos de la
izquierda.
Ya saben el día 30 del presente
mes en el Congreso de los diputados, no en el OK Corral, como les hubiera
gustado a muchos, porque la Presidenta del Congreso no está por la labor,
asistiremos al “todos contra Rajoy” que tanto deseaba Pedro Sánchez… o no, como
diría uno que yo conozco;
porque Rajoy ha soltado una frase de las suyas que tiene al zurderío de toda
laya y condición inquietos. Dice D. Mariano que “No se acude a la investidura
cuando se tiene la certeza absoluta de que no se va a ser investido, por eso
voy ahora a la sesión de investidura”. Saquen ustedes las conclusiones que les
parezcan.
Me gustará ver como Pedro
Sánchez explica a los españoles, incluyendo en esa categoría a sus votantes,
como funciona eso que sostiene. Me parece más fácil explicar lo de la
cuadratura del círculo que aclarar como es posible negar cualquier tipo de
colaboración para que el PP forme gobierno, advertir una y otra vez que no van
a pactar con la izquierda radical y a la vez asegurar que no habrá terceras
elecciones.
Me parece que con lo del 30 de
agosto Mariano Rajoy ha puesto fecha a la faena que llevará irremisiblemente a
la suerte del descabello político, al bronco personaje que hoy por hoy se
supone rige los destinos del PSOE. Porque la responsabilidad de unas
terceras elecciones se las va a comer con papas el PSOE y su líder…
Y él lo
sabe.
No obstante, creo que una investidura de "todos contra Rajoy, aunque fuese ganada por éste, sería el prolegómeno de una legislatura de "todos contra Rajoy", llena de bronquedad y desatino. Con Sánchez y sin Sánchez, con mayores recortes (imprescindibles), con la Yihad asomando y un PSOE enfurecido por resolver 'lo suyo'...
ResponderEliminarPues seguramente es lo que se busca, de manera que en mayo de 2017 se disolvieran Cortes y tuviéramos que ir a esas "terceras" elecciones, pero sin que cargaran con la responsabilidad PSOE y C,s.
EliminarY es que en Navidad, va a votar su señor padre, el del inclito Pedro Sánchez, como diria usted.
ResponderEliminarPorque además de no votar, haré toda la campaña que esté en mi mano para convencer al mayor número posible de personas, para que no lo hagan y me consta que es un pensamiento que compartimos muchos españoles. ¿Que podría resultar de unas terceras votaciones, donde el pueblo digera "se acabó"? No lo sé, pero igual dentro de ese galimatías que sufre España, Europa y la Otan, no estaría mal un golpe de timón.
Como siempre, quedo a las órdenes de Usted, mi Capitán.