Si el PSOE no está a la altura, que pague las consecuencias
Si no los conociera tan bien, escuchando
al flamante presidente de la Gestora socialista que empieza a contar desgracias
y no para, sentiría la tentación de solidarizarme con el triste papel que le
espera; pero francamente lleva uno mucho tiempo viendo como la gente del PSOE, sean
de la tendencia que sean, jamás
reconocen la responsabilidad que les pueda corresponder, la culpa siempre es de
los demás y cuando incumplen un pacto o compromiso, les sale en automático el
cuento de la lágrima y así esperan excusar lo que pueda suceder.
En ese trabajo está Javier
Fernández que cuando aceptó el cargo, supongo yo que asumiría la carga que éste
conlleva, porque resulta comprensible que algún ciudadano poco avisado pensara que con la dimisión de Pedro Sánchez
estaba todo solucionado, aplicando equivocadamente lo de que muerto el perro se
acabó la rabia; pero eso que resulta tolerable como digo, entre la gente que no
está en el ajo, no es aceptable para Javier Fernández, que lleva toda su vida
en el PSOE y por tanto sabía, tan bien como yo, que liquidando a Pedro Sánchez,
el “No, es no” seguía vigente y que la gran mayoría de los miembros del Comité
Federal estaban cerradamente en contra de apoyar a Rajoy ni siquiera a través
de una abstención.
El PSOE se encontraba en una
situación extraordinariamente difícil, porque sabía que si bloqueaba la investidura
y tenía que ir a otras elecciones, el desastre electoral socialista iba a ser
de los de órdago a la grande y eso que electoralmente hablando, parece que ya
tienen hecho el cuerpo a los palos que reciben en las urnas. Por lo tanto de
manera automática, pusieron en marcha una campaña que supongo yo tendrían ya
organizada por la rapidez con la que reaccionaron.
Una campaña dirigida a cargar a
Mariano Rajoy con la responsabilidad de esas elecciones, con lo que esperaban
aminorar su desastre; pero como a perro flaco todo son pulgas, Rajoy reaccionó explicando que él consideraba un disparate acudir a otras
elecciones y por tanto no le iba a poner condiciones al PSOE y ahí se acabó lo del chantaje
popular o lo de la chulería del PP.
Así que ahora optan por contarnos
el cuento de la lágrima, están en la Gestora que los ahorcan con un hilo,
porque ustedes no se lo van a creer ni yo tampoco, pero están abrumados porque
según cuentan compungidos y lacrimosos, en Ferraz están recibiendo “multitud de
resoluciones de agrupaciones locales” contra la gestora en la última semana, en
las que entre otras cosas, manifiestan unánimemente “Nuestro voto es “NO” a la
investidura de un Gobierno del PP como muestra de rechazo a sus políticas” y
añaden por si las cosas no quedan lo bastante claras, que la Gestora no cuenta
con el aval de esas agrupaciones locales, para abstenerse.
Cuando el PSC se descuelga advirtiendo
lo mismo que las agrupaciones locales y amenaza con irse con la música a otra parte y la gente se extraña
de reacciones semejantes, siempre hay un progre que solícito y amable te explica
que al ser el PSOE un partido federal estas cosas son normales.
Y uno que ya
está viejo para discutir chorradas, pone al mal tiempo buena cara y guarda
silencio, pero que ahora D. Javier Fernández pretenda convencer a los votantes
españoles que las agrupaciones locales, actuando por su cuenta y riesgo e
ignorando a sus correspondientes organizaciones territoriales, por su cuenta cargan contra la dirección del partido para ponerle los puntos sobre las íes,
francamente suena a cuento chino y a excusa de mal pagador.
Y ya el remate de todos los
remates es la infantil solución que pretenden desde la gestora, que poco a poco, esta gente están haciendo buenos a César Luena y Óscar López. Dicen que lo suyo sería buscar once
diputados que se abstuvieran y acabado el problema.
A eso le llaman “abstención
técnica” y justifican la medida explicando que se haría para evitar que se
vuelva a visibilizar la fractura socialista que surgió en el último Comité
Federal. Vamos que buscarían - no sé yo si por sorteo, por antigüedad o vaya
uno a saber cómo - a once diputados que se abstuvieran y así pretenden que no
darían la imagen de partido dividido, que sin embargo no han tenido el menor
empacho en mostrar, filtrando las resoluciones de las agrupaciones locales.
Me parece que D. Javier Fernández
pretende vendernos la burra con un descaro que ofende. Parece que pretenda que
ignoremos que son los partidos los que van a las elecciones, forman grupo
parlamentario, adoptan acuerdos, firman pactos, etc., etc. Es el PSOE el que
debe abstenerse a través de los votos de su grupo parlamentario, lo único que
pretende Fernández y los suyos es salvar la cara sin comprometerse, porque qué
tipo de gobierno puede nacer en esas condiciones y que no me hablen de la
incapacidad para el diálogo del PP, que lo del “No, es no” es socialista y
además están hartos de demostrar que no son capaces de ponerse de acuerdo ni
entre ellos. Ni tampoco me vale lo de que el PP ha demostrado que es incapaz de
articular una mayoría parlamentaria, porque ellos tampoco pueden hacerlo, a no
ser que acepten pactar con ERC, Bildu y los secesionistas de Más.
¿Saben lo que pretenden hacer?
Pues lo que aconsejó hace bien poco Rubalcaba, decía el químico: "Esto no tiene
solución busquemos una salida" y Fernández la está buscando pero para el PSOE.
Pretende investir a Rajoy,
en una burla sangrienta, con los votos
de once “arreplegats” que dirían en mi tierra o si lo prefieren con los de once
mindundis y a partir de ese momento a esperar las elecciones que tendría que
convocar el PP para el mes de junio del año que viene, ante la inviabilidad de
un gobierno sin apoyos parlamentarios. ¿Qué eso nos perjudicaría a todos? Clarinete amigo mío, pero ¿desde cuándo le ha preocupado eso al PSOE?
Si el PSOE no es capaz como partido de
hacer frente a esta situación, que pague en las próximas elecciones su división
y el clamoroso desprecio que sienten por el interés general.
El PSOE se debate en un dilema entre los parlamentarios, que buscan no peligrar su escaño en nuevas consultas y las agrupaciones, donde el pedrismo permeó profundamente y piden votar no. Afiliados, normalmente razonables, afirman que no hubo riesgo de rescate y que 'sobra dinero' para multas, elecciones o para hacer innecesarios ninguno de los 'recortes' efectuados. Afirmaciones de locos.
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