Los mayores somos un grupo de riesgo
En España de siempre el ingenio popular ha estado por encima de la manipulación y de la falsedad del poder. La crítica popular, ejercida desde el sarcasmo y el humor tiene una fuerza como quizás no encontremos en otros países; alguna virtud hemos de poseer y ésta nos viene muy bien, sobre todo ante el penoso presente que vivimos y el negro porvenir que nos espera.
Hoy quiero hablar de los "mayores" y lo entrecomillo porque es un concepto más bien nebuloso y poco preciso. Me imagino que nació del buenismo de esta sociedad a la que supongo que en un momento dado lo de llamar viejos o ancianos a los viejos les pareció mal.
Digo que es nebuloso y poco preciso porque si le preguntan a un adolescente quiénes están incluidos en ese grupo seguro que entiende que los cincuentones forman parte de él. Pero si le pregunta a un jubilado de 65 años, que goce de buena salud, les dirá que para estar incluido en la categoría hay que haber cumplido como poco 75 años. No me lo invento, hace unos días hablaba con un amigo de lo del coronavirus y me decía muy convencido, tranquilo Miguel, que por lo visto eso sólo se carga a los "yayos" y mi amigo es de mi quinta, que no voy a cumplir los 74 años.
Y hoy quería hablar, de los "yayos", los jubilados, los retirados, los pensionistas, en definitiva de los mayores. Recordaba yo el papel que tuvimos - el que sea cofrade que coja su vela - a cuenta de la crisis económica del 2008, ya saben la que nos regaló ZP. Y recuerdo como en aquella época tan dura, los mayores, supimos ser la red solidaria que sostuvo a la sociedad española cuando el paro acababa con las posibilidades económicas de nuestros jóvenes.
La pensión de muchos jubilados salvaron el problema a mucha gente. Pusimos lo poco que teníamos al servicio de los hijos, a los que los socialistas habían mandado al paro, avalamos lo que hubo que avalar, cuidamos a los nietos y nosotros, los mayores, sí supimos hacer lo que hacía falta, cuando hizo falta y dónde hizo falta y eso no lo pueden decir muchos y menos el orate que hoy nos gobierna.
Paradójicamente se nos reconoció la labor que permitió que la sociedad española no saltara por los aires, cuando los que estaban en el gobierno durante la crisis, los padres del paro que arrasó tantas economías familiares, habían pasado a la oposición y entonces les convenía reconocer, lo que no agradecieron cuando gobernaban.
Tengo que decir una cosa porque si no reviento. En este presente que nos ha tocado vivir echo en falta aquellas asociaciones, teóricamente apolíticas, pero muy reivindicativas que se organizaron impulsadas y financiadas por el PSOE, que se manifestaban contra el gobierno del PP. ¿El motivo? Los recortes, las pensiones, lo que hiciera falta...
Seré raro pero los echo en falta, ya sé que no se pueden manifestar en la calle, porque ese derecho se cerró tras la manifestación del 8M, pero los echo de menos en las redes sociales, por ejemplo. Claro que igual peco de iluso y están, pero defendiendo a los social-comunistas, cuya gestión de la presente crisis no tiene defensa posible.
Pero a pesar que cómo es lógico los mayores del 2008 tenemos más años y estamos algo jostidiados con el rollo de saber que como te pille el bicho, el carnet de identidad nos va a mandar de cabeza al "desolladero", porque por desgracia el gobierno se ha vuelto a columpiar y no hay suficientes medios para atender a todos y por lo tanto el personal sanitario debe utilizar lo que tienen, para salvar a los que tengan más probabilidad de vivir, digo que a pesar de eso, los mayores volveremos a estar en nuestro sitio.
Que también es mala suerte la de comerte dos crisis en apenas doce años en las que por desgracia lo que le sucedió al país fue simplemente que la solución, estaba en manos del problema.
Ahora nuestras pensiones volverán a ser necesarias para hacer frente a la recesión que está llegando y como probablemente nuestros hijos serán de los muchos que el gobierno vaya a dejar atrás, habrá que volver a hacer economía de la de verdad y con nuestra pensión atender a todas las necesidades de nuestra gente.
Oiga y si al final nos coge el bicho y no hay medios para salvarnos, pues más se perdió en Cuba y venían cantando. Tocará hacer poco ruido y molestar lo menos posible y emprender ese camino que no tiene vuelta atrás, con la satisfacción de haber hecho lo que hacía falta, cuando hizo falta y donde hizo falta; que para ser un puñetero grupo de riesgo no está nada mal.
NOTA: Éste escrito se publica también en el digital El Diestro. Aquí les dejo el enlace a ese medio, que merece la pena leer.
https://www.eldiestro.es/
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