Para que no se queje, por su perfil izquierdo
El otro día, en una comparecencia montada con todo lujo de detalles para el lucimiento personal de Pablo Iglesias en la que le hacía los coros el ministro de Sanidad Salvador Illa, nuestro inefable Vicepresidente 2º soltó un discurso que por manido no voy a recoger, pero hubo detalles que sí me gustaría señalar.
Para empezar y dejando de lado cualquier tinte ideológico, me repugna el hecho de que un Vicepresidente del Gobierno de España, sea tan irresponsable que, pese a estar en cuarentena, ponga en peligro la salud de muchos trabajadores que no tienen más remedio que soportar su proximidad, sin medida de protección alguna.
Por mucho que se empeñe por demostrar lo contrario, resulta público y notorio que el Pablo Iglesias defensor de los trabajadores, si existió realmente alguna vez, desapareció para mutar, como una cepa de virus cualquiera, en marqués de Galapagar y eso amigos mío no tiene remedio.
Solemne, afirmó que era lo público lo que nos iba a salvar y continuó añadiendo que lo público nunca se pone de perfil, una afirmación populista y demagógica que en España creerán muy pocos. Porque administrando lo público está el gobierno, al que por cierto él pertenece y si algo tenemos claro todos los españoles es que nuestro gobierno, desde el principio de esta crisis, no ha hecho otra cosa que ponerse de perfil, pretendiendo que ignoráramos la gravedad de lo que se nos venía encima.
Y habría que aclararle al podemita, que naturalmente lo público es lo que nos debe salvar de este terrible problema y que nadie puede ponerse medallas por eso. Es lo público alimentado por los impuestos de todos los españoles el que debe responder de la Seguridad, de la Educación y naturalmente de la Sanidad.
Cuando hablo de lo público, no hablo de sus servidores, admiro la entrega de los funcionarios, del personal sanitario, de los militares, pero me parece que Iglesias se patina y ya van demasiadas veces, porque él que es uno de los responsables de administrar lo público, lanza a la clase trabajadora con una mano atada a la espalda, a combatir la epidemia.
Trabajando sin los medios suficientes y sin la suficiente protección individual, ahí están las cifras de contagio entre el personal sanitario para demostrarlo y desgraciadamente tendremos que soportar las que sufrirán policías nacionales, guardias civiles, policías locales y militares que están dando la cara sin los medios imprescindibles para hacer frente a la epidemia. Y en eso, lo público ha fallado estrepitosamente, no ha habido políticas de prevención dignas de tal nombre y precisamente lo público ha demostrado una incapacidad abrumadora para solucionar los problemas de tipo logístico.
Claro que en el fondo el podemita lo que quería insinuar, es que lo público es mejor que lo privado y ese es un asunto que convendría discutir con más tiempo; pero si se refería a la Sanidad, que a eso iba el podemita, alguien debería explicarle que ya no hay medicina privada en España, al menos desde el Real Decreto del Estado de Alarma.
Por otra parte la realidad ha demostrado que esa opinión sobre la excelencia de lo público sobre lo privado no la comparten sus compañeros de gobierno y que más le hubiera valido estarse callado, porque a Carmen Calvo, Vicepresidenta Primera - a la que desde aquí, le deseo lo mejor- que está enferma, se le ingresó en una clínica privada, por cierto en la misma en la que están los parientes del Presidente Sánchez. Así que en Madrid y cuando el asunto pasa de la teoría política a la práctica, cuando la cosa se pone negra, pero negra de verdad, los que pueden, se acogen a la medicina privada y eso por algo será.
Decía en esa intervención Pablo Iglesias que los esfuerzos que no hagamos hoy, serán nuestras desgracias de mañana. Debería haberse ahorrado el latiguillo mitinero, porque desgraciadamente está muy claro que los esfuerzos que no hizo en su momento nuestro gobierno son los que nos han traído las desgracias que hoy sufrimos.
Ahora toca rezar por la salud de Carmen Calvo y de Pedro Sánchez, porque como caigan a cuenta del coronavirus, quien se queda al timón de España y los españoles es Pablo Iglesias y esa desgracia creo que tendría un resultado de consecuencias imprevisibles.
Y es que se ponen a jugar a esa especie de monopoly político que es nuestro gobierno, que se formó como se formó y jugando, jugando, se llevan por delante el porvenir de España y los españoles.
NOTA: Éste escrito se publica también en el digital El Diestro. Aquí les dejo el enlace a ese medio, que merece la pena leer.
https://www.eldiestro.es/
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