De cuero ajeno, correas largas
Overbooking ministerial |
No sé cuál será el motivo, pero a
mucha gente le repatean los refranes y las personas que tenemos la costumbre de
utilizarlos, de tal manera que los “contra refraneros” han creado algunas
máximas en las que se nos pone cual chupa de dómine. A tal fin les ha bastado
rimar refranero con puñetero, majadero o putañero, que no sé yo que relación
pueda existir entre la inocente afición por los refranes y el trato con
señoritas de moral dudosa.
Reconozco que soy un refranero impenitente y buscando título para esto que ahora leen, dudaba entre la expresión que reza “Disparar con pólvora del rey” o el refrán ese del cuero y las correas, que los dos señalan la mala costumbre de gastar muy generosamente cuando el gasto producido lo pagan los ajenos o el monarca de turno.
Reconozco que soy un refranero impenitente y buscando título para esto que ahora leen, dudaba entre la expresión que reza “Disparar con pólvora del rey” o el refrán ese del cuero y las correas, que los dos señalan la mala costumbre de gastar muy generosamente cuando el gasto producido lo pagan los ajenos o el monarca de turno.
Escogí “De cuero ajeno, correas
largas” por mi confesa afición por los refranes y porque creo firmemente que D.
Pedro Sánchez - que desde que llegó a La Moncloa está derrochando el dinero
público a manos llenas - gasta de lo ajeno, es decir del dinero habido de
nuestros impuestos y que en ese malgasto nada tiene que ver S.M D. Felipe VI.
Decía Sánchez, antes de la
moción de censura, naturalmente, que su compromiso estaba con la austeridad y la regeneración. Está claro que “Una cosa es predicar y otra muy distinta repartir trigo” porque
fue pisar moqueta y descolgarse nombrando a un gobierno de diecisiete
ministros, frente a los trece con los que se bandeaba con naturalidad Mariano Rajoy.
Resulta inadmisible que, para una
legislatura que a todo meter tiene un horizonte de dos años de duración, Sánchez
se olvide de su compromiso con la austeridad y nombre un gobierno que ha aumentado el coste salarial del Consejo de Ministros socialista en un 30% si lo comparamos con el gobierno saliente. No contento con ello y ya puestos a derrochar nuestro dinero, el presidente ha nombrado
a unos asesores que nos van a costar a usted y a mí, un 25% más que nos costaban los del PP.
Fastuoso refrán socialista |
Si no fuera por lo que presumen
los de Ferraz que si los escuchas, tal parece que Sánchez haya inventado esto de gobernar a
España y los españoles, teniendo presente la paupérrima formación del inquilino
de la Moncloa en lo que se refiere a la Administración Pública, podría
entenderse el aumento de la tropa de asesores. Al fin y a la postre Pedro
necesita toda la ayuda que se le pueda ofrecer; pero no vayan a creer ustedes que
los asesores monclovitas han sido elegidos entre lo más selecto de nuestra
intelectualidad, se alzan muchísimas voces que muestran su escándalo ante la
falta de calidad de los que teóricamente tienen que ayudar al presidente del gobierno.
Pero como es muy cierto eso de “Dime
de qué presumes y te dirá de lo que careces” estaba muy claro que en cuanto Pedro
Sánchez prometió que iba a ir de austero, estábamos listos de papeles tal y como
los hechos demuestran. Porque no contento con el excesivo gasto salarial de su
gobierno y asesores, en menos de dos meses ha colocado en empresas y organismos
públicos a quinientos coleguitas de los que la inmensa mayoría no tienen otro
mérito reconocible que el de poseer el carné del PSOE o ser amiguetes del líder
socialista. Resulta repugnante el ejercicio de nepotismo que realiza el mismo que
prometía que su gobierno estaría dedicado a la regeneración política.
Y no es el dinero que nos cuestan
a todos esas correas largas con las que premia a sus amigos y correligionarios,
que también, lo peor es que Pedrito ha dejado a nuestra Administración Pública temblando;
porque los personajes con los que la ha colonizado no tienen la capacidad ni idoneidad necesarias para hacer frente a la labor por la que van a cobrar unos sueldos importantísimos. Así que, “Tras cornudos, apaleados”. Nos resultan carísimos y son malos como la
carne de pescuezo.
Aumenta el presidente socialista
el gasto público sin necesidad alguna y para hacerle frente afirma que no cabe
otra solución que no sea la subida de impuestos, pero que no nos preocupemos
porque esa subida la absorberán “los que más tienen”: Las multinacionales y la
banca.
Ya expliqué que eso es una milonga descomunal, porque el derroche socialista lo vamos a pagar los ciudadanos de a pie y de muy mala manera, que comienzan a sonar avisos que nos advierten que probablemente en lo económico puedan pintar bastos. Debieran los socialistas y sobre todo su líder informarse porque resulta que la recaudación fiscal aumentó en 7.702 millones en 2017 sin necesidad de subir los impuestos.
Ya expliqué que eso es una milonga descomunal, porque el derroche socialista lo vamos a pagar los ciudadanos de a pie y de muy mala manera, que comienzan a sonar avisos que nos advierten que probablemente en lo económico puedan pintar bastos. Debieran los socialistas y sobre todo su líder informarse porque resulta que la recaudación fiscal aumentó en 7.702 millones en 2017 sin necesidad de subir los impuestos.
En el pasado ejercicio – cuando
gobernaba Rajoy - los principales tributos recaudaron 194.000 millones de
euros, lo que supone un aumento del 4,1% interanual. Habrá quién pregunte cómo
se puede recaudar más sin subir impuestos. Es muy sencillo, sólo hace falta que, como sucedió durante el año 2017, sigan creciendo
en el 2018 las rentas de los hogares españoles y continúe la recuperación de
los salarios.
Basta continuar con las
políticas laborales del PP. Desgraciadamente no va a ser así y Pedro Sánchez seguirá haciendo
bueno el refrán que titula el presente escrito y los de siempre pagaremos las
largas y lujosas correas que corta a dos manos con entusiasmo el funesto líder socialista.
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