¿Qué tiene que pasar para que el PSOE rectifique?
Resulta difícil comprender qué
diablos estarán pensando los de la gestora del PSOE mientras que en el partido que en teoría debieran
gobernar, cada cual hace lo que le sale de las narices y no pasa nada. A
cualquier persona medianamente dotada de sentido común le hubiera parecido
prioritario, por no decir urgente o quizás vital, asumir la tarea de pacificar
al levantisco grupo parlamentario socialista en el Congreso, en el que parece
que sale gratis o casi, pasarse por el arco del triunfo, algo que parece tan fundamental, como es la disciplina de voto.
Mientras tanto la gestora da muestras de su debilidad política en cuanto Podemos sale a
los medios y los acusa de esa supuesta connivencia con Rajoy y el Partido
Popular. Ahí está para demostrarlo el absoluto ridículo que protagonizaron a cuenta de la
presidencia de la Comisión de Exteriores del Congreso. Intentan ir
poniendo paños calientes sobre asuntos que son de una extrema gravedad y así les luce el pelo.
Ahora Idoia Mendía, sanchista de
pro, les mete un gol por toda la escuadra y firma un pacto con el PNV, sin que
Ferraz conociera los términos. Lo dijeron ellos cuando afirmaron que valorarían
el pacto cuando conocieran el contenido y la amiga Idoia ha tomado la iniciativa y se
olvida de eso tan importante de que en el PSOE la política de pactos la fija el Comité Federal y firma un acuerdo en el que se aprueban asuntos tan
espinosos como el “derecho a decidir”, el concepto de Euskadi como nación o asuntos relacionados con ETA.
Fue la propia gestora la que dijo
desconocer el contenido del acuerdo y que por eso declinaban hacer cualquier
tipo de valoración. Pues ahora que todo el mundo lo conoce, hasta Javier
Fernández, lo que ya es decir, la Gestora que tan brillantemente dirige ha
decidido aceptar el trágala que le ha lanzado Idoia Mendía y Mario Jiménez su
portavoz, ha declarado sobre el pacto
PNV-PSE: "Nos parece buena fórmula porque aporta estabilidad" y ni siquiera se ha ruborizado.
Pero resulta que en ese pacto se
habla del derecho a decidir, una de las líneas supuestamente rojas que tiene el
PSOE y por eso añade que “Las cuestiones vinculadas a la planta territorial
del Estado y otras cuestiones las miraremos con atención”, afirmación que
supongo ha conseguido que les tuvieran que hacer el boca a boca a Urkullu y
Mendía para que se recuperaran del ataque de risa que les habrán producido las
declaraciones del portavoz de esa desdichada Gestora, que ha conseguido el milagro de “resucitar”
a Pedro Sánchez que había permanecido en un férreo mutismo, hasta que la
debilidad de sus enemigos le ha animado a poner en marcha de nuevo su página
web.
Puedo comprender que la política
es el arte de lo posible y a veces lo posible no está al alcance de todos, pero
me parece inaceptable la conducta cobarde y contumaz de la gestora socialista que
no puede siquiera acogerse al éxito de su gestión, porque la encuesta electoral que ayer publicaba La Razón les
sacude un varapalo, tamaño catedral de
Burgos.
De acuerdo a esa encuesta, el PP que sigue creciendo en intención de voto, alcanzaría en el caso de celebrarse elecciones en este momento, entre 155 y
159 escaños, el PSOE que pagaría la “brillante” y timorata actuación de su
Gestora, conseguiría un paupérrimo resultado, entre 67 y 71 diputados, UP estaría entre 67 y 73 y Ciudadanos para variar
perdería escaños y se quedaría entre 27 y 30 diputados.
Estas son la cifras, pero hay que
considerar que el Partido Popular en el año del “No, es no”
ha ganado 36 escaños, lo que daría que pensar a cualquiera, excepción hecha de
los de la Gestora que ya no saben que desatino cometer para que les bajen aún más
los números, que son de preocupar. El PSOE ha perdido desde el pasado
26J aproximadamente un millón y medio de
votantes, una pérdida que llevaría a cualquier dirigente al suicidio ritual o
como mínimo a la dimisión, pero no a los de Ferraz, que están encantados de la
vida, porque dicen que ese millón y medio de ciudadanos que los ha abandonado, no se
han ido –por ahora- con los de Podemos, pero como sigan insistiendo en dejarse
llevar por las críticas de Iglesias, más pronto que tarde, cuando estos ex
votantes se desengañen se irán con los podemitas y bastante habrán aguantado.
Hablan de construir un nuevo PSOE
con vocación de mayorías, pero al paso que van lo de un partido socialista que
gobernaba o que cuando perdía lo hacía con cierta dignidad, pasará a la
historia. Empezaron conformándose con ganar a Podemos, ahora que el
sorpasso está cantado, se congratulan con el rollito ese de que nuestros votantes van a la
abstención y si siguen así, no sé yo ni ellos tampoco, dónde van a acabar.
El PSOE que viendo las encuestas
no puede permitir que Rajoy - al que cada vez les resulta más difícil culpar
gratuitamente como hasta ahora han hecho los socialistas - convoque nuevas
elecciones, en las que seguro iban a perder la cabeza, se muestra conforme con
un pacto en el que acepta debatir sobre el “reconocimiento de Euskadi como
nación” y el "reconocimiento del derecho a decidir”. Me pregunto qué hará
falta que suceda, para que el PSOE rectifique.
¡Qué barbaridad!
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