Llevamos un par de días, en que
el anuncio de que Pedro Sánchez convocaba a la Comisión Permanente del partido
para el lunes 26 de septiembre, disparó todas las expectativas. De hecho los
titulares afirman que Pedro Sánchez ha convocado al Comité Federal del PSOE
para el día 1 de octubre, personalmente me parece que lo único que ha hecho el
líder socialista es convocar al órgano – la Comisión Permanente- que puede convocar
al Comité Federal y probablemente sea así, pero también tengo mis dudas.
En primer lugar hay que considerar
que la Comisión Permanente está compuesta por la cúpula del PSOE y los
secretarios de área, gente muy próxima a Pedro Sánchez. La convocatoria habla
de analizar el resultado de las elecciones y por eso Sánchez ha cuidado mucho rodearse
de sus fieles, de manera que el análisis del órgano y su reacción le sean lo
más propicios posible.
Podrían convocar el Comité Federal el día 1 de octubre,
pero también podría darse el caso que la fecha definitiva fuera el 8 del mismo
mes, aunque es lo mismo sea un día u otro, si se convoca el día 1 como sería
lógico o Pedro Sánchez lo convocara una semana más tarde, con esa convocatoria de la Permanente, el secretario general les ha cerrado la boca a
los críticos que parece se han dado por satisfechos y evitarán meterse en más
jaleos hasta verse las caras en el Comité Federal.
Ya he dicho muchas veces que la
gente le tiene una fe a ese Comité, que no se corresponde con la realidad. Ya
se han oído voces desde el bando
rebelde, explicando que los resultados de las elecciones gallegas o
vascas no se pueden interpretar en clave
nacional. Esa teoría ya la lanzó el “equipo del secretario general” hace más de
una semana y ahora gente que se supone está con los críticos, dicen exactamente
lo mismo. Así que insisto no confíen demasiado en que el celebérrimo Comité
Federal del PSOE fuerce a Pedro Sánchez a pasar del “No, es no” a la abstención, tanto si las elecciones
del 25 S son un desastre o, con suerte, se limitan a ser una derrota menor.
Conviene no olvidar que la
prohibición de pactar con el PP nació de ese órgano de gobierno, eso por un
lado, por el otro, los barones han demostrado desde hace mucho tiempo que si
bien son capaces de hacer declaraciones,
si de lo que se trata es de pasar de las palabras a la vía de los hechos, sencillamente
no se atreven.
Pedro Sánchez analizará el
resultado electoral en Galicia y el País
Vasco cómo mejor le acomode y después, con la espada de Damocles de la
militancia sobre la cabeza de los dirigentes territoriales que le son
hostiles, pedirá que se le mandate para intentar formar gobierno.
Las cosas han
ido cambiando y los de UP que no quieren ir a unas terceras elecciones así se
caiga el mundo, están dispuestos a pactar con Sánchez en plan liquidación de
existencias, aunque Iglesias haya advertido que siguen queriendo ministerios.
Por otra parte Pedro Sánchez tiene ya apalabrado con los de CDC lo de dejar
para mejor momento, es decir para después de la Investidura, lo del “derecho a
decidir” y el santísimo referéndum.
Sánchez pretende manejar una
variación del “pacto a la portuguesa”, pretende que tanto Ciudadanos, que no
quieren ver una urna ni de lejos, como
Podemos y el resto de los grupos políticos, voten a favor de su investidura,
sin suscribir, al menos oficialmente, ningún acuerdo previo y una vez
conseguida la presidencia, ya llegaría el momento de pactar por separado con
cada una de las fuerzas que le hubieran apoyado, los acuerdos necesarios para
seguir contando con su apoyo.
Parece que la idea es que no
habiendo acuerdos previos, no habría líneas rojas que salvar y así todos podrían
evitar aquellas que les concernieran. Una trampa muy del gusto del PSOE que no
iba a engañar a nadie, pero que les permitiría a los socialistas, retorciendo
la semántica, el sentido común y la honestidad, explicar lo que les pareciera y
hacer bueno lo que haga falta.
Lo que me parece que está muy
claro es que en la cúpula del PSOE existe un pánico cerval a enfrentarse a la
voluntad de la militancia, así que con Comité Federal o sin él, con barones o
sin barones, con Susana o sin ella, Pedro Sánchez hará lo que le dé la real
gana, por muy malo que haya sido el resultado de las elecciones del 25S, si es
que resulta ser tan malo, que eso hay que verlo todavía.
Finalmente todo dependerá de la
capacidad negociadora de Pedro Sánchez y de las tragaderas de sus posibles
socios. Sánchez hará lo que quiera, nadie en el PSOE le va a poner freno y a
las malas irá a las terceras elecciones aprovechando la caída libre de Podemos,
cuestión nada desdeñable que permitiría a Pedro Sánchez hacer frente con garantías a un Congreso Federal, después de
la cita con las urnas si consigue ganar - no las elecciones que el PSOE ya no
se dedica a ganarlas - su particular contienda electoral con los podemitas.
Así que ya saben, paciencia y
barajar. Otra no hay.
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Qué hartura tenemos muchos de las trapacerías de Pedro, de su desprecio por el deterioro económico y del empleo, del tiempo de las personas y del dinero preciso para las consultas electorales, de su falta de empatía argumental y de la simpleza de las motivaciones que esgrime para disimular lo que le mueve realmente. Debería ser sancionado como fraude de ley los jeribeques que hace para no aceptar el resultado electoral en beneficio propio.
ResponderEliminarCierto que otros líderes también tienen su cuota, pero éste ser es patético.
Este hombre es realmente manipulador. ¡Cuando se va a dar cuenta que a él no se le quiere como Presidente?.Si no es no, las urnas ya se lo han dicho dos veces.¿Cuantas elecciones habrá que hacer hasta que salga el resultado que le conviene?
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