Otegui no será candidato
Como no podía ser de otra manera
- aunque en esta casa de locos en la que hemos transformado a España, cualquier
cosa pudiera suceder - la Junta Electoral ha
decidido inhabilitar a Otegi como candidato a lehendakari para el 25-S. La Junta
ha tomado esta decisión basando su decisión en la documentación aportada por la
Audiencia Nacional, de la que se desprende de manera taxativa, que Otegui está
inhabilitado hasta el año 2021.
Parece un asunto muy sencillo,
sobre Otegui recae una sentencia firme de la Audiencia Nacional que le
inhabilita para cargo público y para el ejercicio de sufragio pasivo por la
condena del “caso Bateragune” de reconstrucción de la ilegalizada Batasuna y el
plazo de la inhabilitación alcanza hasta el 2021. No debiera merecer ni una
sola línea en los medios de comunicación la noticia de la decisión de la Junta
Electoral. El problema radica en que Bildu ha utilizado esa candidatura para
obtener propaganda gratuita y además acogerse al viejo recurso nacionalista del
victimismo.
Eso no me preocupa, al fin y a la
postre estamos hablando de etarras, filo etarras, aspirantes a serlo que
llegaron tarde o admiradores de la banda asesina y no le vamos a pedir ahora, peras al olmo o limpieza de espíritu y “fair play” a los filo etarras. Pero hay dos cuestiones
que sí me preocupan y mucho.
Empezando por el principio, que es una manera como cualquier otra de comenzar, me preocuparon muchísimo los comentarios sobre si era
posible que la inhabilitación de Otegui no pudiera aplicarse por “falta de
concreción” en la sentencia. No es la primera vez que algún etarra y las organizaciones que apoyan a estos
asesinos, se han beneficiado de errores judiciales.
Llámenme raro, exagerado o
desconfiado pero a mi estos errores, de los que como digo se han beneficiado
algunos etarras, me recuerdan de manera irremediable a una figura que se daba
frecuentemente en Italia. Me refiero a lo que
se conocía como “sentencias sicilianas”, concepto que se aplicaba a aquellas
sentencias que condenaban en primera instancia a mafiosos, pero que se hacían
cometiendo errores técnicos de tal magnitud, que aseguraban la nulidad de la sentencia en cuanto
el de la Cosa Nostra presentara el recurso correspondiente. Ya saben aquello
tan viejo de “hecha la ley, hecha la trampa”, aplicada nada más y nada menos,
que al plano de lo judicial.
No pretendo decir que cuando aquí,
los jueces se han equivocado y con su error han favorecido a algún etarra,
hayan prevaricado; pero hubiera ayudado mucho a la imagen de la Judicatura, si
los jueces que con sus errores beneficiaron a esa panda de asesinos,
hubieran sido castigados severamente por su error y el castigo publicado para conocimiento de la opinión pública.
Porque es cierto que quien tiene boca se equivoca, pero quien yerra debe pagar
por su error y por las consecuencias derivadas del mismo.
Eso por una parte, por la otra lo
que me ha parecido desde un principio repugnante, ha sido el papel de la
izquierda en este asunto. El PSOE que tiene un acreditado currículo de
connivencia con los etarras; jamás se me olvidará lo de Zapatero, que estando en la oposición firmaba con una mano el Pacto contra el Terrorismo, mientras que con la otra
autorizaba a su gente en el País Vasco para que entablaran conversaciones con
ETA, algo muy difícil de explicar, primero por la doblez demostrada y segundo porque un partido que está en la oposición charle alegremente con los de
ETA, tiene un nombre, aunque en esta España de nuestros pecados, eso quedó, como
tantas otras cosas, guardado en el amplísimo baúl del olvido que se construyó el PSOE para estos asuntillos.
Decía que el PSOE ha hecho honor
a su trayectoria de lenidad con los etarras y desde el principio se puso de
perfil. Está muy claro quiénes se opusieron a que Arnaldo Otegui fuera
candidato de Bildu, lo hicieron el PP y Ciudadanos, mientras el PSOE junto con Podemos, se llamaba
andana al respecto y se apuntaba a que se permitiera la
candidatura de Otegui.
Y quién defendió lo indefendible,
fue Dª Meritxel Batet, que no es una mindundi en el PSOE. No, quien defendió en nombre del PSOE, la
legitimidad de la candidatura de Otegui, ostenta el cargo de Secretaria de
Estudios y Programas del PSOE, así que nadie podrá explicar eso tan socorrido
que se equivocó o que la prensa la interpretó mal. La Batet afirmó en la Ser
que “Desde el punto de vista jurídico, Otegui ha cumplido sus obligaciones y
por lo tanto tiene facultad de presentarse".
Ante el escándalo producido,
Pedro Sánchez tuvo que salir a los medios para corregirla y explicar que no iba
a opinar sobre la legalidad de la candidatura del etarra, pero que el PSOE no
la iba a impugnar; para añadir que “Corresponde
a la Justicia y a la Junta Electoral decidir si el señor Otegi puede ser o no
candidato y el PSOE lo que hará será respetar lo que diga la Justicia y la
Junta Electoral”.
Lo que es una sandez como la copa de un pino, porque
todos sabemos que aquí la última palabra la tienen los jueces y el que no acate
una sentencia, comete delito de desacato. Pero resulta gravísimo que un
pimpollo que pretende ser presidente del gobierno de España, no tenga opinión
sobre la inhabilitación de Otegui, que la tiene, porque tonto del todo no puede
ser; lo que sucede es que de cara a las elecciones del País Vasco, le conviene
no opinar y mucho menos impugnar el disparate de Bildu. PSOE,
PNV y Podemos se negaron a impugnar la ilegal candidatura de Arnaldo Otegui, un
etarra que jamás ha mostrado arrepentimiento por lo que hicieron él y sus
cómplices y jamás ha pedido perdón a las víctimas.
Qué bueno hubiera sido que el
PSOE hubiera aplicado lo del “No, es no” en sus abundantes e íntimas relaciones
con ETA, en lugar de pastelear, mentir y engañar a todo el mundo, incluidos los
familiares de los socialistas asesinados por la banda.
Qué ya les vale.
.
Desconocía el artificio de las 'sentencias sicilianas'. Creía que sólo habíamos conocido sentencias que ofendían la razón por pura maldad prevaricadora de quien las emitía. Ahora veo que la prevaricaricación tiene caras más sofisticadas. El indigno doble juego del PSOE ya era y es conocido (y se reedita cuando aparece la ocasión), pero en lo que estoy en completo desacuerdo es que "el pimpollo" no sea, intelectualmente, muy débil. Pese a que quiera pasar por profesor de derecho.
ResponderEliminar