Sobre el numerito protagonizado por la
izquierda radical en el Congreso en el acto de la Apertura de la Legislatura no
voy a decir nada, porque creo que nada hay que decir, más allá de señalar que
hay gente que tiene un problema gravísimo de mala educación básica y que creen
que ganan puntos faltando al respeto a Instituciones tan importante como el Parlamento o la Corona. Eso no es política, solamente mala educación, demagogia
y una inmadurez preocupante en representantes electos.
Y ahora, vamos a lo que vamos. Se
supone que el PSOE está iniciando una etapa de reconstrucción, al menos eso dicen los representantes de la Gestora, que al fin y a la postre son los
que mandan en el partido, aunque lo hagan de manera transitoria. La verdad es
que si uno atiende a las innumerables señales de debilidad que el partido
socialista está dando, da la impresión de que como no espabilen van a entrar en una etapa
de demolición, con el peligro de convertirse en un partido residual e
irrelevante en nuestro panorama político.
Hace un par de días criticaba la
falta de autoridad de la Comisión Gestora, parece que las cosas están cambiando,
Javier Fernández ha decidido tirar por
la calle de en medio y dice va a tomar las medidas que ha estado
anunciando y no aplicando desde hace ya tiempo. Lo de que Javier Fernández
“va siempre de farol” dicho por gente del PSC, añadiendo que ellos estaban muy
tranquilos, porque entendían que Fernández se iba a tragar la “rebelión” del
PSC, es una impertinencia imperdonable y a lo peor los seguidores de Iceta se
van a dar de morros contra el muro que puede construir un Comité Federal, que
en Ferraz piensan en convocar allá por el mes de enero, con la idea de arreglar
de una vez por todas su doméstico “problema catalán”.
Los de Iceta se burlaban de la falta de autoridad y contundencia de Javier
Fernández, pero me parece que olvidaron dos asuntos que les perjudican con
claridad. Les decía que el PSC ha echado los pies por alto en muchas ocasiones,
esa comisión, que decía Fernández había que montar para estudiar
el problema y su solución, ya se formó en tiempos de Rubalcaba cuando los
socialistas catalanes le montaron al PSOE otra zapatiesta.
En aquellos tiempos el PSC le
metía al grupo parlamentario socialista 25 diputados, que desde luego es una
cifra que aconsejaba prudencia a pesar de que en el PSOE les tuvieran muchísimas
ganas. Sin embargo hoy por hoy, tienen en el grupo parlamentario a siete y claro por mucho que presuman, no es lo mismo.
Por otra parte quizás debieran haber colocado en la ecuación el hecho que hay gente en el "entorno" de la Gestora que estarían encantados con
que los 17.000 militantes del PSC no pudieran votar en las primarias, porque
saben de la cercanía de los del PSC con Pedro Sánchez. La Gestora, o quiénes
mueven los hilos de la gestora tras las bambalinas, tienen previsto que el
Comité Federal de enero, liquide de una vez por todas los recurrentes problemas
que les han ocasionado las relaciones de “asimetría orgánica”. Para entendernos
los del PSC no podrían estar en los órganos de dirección del PSOE y no participarían en la elección del secretario
general.
Con los diputados “díscolos”, me parece que los
de Ferraz han cometido un error, no castigarlos en caliente cuando todos ellos
lo esperaban, ahora tras el tiempo sucedido, la idea de que les quiten los cargos
parlamentarios les ha hecho saltar como fieras. Ahí estaba César Luena, el que
cuando fue Secretario de Organización del PSOE, dinamitara al PSM, liquidara a sus dirigentes y les montara una gestora sin que le
temblara el pulso, plañiendo por si les aplicaban alguna medida disciplinaria.
Alguno dirá, parece
que el PSOE empieza a caminar y eso le molesta. No es el caso, pero
habrá que reconocer los problemas que sufren en Ferraz, al menos los evidentes. Hay miembros de la Gestora que se quejan porque Javier Fernández
no les consulta nada, valga por ejemplo lo que decía un miembro de la Comisión
Gestora, el riojano Francisco Ocón refiriéndose a la reunión mantenida entre Fernández e
Iceta: “Peor es no saber qué postura mantendrá Javier Fernández, que será la
suya ya que nada se ha discutido en la gestora”, así que ya hay grietas en la
Comisión Gestora, porque las decisiones que se toman debieran ser colegiadas y no es así.
Por otro lado entre los “susanistas”
empieza a haber intranquilidad, desasosiego dice la prensa. Sospechan de
una maniobra organizada entre Rubalcaba y Zapatero, bendecida por Felipe
González, para utilizar a Susana como pretexto, mientras ellos preparan a alguien
de “Madrid” para presentarlo a las primarias y dejar a los partidarios de
Susana Díaz con un palmo de narices.
No voy a decir como Luena, que
así no se cose nada; pero si entre los que manejaron los hilos para derrocar a
Pedro Sánchez cunde la desconfianza, si en la Gestora, que realmente está
haciendo un papel poco brillante y nada transparente, hay gente que no duda
en quejarse públicamente del personalismo galopante de Javier Fernández, del
que todos sabemos que es simplemente un “mandao”, con un grupo parlamentario levantisco, así no parece que se reconstruya un partido, más bien parece lo contrario.
Siguen enredados en los problemas
derivados de la forzada dimisión de Pedro Sánchez y dedican el tiempo y la energía que necesitan
para reconstruir el partido, dotarlo de un programa creíble y encontrar al líder
que pueda dirigirlos, en resolver viejos problemas con los del PSC, intentar
pacificar el grupo parlamentario en el que hay más de un diputado que ya ha
votado contra lo mandatado por el PSOE dos y tres veces y en controlar, todos
contra todos, esas supuestas conspiraciones internas.
Hablando de conjuras, ya se sabe que quien hace un
cesto hace ciento, en Ferraz lo saben... y por ahí van los tiros.
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