Mientras el gobierno impulsado
por su necesidad de crear noticias “positivas” nos tiene a todos entretenidos
con el desconfinamiento de los niños y la desescalada del encierro de los
mayores, la realidad, que es muy tozuda, desmiente frontalmente ese clima de
moderado optimismo que se pretende inocular en las conciencias de los
españoles. Las cifras no son todo los buenas que cabría esperar, más de tres
mil nuevos infectados al día, sigue siendo una cifra muy mala, pero Pedro
Sánchez presionado por sus errores siente la necesidad de darnos
algo que nos consuele.
Los expertos están en desacuerdo
con las medidas que propone el gobierno que está jugando a la ruleta rusa con
nuestra salud. Nadie sabe lo que va a pasar, lo dicen los epidemiólogos, porque
falta información y esa información sólo la puede dar el testado masivo de la
población, que por mucho que mienta el gobierno, no se está haciendo; ni
siquiera ha comenzado el estudio de seroprevalencia, una de las herramientas
más necesarias para adoptar decisiones con conocimiento de causa, que el
gobierno prometió que comenzaría hace aproximadamente tres semanas y sigue
durmiendo en el inmenso cajón de las promesas incumplidas de Salvador Illa.
Por lo tanto las medidas que adopte
el gobierno no ofrecen garantía alguna, nadie sabe cómo se comporta la epidemia
y estamos jugándonos la salud pública a cara o cruz, por mucho que asuste la idea, se están tomando decisiones muy importantes, basadas en el
interés político del gobierno, que sigue instalado en el intento de tapar bocas
para justificar una gestión que no tiene ya otra defensa que la acción de la
agitación y propaganda zurda, el silencio cómplice de muchos medios de comunicación y la defensa a ultranza que hacen muchos de sus
partidarios, dispuestos a ignorar a los más de 20.000 muertos, con tal de
proteger a los “suyos”.
Hay gente que cree que está a
salvo de la epidemia, los hay a los que nada preocupa la hecatombe
económica que tenemos entrando ya por la puerta de nuestra economía y lo que
haga el gobierno les da igual, ellos creen estar a salvo. A pesar de ello me
parece muy comprometido defender a un gobierno que objetivamente ha fracasado
estrepitosamente en su acción contra la epidemia.
Ahí están las cifras, ahí
están las opiniones de los expertos independientes, ahí están los titulares de
la prensa internacional, ahí está Europa, todos dicen lo mismo, el gobierno de
Pedro Sánchez ha actuado tarde y mal. A esa fatal actuación hay que añadir la abismal incapacidad
del ejecutivo para reconocer la verdad y el brutal empecinamiento demostrado
por los social comunistas para maquillar la realidad o directamente mentir
sobre ella.
Queda mucho zurdo que abducido por la
idea de qué sólo la izquierda nos puede salvar, defienden la acción del
gobierno. Llevan cuarenta años escuchando que la izquierda está en posesión de
una superioridad moral que la justifica, les han dicho que la izquierda es
buena y todo lo hace bien, mientras que la derecha es mala per se y hay que
acabar con ella y ahí están, con parientes enfermos o fallecidos, en el paro,
en un ERTE y siguen defendiendo y alabando la acción del gobierno.
Estamos en muy mala situación con
un gobierno que adopta medidas decisivas sin la información necesaria, un
gobierno denostado por Europa, la prensa internacional, por muchísimos de sus ciudadanos,
por las estadísticas y que sigue sosteniendo que han actuado mejor que muchos y
no ha reconocido ni un solo error grave en su actuación.
Viene la crisis económica que el
gobierno oculta y que algunos califican como una auténtica hecatombe. Con la industria
turística liquidada por la epidemia el PIB nacional va a sufrir, pero hay regiones españolas que van de cabeza al
hambre. Por ejemplo, el 35% del PIB de Canarias lo produce la industria
turística, no sé cuánto aportan las actividades que se generan alrededor del
turismo, bares, restaurantes, tiendas, souvenirs, actividades recreativas o
culturales, alquiler de coches…, pero tiene que ser un tanto por ciento muy importante porque
en Canarias no hay otra industria. En Canarias y otras zonas turísticas vamos
directos a la ruina más absoluta y el gobierno se está llamando andana.
El paro en España se calcula, en una estimación optimista, que
estará por encima del 20% durante dos años como poco, miles de empresas
quebrarán y el Gobierno ya se ha gastado el dinero que tenía, incluido el que les
sacó a los autónomos y ha liquidado la capacidad de endeudamiento de España,
por tanto poco o muy poco se puede esperar de las arcas del Estado. Ahí está
Pedro Sánchez solicitando a la UE la creación de un fondo 1,5 billones de euros
financiado con una deuda perpetua común, ignorando que las normas de la
Comunidad prohíben taxativamente esa figura.
Gracias a los social comunistas hemos
conseguido ser un problema para Europa, tanto en el aspecto sanitario como en
el económico. En Italia se afirma que Pedro Sánchez está pidiendo el rescate
europeo, hay que recordar que por mucha propaganda que se le haya hecho, la CE no
es más que un pacto entre mercaderes, la creación de Europa como organización
supranacional no ha sido nunca una prioridad y en cuanto seamos una carga demasiado
pesada nos van a dejar caer. El resultado de la salida de la UE para España lo
dejo a su imaginación.
No dejen que los engañen, las
medidas del gobierno no están sostenidas por un criterio científico, los
epidemiólogos no tienen los datos suficientes para resolver el problema, se
toman en función de la presión que siente el gobierno, que se ha convertido en
un peligro para todos nosotros, cuiden de su salud y de la de su familia y
prepárense para una crisis como no han vivido nunca.
Dicen que va a ser como la crisis que
sufrimos en la posguerra, que muchos de ustedes afortunadamente no han conocido, pero que para que
se hagan una idea fue conocida en España como la de “los años del hambre”.
A veces, creo que tenemos - yo el
primero - lo que nos merecemos.
Son palabras muy sabias las suyas que yo subscribo al 100%, pero la gran mayoría de la gente que vive en la abundancia de todo, desconoce la historia, la verdad, el hambre y se toma el seguimiento a estos bandoleros -que se dicen- de izquierda como si de un equipo de fútbol se tratara, como algo romántico para combatir a los ricos capitalistas, que en muchos casos son ellos mismos con su forma de vida. Será necesario que llegado el caso aprendan de la experiencia, pero para entonces ya será tarde y no habrá vuelta atrás. Habrá muchos más muertos por paro, miseria y suicidios de los que haya por el virus. La soberbia inocencia de muchos se lo merece. http://bit.ly/2EtvF5n
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