Pedro Sánchez va a la guerra contra los “barones”
Esto es la Permanente socialista, cuatro gatos mal contados. |
Tras la derrota sufrida por el
PSOE en Galicia y en el País Vasco, no le quedaba este lunes mucho margen de
maniobra a Pedro Sánchez: Dimitir, permitir que lo dimitieran o ir a la guerra
contra sus adversarios internos. Conociéndole, la cuestión estaba clara y así lo
ha confirmado, ha conseguido que la Permanente del PSOE apruebe su propuesta,
eso sí tras más de cinco horas de debate lo que dice a las claras que incluso
en un órgano lleno de amigos y gente de su confianza, la decisión no ha sido
sencilla.
Pero a pesar de las dificultades
que haya necesitado vencer, ha conseguido que la Permanente apruebe su
propuesta que necesitará el visto bueno del Comité Federal del sábado, para convocar el 39º Congreso, con sus primarias que se
celebrarían el 23 de octubre y el Congreso en el primer fin de semana del mes
de diciembre. Será el sábado cuando sabremos si Sánchez ganará el pulso que mantiene
con los barones, para lo que volverá a utilizar la única arma que tiene a su
alcance, enfrentará la voluntad de la militancia contra la de los barones
territoriales.
Pedro Sánchez arguye que el PSOE
necesita hablar con una sola voz, la suya naturalmente y desafía abiertamente a
la organización territorial del partido, porque por muchas vueltas que le dé al
asunto, tras empecinarse otra vez en el “No, es no”; a sabiendas de cómo les
puede ir en unas terceras elecciones tras las contundentes derrotas recibidas
ayer, únicamente le cabe intentar ser investido con el apoyo de UP, los nacionalistas y los independentistas,
cuestión que ya sabemos que en su día le prohibió el Comité Federal, pero para
salvar esa línea roja cuenta con la voluntad de la militancia expresada en una
consulta y en la “paciencia” que van a mostrar los independentistas que
abandonarán sus exigencias sobre los referéndums y el “derecho a decidir” hasta
que Sánchez sea nombrado presidente del gobierno.
Sabe que sus enemigos pecan de
timoratos y así hoy decía que “Espero que la mayoría del comité federal no vaya a
poner impedimentos de que se pronuncie la militancia”, aunque quizás para subrayar la "advertencia" curiosamente el mismo lunes se producía la rotura del pacto entre
socialistas y podemitas en Castilla- La Mancha y Extremadura que ayer feneció
por obra y gracia de los de Podemos, que con esta puñalada trapera intentan
"advertir" a otros barones disidentes, que también necesitaron los votos podemitas
para llegar al poder.
Hemos oído claramente la
propuesta de Pedro Sánchez, que ha decidido enfrentar a su militancia con los
disidentes, les ha montado el congreso exprés y ha advertido del peligro que
corren aquellos que el sábado se opongan a la voz de la militancia y por si había dudas ahí se han quedado compuestos y sin novia, García Page y Fernández Vara que como muestra bien vale un botón, o en este caso dos. De la otra
parte, de la aguerrida oposición interna se ha oído una serie de ruidos, declaraciones y algún tuit, que ponen de
manifiesto que el gallinero está revuelto, pero poca cosa más.
Nadie puede negar que la
iniciativa la lleva hoy por hoy Pedro Sánchez y su
oposición a lo máximo que llega es a ejercer una política reactiva y poca cosa más. El
sábado dice Sánchez que no va a tener que dimitir porque la votación que
propone saldrá adelante. Unos y otros afirman tener los votos suficientes como
para imponerse. Mientras tanto Sánchez afirma que "No tiene ningún sentido
que yo intente negociar y se me cuestione desde dentro" y que por tanto no
llevará a cabo negociaciones hasta que revalide con claridad su posición de predominio
dentro del PSOE, aunque todos sabemos que esa afirmación es más falsa que un billete de tres euros
marroquí.
Habrá quien piense que con eso
pretende decir que no se moverá hasta que gane el Congreso, pero se equivocan. Si el sábado, en el Comité Federal se impone la propuesta de Pedro Sánchez la
victoria será suya y la derrota de sus adversarios y por tanto a partir de ese
momento se considerará justificado para llevar a cabo las negociaciones que le
vengan en gana, que por otra parte llevan produciéndose a lo largo de todo el
mes de septiembre.
Pedro Sánchez se lo juega todo a
una carta, aunque sabe de las dificultades de los barones porque éstos se van a ver
obligados a salir a terreno abierto y eso les cuesta mucho trabajo. Decía que
Sánchez se la juega, pero al fin y al cabo él tiene un candidato y un proyecto y
sus oponentes no tienen ni lo uno ni lo otro. Es por eso que los desafía a
hacer una propuesta el próximo sábado y por ahí no creo que vaya a tener
problemas.
Así que ya saben, Pedro Sánchez
sigue a lo suyo y dispuesto a enfrentar a la militancia socialista con la
dirección del partido, si consigue lo que pretende, que Dios nos coja
confesados, nos vamos a comer con papas un “gobierno del cambio” que ocasionará
un desastre de esos que cuesta lustros recuperarse.
Por mucho que nos disguste, estamos en las manos de los socialistas; ahora
sólo nos queda saber si ganarán los malos o los peores.
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