Dicen que por la boca muere el
pez, es un dicho más viejo que la tos, pero que desde luego no debe estar en el
conocimiento de Pedro Sánchez que, en pleno pataleo tras el abandono de su acta,
se puso a largar en La Sexta y metió la pata hasta el corvejón.
No es que me
extrañe, este individuo ha tenido siempre la virtud de ignorar las más
elementales normas de prudencia con los demás y esta vez ni siquiera se las ha aplicado a sí
mismo. Espero que sus más próximos, que no fueron capaces de sacar un tuit en
defensa de lo que decía durante la entrevista, le obliguen a ver la entrevista unas cuantas
veces para que se dé cuenta de la inmensa estupidez que cometió con esa cara
dolorida que no se sabía si plañía por el acta perdida, le dolían las muelas o eran esas almorranas
secretas del anuncio, las que le atormentaban.
Me parece que tras el asombro
ante el disparate televisado, el sentimiento preponderante es el de alivio. Entre
la izquierda responsable y la mayoría de ciudadanos se detecta una innegable
sensación de sosiego, muchos pensamos que de menuda nos hemos librado. Pone los
pelos de punta pensar que este tipo ha estado a dos pasos de ser el presidente
de un gobierno de España.
Situación que, tras disfrutar de esa mejoría
balsámica que describo, debiera empujar a todos a una seria reflexión, porque
parece que al menos por ahora nos hemos librado, pero el problema
está en averiguar cómo un individuo de este jaez ha sido capaz de llegar hasta
donde llegó, que lo cierto es que nos hemos librado por los pelos.
No es porque sea malo que lo es,
cerril a espuertas, bronco a puñados, autoritario hasta decir basta –que se lo
pregunten a Tomás Gómez- ignaro y muchas cosas más que se podrían añadir, pero
clama al cielo que Pedro Sánchez en plan de Hermano Mayor de la Cofradía del
Engaño y de las Actas Perdidas, acuse al IBEX (Índice Bursátil Español) cuando
se refiere a las empresas que conforman el IBEX 35, de haber maniobrado en su
contra y en el mismo espacio televisivo nos cuente que fue a ver al presidente
de Telefónica, para que éste presionara a El País y la SER para que apoyaran su
postura.
Así que si Telefónica se mete donde no le llaman, es decir en
política para apoyarlo, José María Álvarez Pallete sería un ciudadano ejemplar,
un caballero como la copa de un pino y un preclaro progresista; en cambio
denuncia a César Alierta porque dice que hizo lo que él solicitaba a Pallete, pero en sentido contrario.
Esta es una cuestión que pone a las
claras la categoría moral del individuo. Por otra parte, César Alierta no sé
qué haría contra él y su proyecto suicida, pero quisiera que constara que cesó en la presidencia de Telefónica el 8 de abril de 2016, antes de las elecciones del 26J, así que
poco o muy poco podría hacer contra él en estas fechas. Ya sabemos porque le gusta tanto
Podemos a Sánchez, resulta que comparten el mismo paradigma ético: “No es justo, lo que no es de
mi gusto”.
Sólo a un imbécil, pero no un
imbécil normal, hay que ser un imbécil sideral, para que se te ocurra, tras
la que liaron Podemitas, Rufianes y Matutes varios en el Congreso, a los que sólo faltó
mentarles la madre a todos los socialistas que en este mundo han sido, digo que
sólo un imbécil descomunal puede tener la ocurrencia de ponerse del lado de los
que demostraron ante las cámaras el asco que le profesan al PSOE,
que tampoco puede sorprender a nadie, porque todo el mundo entiende desde hace
tiempo, que los auténticos enemigos del PSOE, además de Pedro Sánchez, son los
de Podemos y agregados; que el PP, por mucho empeño que pongan algunos, simplemente
es el adversario político.
No sé qué parte no ha entendido Sánchez de: Te vas, porque has perdido dos elecciones
de manera vergonzante – sin contar las gallegas y vascas que esa es otra –
porque has dividido al Partido, porque
tu ejecutiva dimitió para que te fueras y el Comité Federal de tu partido, ante
la certeza de que estabas dispuesto a pactar con Podemos y toda la recua de
secesionistas, te votó en contra la ridícula propuesta del Congreso Express y ahí te quedaste colgado de la brocha.
Me parece que todavía no se ha
enterado de qué es lo que realmente ha sucedido y como cree que él es el más
grande, no admite que pueda haber cometido error y justifica su caída en que la envidia de
los mediocres ha creado una conspiración para ponerle en su sitio, es decir de
patitas en la calle… y lejos de la de Ferraz a ser posible.
Sus fieles no saben qué cara
poner, aunque habituados al ejercicio contorsionista que han llevado a cabo en
los últimos tiempos, se retuercen como culebras y a la vez intentan retorcer la realidad, explicando que cuando Pedro habla de los podemitas, se refiere el “Podemos
social”, a los que militan hoy entre los circulares y antes pertenecían a las
filas socialistas.
Ellos que van a decir; bastante tienen con
haber unido su suerte a la de este orate, al que alguien, muy hábil por cierto,
ha convencido para que soltara el acta y se transformara en un “animal
televisivo”. La idea es que supla su ausencia como representante electo, con una
exhibición continuada en la tele. Para entendernos, algo parecido a lo de Pablo Iglesias, mucha tele, muchas tertulias y a ganar las primarias cuando se convoquen.
El que lo convenció, ha hecho el
mismo papel que Bruto llevó a cabo cuando el jaleo de los Idus de marzo,
claro que Sánchez que es bastante tronco, todavía no sabe que el que le dio el
consejo, le propinó una puñalada trasera y atravesada de pronóstico muy grave, siente dolor, le parece que sangra, pero no sabe exactamente que le ha sucedido.
Tras verle en Salvados, no le
arriendo la ganancia si su porvenir depende de lo que haga y diga en la tele.
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