Mucho ruido para tan pocas nueces
Por fin ayer tarde a las cinco de
la tarde, una hora muy torera, aunque nada tuviera que ver con lo taurino la
ceremonia que se celebró en el Congreso de los Diputados, en la que Albert
Rivera, líder de Ciudadanos, arropado por la mayor parte de su Dirección,
comunicó a través de los medios a todos los españoles, lo que ya había
trasladado a Mariano Rajoy por escrito en la mañana de ayer, que no era otra
cosa que las condiciones de regeneración democrática que fijaba Ciudadanos para
negociar el sí en la investidura de Rajoy.
Vayan las condiciones por
delante: El compromiso por parte del PP de que ningún imputado por corrupción
política esté sentado en un escaño u ocupe un cargo público. La eliminación de
aforamientos. Una nueva ley electoral,que comprenda listas abiertas y
garantice que cada voto valga lo mism, El fin de los indultos por corrupción
política. Establecer una limitación de mandato a la presidencia del Gobierno de
un máximo de ocho años. Poner en marcha iniciativas de transparencia, como la
creación de una comisión de investigación parlamentaria para que casos como el
de los papeles de Bárcenas se investiguen en las instituciones.
Mi primera impresión y la segunda
también es que para este viaje no hacían falta tantas alforjas, comprendo que
como el propio Albert Rivera explicaba, Ciudadanos ha dado un paso al frente
para romper el bloqueo institucional existente y que eso igual le ha hecho
rebajar algo sus exigencias; pero si soy sincero tengo que preguntarme si todo
esto no se podría haber solucionado ya hace mucho tiempo. Las exigencias de
Ciudadanos son lógicas y razonables, de hecho algunas de ellas ya fueron aceptadas por el
Partido Popular para conseguir el apoyo de C,s para el gobierno de la CA de
Madrid.
Se ha pasado los últimos seis
meses proclamando, lo que proclamaba, vetando a quien vetaba y ahora el asunto
se resuelve con un compromiso que le hubieran aceptado en Génova la tarde del
27J. Me parece bien que rectifique, comprendo que cuesta dar el brazo a torcer,
pero la tozudez no se puede confundir con la coherencia y creo que de eso ha pecado sobradamente la cúpula
de Ciudadanos.
Aunque en el discurso de Albert
Rivera, bien construido como siempre, hay algo que me crea intranquilidad, dice
Albert que es "condición
logística" fundamental de la negociación, que Rajoy acuda a la sesión de
investidura y que, por tanto, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, cumpla
con el mandato constitucional y concrete día y hora.
No me parece razonable ese empeño
por fijar el día para la sesión de investidura, porque parece que Albert Rivera
tenga interés en obligar a Rajoy a que se acepte acudir al
Congreso obligatoriamente, antes de que culminen las negociaciones que deberán llevarse a cabo,
para que los 32 diputados de C,s apoyen la investidura de Rajoy con un sí.
No creo que Rivera tenga ninguna
duda sobre la presencia de Rajoy en el Congreso, si él por fin se compromete a apoyarlo con sus
diputados, por eso, llámenme desconfiado, me ha parecido más un exceso
sospechoso que una petición razonable lo de la "condición logística". Puestos a
pensar mal, que ya conocen el dicho, si ahora Rajoy acepta que le fijen fecha y hora para
presentarse a la investidura y la negociación PP-C,s, no fructificara por esas
cosas raras de la política, Mariano Rajoy se encontraría obligado sí o sí a
acudir a la investidura.
Hay una buena praxis a la hora de
negociar: Si te ofrecen humo, ofrece humo, pero nunca ofrezcas como
contrapartida a lo inefable, algo concreto. Y lo que está haciendo, al
menos hasta ahora, Albert Rivera es vender humo, buenas
palabras todas las que quieran, excelentes sentimientos a porrillo y todo ello vendido en condicional, mientras como contrapartida exige un compromiso firme y sin marcha atrás a
Mariano Rajoy.
Así que bien está lo que bien
acaba, pero cuidado que esto no ha hecho más que empezar, que ya hemos visto cómo
funcionan estos señores de Ciudadanos, que hoy dicen una cosa y mañana Dios
dirá. Ojito con aceptar compromisos firmes, ante la dulce canción que trae
hasta nosotros las ansiadas palabras de pacto, acuerdo, gobierno...
Que la letra está muy bien, pero
la música si soy sincero, no termina de convencerme.
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