Pedro Sánchez, más trampas que una película de chinos
A Rita Barberá se la tenían jurada
desde hace mucho tiempo, pero que se les escapara viva en aquel asunto de los
regalos y gastos injustificados, que el juez tuvo que archivar porque no había
nada en él que justificara el reproche penal, fue algo que encendió todavía más
el odio de los que buscaban denodadamente la manera de empapelar a la ex
alcaldesa popular, bueno ahora mismo también ex popular y ahora pretenden que las pague todas juntas.
Este es un asunto que me recuerda mucho a aquello de los trajes de Camps, el
tiempo que transcurrió hasta que consiguieron sentarlo en el banquillo de los
acusados, total para nada, porque tuvo que ser absuelto.
Pero no quería hablar de esto,
entiendo que el PSOE necesitaba algo que le permitiera apartar la atención
mediática de la fractura que se está produciendo en el partido ante los ojos de
la opinión pública. El ataque recibido por Fernández Vara, incomprensible por
la torpeza exhibida; las respuestas, entre las que se cuenta la de Rubalcaba
que acaba de estrenar su puesto en el Consejo Editorial de El País - oído al
dato, que diría García - tenían preocupada a gran parte de la izquierda de este
país, así que la crucifixión mediática y política de la Barberá, con el brutal apóstrofe del nombramiento como instructor de Conde Pumpido, le ha venido a Sánchez y su gente como anillo
al dedo.
A otros que los vino Dios a ver,
fue a Ciudadanos, que por fin encontraron la manera de colarse en los medios de
publicación, que desde que muchos poderosos le
retiraron su apoyo, habían estado reacios a dejar que lo naranjitos se
lucieran. Lo de Barberá les ha supuesto un balón de oxígeno por el que estaban penando
ya hacía una semana y bien que lo han aprovechado con sus declaraciones.
Pero tampoco quería hablar de
esto, me preocupa como a mucha gente el nivel exhibido pero me preocupan mucho
más las intenciones, malas naturalmente, de Pedro Sánchez que está preparando
un plan B para evitar las líneas rojas de le impuso ese paupérrimo Comité
Federal, que si ese es el máximo órgano de gobierno que tiene el PSOE entre
congresos, que Dios los coja confesados porque la verdad es que con “eso” y su Secretario General, van de riguroso cráneo.
Parece que a alguien se le ha
ocurrido una brillante idea, que incomprensiblemente se han apresurado a
filtrar. Dicen que han abandonado el “pacto a la portuguesa” por imposible y
están negociando con Iglesias, al objeto que
éste apoye con sus votos la investidura de Sánchez, sin ningún tipo de
acuerdo previo público. Después de ser nombrado presidente ya cerrarían un pacto de
gobierno que satisficiera a las dos partes.
Esa medida le permitiría sortear
las dos líneas rojas que le impuso en su momento el Comité Federal, no apoyaría
ni pactaría con Rajoy y no pactaría, al menos formalmente, con Podemos por lo
que el “derecho a decidir” los referéndums secesionistas y todo lo demás no
entrarían en el programa que se debatiría en su Investidura, ya se sabe que hecha la ley... hecha la trampa.
Para eso necesitaría el
apoyo de Ciudadanos, pero el equipo de Sánchez entiende que, al no existir
pactos formales ni con Ciudadanos ni con UP, eso permitiría que los naranjitos
votaran a favor de su investidura, sobre todo ahora que con el rollete Barberá,
el pacto PP-C, s puede darse por olvidado. Y digo permitiría, porque en
Ciudadanos sabrían perfectamente a qué conduciría este proyecto, pero teniendo
una buena excusa, seguro que se volverían a “sacrificar” por el bien de España y
los españoles.
¿Y los nacionalistas? Pues de
rebajas, aunque está claro que la esa actitud nace de un acuerdo. Dice Homs refiriéndose
al referéndum independentista “Yo he eliminado de mi vocabulario ese concepto,
espero que también lo eliminen los demás”. Parece que Homs se conforma con que
el PSOE se comprometa a la creación de una comisión en el Congreso para
estudiar la consulta, ya ni siquiera exigen grupo propio, pero conociendo a Sánchez, a
nadie se le oculta que si recibe su apoyo será a cambio de modificar ese
compromiso tras la investidura.
Al fin y al cabo eso fue lo que les prometió en
aquella visita a Cataluña en la que comió "secretamente" con Junqueras de ERC, al
que le faltó tiempo para explicar que les había pedido que le apoyaran sin
pactos previos, pero que cuando fuera presidente del gobierno ya arreglarían las cosas.
Así que esa es la “solución” de
Pedro Sánchez, “engañar” a su partido – el Comité Federal se llamaría andana,
porque no se atreven a hacerle frente- y mentir a todos los españoles proponiendo un falso programa para su Investidura, toda
vez que existirá un acuerdo secreto para que sea convenientemente modificado en
cuanto sea nombrado presidente. Si no puede ser presidente por las buenas, lo será por la gatera del engaño y el contubernio.
No quería hablar de esto, pero si no lo pregunto, reviento. Si los socialistas
tienen previsto en sus estatutos que sus cargos públicos deben dimitir en el mismo momento en el
que se les abre juicio oral, ¿por qué piden la dimisión automática de los
cargos públicos de sus adversarios cuando son simplemente “investigados”?
La doble vara de medir ya resulta
estomagante.
Cualquier cosa que permita a Pedro ser presidente, aunque sea sólo por un día, aunque ésto ya se ha dicho aquí. Todo lo que le resuelva su horizonte económico personal
ResponderEliminar