Uno pone una vela a Dios y otra al diablo y el otro quiere darnos la Navidad
Los de Ciudadanos, voy a ser
caritativo, son un poco especiales, no sé yo si es que no saben bien cuál es su
lugar en la política española o ese exceso de suficiencia les viene de cuna, pero en conjunto son un grupo que no
puede despertar demasiada confianza, sobre todo porque se han pasado los
últimos meses contradiciéndose los unos a los otros, cambiando de opinión,
socio, actitud y proyecto de manera permanente y eso, amigos míos, crea inseguridad,
que como todos sabemos es la madre de todas las desconfianzas.
Ayer por la tarde podíamos leer
que “C's y PP sellan el acuerdo "sin líneas rojas" para llevar a
Rajoy hasta los 170 escaños”, lo que es una buena noticia. Por fin parece que
se impone el sentido común y ojo que quiénes han cambiado de parecer han sido
los naranjitos, no el PP. Las cosas se venden como cada uno quiere venderlas,
pero quién ha ordenado envainen a su gente, ha sido la cúpula de Ciudadanos.
Así
que, quien modificando su tesitura se ha rendido a ese sentido común tan poco
frecuente en nuestra política, han sido los que hasta hace bien poco negaban el
pan y la sal a los del PP y a quién ciertamente hay que darles la bienvenida a
la realidad y al buen sentido, pero también hay que preguntarles si eso fue posible ayer, por qué no lo fue el 27J.
Y alguno dirá: Usted expresa reproches muy injustos, pero acepta, que Ciudadanos ha hecho algo que está bien y aun y así
opina que no son de fiar. Así es, lo pienso y lo mantengo, porque me
parece una demostración de una conducta mendaz y si no mendaz, al menos farisea, que por una parte Girauta se dé
la mano con Hernando (PP) y hace bien pocos días nuestro dilecto Albert Rivera
en una carta a la que dio soporte El País que titulaba: “A mis compatriotas
socialistas”, se permitiera el lujo de afirmar que “…desde una oposición
responsable y no populista, tanto el PSOE como Ciudadanos podemos desempeñar un
papel clave para la estabilidad y el progreso de España.” Traducido al cristiano lo que decía Rivera es que tras la
Investidura una vez que Rajoy presida el gobierno, lo dejarán más solo que la
una y le harán la oposición de manera conjunta naranjitos y socialistas.
A eso llamo yo ponerle una vela a
Dios y otra al diablo, porqué por ahí andan circulando rumores -la antesala de la noticia- en los
mentideros políticos que sostienen que Ciudadanos está estudiando la
posibilidad de un pacto de legislatura, así que la postura de los naranjitos
parece que persigue cubrir el expediente con el menor riesgo posible; sonríen encantadores a los del PSOE, mientras circunspectos se dan la mano con
el PP porque es lo que toca, sobre todo si piensan en las últimas encuestas.
Claro que siempre se pueden
encontrar casos peores, ahí está el de Pedro Sánchez que por lo del “No, es no”
ni siquiera quiso hablar con el PP para ponerse de acuerdo en la fecha del
debate de Investidura ¿Qué por qué se tiene que poner de acuerdo con Rajoy para
eso? Pues por un motivo muy
sencillo que descubre el carácter mezquino y vengativo de Pedro Sánchez, cuando le tocó a él ir a la Investidura telefoneó al PP para acordar
fecha, por eso y porque desde el PP, le
pedían tiempo por no jorobarle las navidades a todos los españoles y se negó en redondo a hablar siquiera del tema.
No hubo manera, así que si les toca ir a votar el día 25 de diciembre o, lo que sería mucho peor,
les toca formar parte de una Mesa Electoral, ya saben a quién le van a deber el
favor, a Pedro Sánchez que de Mojácar se ha pasado a Ibiza, porque a él esto
del bloqueo no le preocupa lo más mínimo. Será porque, aunque desde Ferraz lo
nieguen cerradamente, habrá hablado con Iglesias para llegar un acuerdo y así
intentar que Felipe VI lo nombre candidato tras el posible fracaso de Rajoy.
Claro que si unas nuevas
elecciones son malas, para qué les cuento como sería lo de un gobierno encabezado por Pedro
Sánchez con los Hernando, Luena y López dando vueltas por el Consejo de Ministros
en compañía de los podemitas, entre las nubes de humo aromático y relajante que
acompañarían sin duda a las deliberaciones de esta gente.
¡Qué cruz Señor, qué cruz!
Buen comentario!!
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