El PSOE pacta con el PP, mientras presume de "oposición útil" en el Congreso.
En el PSOE presumen de ejercer la
“oposición útil” a Rajoy frente a la inoperancia de UP. Es una pena que no sean
capaces de olvidar la existencia de Podemos, a los que vigilan con su ojo
izquierdo de manera constante, pero lo cierto es que han adoptado un sistema
que les permite competir con los de UP en el Congreso y a la vez concitar acuerdos
con el PP, que les garantizan que Mariano Rajoy apostará por una legislatura
larga, en lugar de convocar elecciones para el próximo mes de junio.
El PP ha conseguido aprobar con
el apoyo del PSOE la subida del salario mínimo del 8%, la senda del déficit del
0,6% para las CC.AA en 2017, una décima por encima de lo que proponía el PP. Aprobaron
también la modificación de la regla de gasto, la eliminación de una serie de
deducciones en el impuesto de sociedades, la subida de los impuestos especiales
(tabaco y alcohol), un gravamen para las bebidas azucaradas y el comienzo de la
eliminación de los topes en las cotizaciones sociales (destope).
Ahora le toca a la LOMCE, la
controvertida ley de educación puesta en marcha en la legislatura anterior,
cuya derogación pedía y pide unánimemente toda la oposición. Sin embargo el PP ha
conseguido un acuerdo con el PSOE que le garantizará blindar alrededor del 50%
del contenido del texto legal.
El PP ha conseguido que no hubiera diecisiete
planes de estudio, tal y como pretendía la oposición, el gobierno mantendrá la competencia en la definición de los contenidos
curriculares, definirá el contenido de las evaluaciones finales, se mantendrá
el distrito único universitario y se aceptan todas las exigencias que Bruselas ha marcado sobre
Educación. Un acuerdo importante que salva de una situación muy difícil al
gobierno de Mariano Rajoy.
Bien por el PP, que a costa de
ceder ha conseguido objetivos importantes y bien por el PSOE que ha sabido
ejercer una oposición responsable a nivel de acuerdos extra parlamentarios, lo
que le ha permitido anotarse una serie de puntos positivos sobre los seguidores
de Iglesias, que hay que decirlo porque es verdad, en el Congreso no tienen ni
idea de lo que hay que hacer. Desde el comienzo de la presente legislatura, UP
ha demostrado sobradamente que son un cero a la izquierda en lo que hace
referencia al trabajo legislativo y parlamentario.
Por otro lado el PSOE lleva a
cabo una doble política, en el Congreso vota en contra del PP, para tras
lucirse en la Cámara y los medios, llegar a acuerdos con el gobierno. No es
que sea muy honesto aunque sea comprensible, porque están jugando clarísimamente con dos barajas, a
sabiendas que las Proposiciones no de Ley que se aprueban en el Congreso no son
vinculantes. El Ejecutivo no tiene que ponerlas en marcha aunque la
mayoría de la cámara las haya votado a favor. Por eso el PSOE puede votar a
favor de la supresión de la LOMCE y a la vez pactar con el PP un acuerdo que
salva el 50% de la ley.
Una política que, como ya
comentaba hace unos días, ha dejado sumidos en el desconsuelo a Ciudadanos y podemitas, que han visto como la aritmética parlamentaria les ha jugado una
mala pasada. El pacto PP-C, s, ya saben el de las 150 “exigencias” que decían
los naranjitos, ya no vale gran cosa, de hecho Albert Rivera ve como ante sus
ojos el Partido Popular ignora sus “exigencias” en materia de impuestos,
amnistía fiscal, inversiones, etc., etc. y consigue acuerdos satisfactorios con el PSOE,
aunque ambos partidos de manera harto condescendiente hayan afirmado que son
conscientes de la importancia de Ciudadanos, al que consideran parte de la oposición
reflexiva y por tanto útil. Que lo serán, no digo yo que no, pero se nota más bien poco, por no decir nada.
El PP mal que bien va preparando
el terreno para que se aprueben los Presupuestos, en ello trabaja denodadamente
el PSOE que intenta convencer al PNV para que los vote a favor y no les obligue
a abstenerse, por otra parte y de cara a otro asunto vital para la estabilidad
de la política española, Rajoy ha mandado a Cataluña en calidad de “embajadora
plenipotenciaria” del gobierno a Soraya Sáenz de Santamaría, a la que
han habilitado un despacho en la Delegación del Gobierno, que llevará a cabo
una labor política muy importante y que tiene muy moscas a Puigdemont, Junquera y
compañía, nadie podrá decir ya que Mariano Rajoy evita el diálogo y el “problema
catalán”, lo va a hacer y en la propia Cataluña.
El PSOE juega al sí en los
acuerdos con el PP, porque le conviene y al no en el Congreso en el que sigue
una política de oposición durísima, que sin embargo no impide en ningún caso llegar a pactos con los populares, para desesperación de podemitas y
naranjitos.
Pudiera parecer que el panorama político resulta novedoso, pero al final esto queda en el viejo y conocido bipartidismo de siempre,
con los “emergentes” mirando los toros desde el quinto anfiteatro.
Así es la vida de dura para las
ambiciones de algunos.
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