A punto de cerrar el escrutinio
en Galicia, ya se puede anunciar sin duda alguna los resultados obtenidos en
las elecciones autonómicas gallegas y vascas. En Galicia triunfo rotundo del PP
que consigue la mayoría absoluta, En Mareas consigue adelantar en votos al PSOE
y empatar en escaños, al menos por ahora y en el País Vasco el PNV gana con
holgura y se asegura el gobierno en una segunda vuelta.
Ya no podrá decir nadie eso tan socorrido
que las urnas son las mejores encuestas, lo que siempre es una tontería, porque
las encuestas son una proyección y las urnas arrojan un resultado, pero vamos a
archivar la frasecita hasta nuevas elecciones. Esta vez, hay que señalarlo, los
estudios demoscópicos han ofrecido unos estudios que han resultados muy ajustados
a la realidad. Nos libramos de lo de las encuestas y las urnas, pero ahora
saldrán a centenares los “expertos” que advertirán sesudos que estas elecciones
no se pueden interpretar en clave nacional, lo que por obvio resultaría
innecesario señalar.
En primer lugar por aquello de “Excusatio
non petita accusatio manifesta”, porque está muy claro que las elecciones
autonómicas y generales no se pueden interpretar en clave nacional, sobre todo por
un motivo muy importante, porque no lo son. Aclaración que también puede
resultar obvia, pero que a la vista del terrible déficit de sentido común que
afecta al escenario político de nuestra patria, parece aconsejable recordar.
Hay que subrayar que lo que hoy
han votado los ciudadanos gallegos y vascos ha determinado una cuestión muy
visible, el fracaso absoluto del PSOE e independientemente de la facilidad que
tienen los políticos por fabricar excusas, los dos fracasos - el vasco y el
gallego - tienen clarísimos responsables. Los que daban la cara Idoia Mendía en el País Vasco y Xoaquín Fernández Leiceaga
en Galicia han fracasado con rotundidad,
pero la responsabilidad final de ese fracaso tiene nombre y apellidos; Pedro
Sánchez.
En primer lugar porque es el Secretario General del partido y por
tanto último responsable de los triunfos, cuando los tenga y de los fracasos
que los tiene y abundantes; pero es que además las dos cabezas visibles de la derrota electoral, son apuestas personales de
Sánchez. Tanto Idoia Mendía como Xoaquín Fernández han sido impuestos contra la
voluntad de la militancia socialista por Pedro Sánchez, por eso es doblemente
responsable de este estrepitoso fracaso.
Ya se han celebrado las
elecciones que todos esperábamos a ver que sucedía. El fracaso de Pedro Sánchez
le alcanza de lleno por las razones que ya he explicado. Para este lunes, poniéndose
antes el parche que la herida, tiene convocada a la Permanente de la Ejecutiva
Socialista, lo que le asegura que no se alzará voz alguna discordante en el
análisis de los resultados que se supone
llevarán a cabo. Lo hará entre amigos, en la Permanente todos han sido
elegidos personalmente por Pedro Sánchez, así que nada cabe esperar de esa
gente para hacer un análisis político creíble del revolcón que se han llevado los
socialistas.
Ahora esperaremos a ver si los
barones van a seguir tascando el freno o se arrancan por peteneras y le plantan
cara a Sánchez, cuestión que no espero, porque la cobardía de los barones
disidentes parece infinita.
A los de Albert Rivera parece que
les ha pasado en estas elecciones, lo que le sucedió el 23 F al general Armada
a cuenta de aquella visita a La Zarzuela: Ni están, ni se les espera. Otro
fracaso electoral y ya van unos cuantos, lo que justifica el terror cerval que sienten los
naranjitos por tener que ir a otras elecciones, que hablar, hablan mucho y frecuentemente a
destiempo, pero hacer, hacen bien poco electoralmente hablando. Me viene a la
cabeza un responsable naranjito
ofreciendo un pacto al PP gallego pero advirtiendo que los populares
deberían entregar la cabeza de José Luis Baltar. ¡Qué ocasión para haber
guardado silencio!
Así que esto ya está. Como ya
sabíamos el PP ha ganado en Galicia, el PNV en el País Vasco y el PSOE para
seguir haciendo historia, se ha vuelto a llevar dos revolcones históricos en
las dos comunidades, con el agravante gallego de soportar el sorpasso que le
han metido los de En Mareas.
¿Y ahora? Pues a esperar a que
Pedro Sánchez mueva ficha o, Dios lo quiera, la muevan los de Susana Díaz.
Veremos…
Pues sí, resulta tranquilizador el resultado de ayer, pero (mi vaso a veces está medio vacío) no me ofrece sosiego la abundancia de fuerzas radicales etarras y paraetarras, mareas y hasta el melífico paladín del Bloque. Toda suerte de (lo diré en portugués por la proximidad) "malucos e doídos" que no comparten la mayoritaria ponderación del voto ciudadano.
ResponderEliminarY no olvidemos que, aunque Urkullu parezca otra cosa, el PNV es el partido de Sabino Arana, Arzallus, Eguibar, Garaicoechea, Ibarreche...