Nadie se quedará atrás
Encuesta de GAD3 para ABC |
Escuchaba a Pedro Sánchez en su
enésima comparecencia de esta semana y he vuelto a lamentar que el narciso
socialista sea incapaz de comunicar con la opinión pública sin adoptar un tono
mitinero y de autobombo, que debo reconocer me crispa.
Hoy una de las ideas fuerza de su
intervención la frase "nadie se va a quedar atrás", repetida una y
otra vez me puso los pelos de punta porque no creo que haya nadie en España que
ignore que la palabra de Sánchez vale menos que un billete de 6 euros, desgraciadamente
muchos ciudadanos se quedarán atrás, sin que a Sánchez le vaya a importar lo
más mínimo.
Ha dicho que no era momento de
hablar de errores, que ya habrá tiempo para eso cuando hayamos vencido a la
epidemia y entonces podremos aprender del estudio de los errores cometidos. Eso
no va a suceder porque si algo define la ejecutoria de Pedro Sánchez es su
absoluta incapacidad para la autocrítica, que ya le iría bien, porque si es
cierto que de los errores se aprende y este gobierno milagrosamente se pusiera
a la tarea de analizar sus equivocaciones, iban a salir del trance sabiendo más
que los siete sabios de Grecia.
En España, lo dice la encuesta de
GAD3 para ABC el 80,1% de los ciudadanos afirman que promover las
manifestaciones del 8 de marzo fue una irresponsabilidad del Gobierno, pero
todavía estamos esperando que Pedro Sánchez pida perdón por ese error, que no
fue tal, porque el gobierno estaba en posesión de los datos que avisaban de lo
que podía suceder y además la UE le había advertido que no se permitieran
reuniones multitudinarias.
Hemos vuelto a escucharle decir: “Vamos
a hacer lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta”, nos ha
explicado otra vez que las decisiones del gobierno han estado avaladas por la
opinión de los expertos y que lo de la epidemia es algo que nadie conocía y que
no había un manual para tomar las medidas oportunas.
Empecemos por la última afirmación,
la irrupción del coronavirus ha sorprendido a todo el mundo, pero cuando llegó
a España, otros países habían tomado iniciativas y unas habían demostrado que
eran positivas y otras no, que estos del gobierno no han inventado nada, han copiado
tarde y mal lo que se ha ido haciendo en Italia, con algún toque asiático.
Sobre la opinión de los expertos,
pues según y como, porque antes del 8M epidemiólogos muy prestigiosos, entre
ellos los de la UE, advirtieron de la imprudencia de convocar una manifestación
y esas opiniones se ignoraron, quizás deberían decir la verdad y es que ellos
cuentan con unos expertos de cámara que dicen lo que el gobierno quieren que
diga. La OMS exige la realización generalizada de los test para contener el
avance de la epidemia y ahí tienen a nuestro gobierno, al que algún experto
habrá engañado, realizando los test del covid-19 sólo a personas hospitalizadas
y a personal sanitario y sociosanitario y otros servicios esenciales. Así que
ya les digo las opiniones de los expertos las aplican según convenga.
Y para terminar, lo de vamos a
hacer lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta, es una patochada
que no admite el más mínimo análisis. Este gobierno no ha actuado cuando ha
hecho falta, todo lo contrario ha ido siempre por detrás de la realidad y así
nos luce el pelo que ya estamos infectando más rápido que en Italia.
Me viene a la mente un concepto
muy útil para separar el grano de la paja: Cuando las palabras contradicen a
los hechos, me quedo con los hechos. Y los hechos son los que son, de no tener
más de dos o tres casos diagnosticados, que dijo en su momento el gobierno de
la Ciencia, a padecer 11.309 infectados, 509 fallecidos y afortunadamente 1.028
pacientes recuperados. No han hecho lo que tenían que hacer y por mucho discurso hagiográfico que nos lancen,
ya se ha quedado muchísima gente atrás.
Hablando del Plan de Choque, no
sé qué decir, porque igual pasado mañana nos castiga con otra comparecencia y
nos explica otro plan nuevo. Lo de hoy significa que lo que nos ofreció como
plan de choque la pasada semana no servía ni para tacos de escopeta, me
temo que ha sonado muy bonito en la tele, será menos bonito visto en el BOE y
cuando se aplique, no lo va a conocer ni la madre que lo parió.
Debe sufrir una patología que le
impide decir la verdad o es un cínico inconmensurable y por eso hoy ha
felicitado al personal sanitario que tienen que estar con el presidente que
echan las muelas, porque los ha mandado a pelear contra el virus con una mano
atada a la espalda.
Le hemos oído decir en multitud
de ocasiones que tenemos un sistema sanitario muy potente, no discutiré la
calidad del componente humano de nuestra Sanidad, pero amigos míos, este inútil
ha conseguido que un sistema potente haya quedado sobrepasado no por la
epidemia sino por la falta de previsión y
capacidad logística del ejecutivo que ha permitido que se hayan agotado
los equipos de protección individual, las camas de la UCI y los respiradores
imprescindibles para luchar con éxito por la vida de los infectados, que igual
llegarán, pero tarde como de costumbre.
Desde esa Sanidad doliente se
alzan voces pidiendo que se cree un protocolo que permita establecer una
clasificación de pacientes. Los médicos quieren que ante el más que probable
colapso de las urgencias y UCI, s hospitalarias se establezca por parte de las
autoridades sanitarias un protocolo que determine como llevar a cabo el
"reparto de recursos" o su optimización, que para entendernos
significa que cuando no haya medios suficientes habrá que decidir a quien se
atiende y a quien no y los médicos no quieren cargar con esa responsabilidad
añadida.
Todos sabemos que no hay mascarillas o se consiguen con mucha dificultad, pues resulta que la
Generalidad de Cataluña posee una empresa que produce mascarillas. Administra
la fábrica el Centro de Iniciativas para la Reinserción de la consejería de
Justicia, pero la Generalidad está exportando las mascarillas a Italia, lugar
en el que parece que sí existen expertos capaces de conseguir mascarillas hasta
de debajo de las piedras.
He seguido la intervención atentamente,
el grado de infantilismo del presidente resultaba difícil de digerir, la
actuación de Sánchez me ha parecido manifiestamente mejorable, un discurso que
había leído poco y aunque lo tenía en el telepronter se le notaba. Muy
preocupado de su imagen se percibía como desde detrás de las cámaras le
corregían la postura y sobre todo la posición de las manos.
Si hablando de lo que estaba
hablando, Pedro Sánchez estaba sobre todo preocupado por como "salía en la
tele”, eso nos dice claramente que éste no va a ser el presidente que nos saque
de este lío, será el que nos metió en él, pero no creo que sea capaz de aportar
soluciones a lo que se nos viene encima.
Desgraciadamente muchos nos vamos
a quedar atrás.
NOTA: Éste escrito se publica también en el digital El Diestro. Aquí les dejo el enlace a ese medio, que merece la pena leer.
https://www.eldiestro.es/
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