La preocupación del Gobierno es la propaganda
La única lucha que se ha tomado
en serio el gobierno de Pedro Sánchez es la que ha llevado a cabo para cuidar
la imagen del narciso socialista y de su gobierno social comunista, viven,
políticamente hablando, de la propaganda, no hay nada que emprenda esta gente
que no tenga por finalidad servir a la única causa que les importa, su imagen.
Han mentido, han ocultado datos, han huido de los elementos de control del
Estado, han machacado a los disidentes o a los que se han atrevido a
discutirles y siguen empleando su tiempo, sus energías y nuestro dinero, en
blanquear su acción de gobierno.
Hace bien poco las terminales
mediáticas próximas al gobierno, criticaban el informe del médico forense que
informaba a la magistrada Rodríguez Medel sobre el oscuro asunto del 8M y le
criticaban porque no era un especialista en epidemiología, pero no nos engañemos
lo criticaban y descalificaban porque el contenido del informe no favorecía al
gobierno y eso en los tiempos que corremos no se puede permitir. Sin embargo el
otro día en el Congreso, Emilio Bouza asesor de enfermedades infecciosas del
Gregorio Marañón, afirmaba que España reaccionó "diez días tarde" y
reconoció que ya en el mes de febrero médicos españoles en Italia alertaron de
la gravedad del virus.
Supongo que nadie ha criticado al
doctor Bouza, no porque sea un experto, que eso a la prensa “amiga” le importa
un pepino, sino porque el asesor en su declaración afirmó que España reaccionó
tarde y eso es admisible, pero cuando Bouza dice eso, además de demostrar que
es un hombre cauto al que no le gusta meterse en problemas, lo que está
diciendo es que el Gobierno reaccionó diez días tarde, porque nadie podrá negar
que ante una epidemia, el primer llamado a reaccionar sea el gobierno de la
Nación.
Supongamos que pecó de prudente y
prefirió responsabilizar del retraso al país, pero dijo más cosas y entre
ellas una que señala a las autoridades españolas como responsables de no haber
tomado las medidas oportunas en el momento adecuado. Afirmó que: Las
autoridades españolas crearon su estrategia aceptando que "se trataba de
un brote de coronavirus parecido a los anteriores y que, como tal, se limitaría
a China e impactaría muy poco en países occidentales" y a cuenta del
exceso de confianza del gobierno social comunista nos vimos en la que nos hemos
visto y todavía no ha acabado.
Se la jugaron a cara y cruz y la
confianza mató al gato, aunque en este caso la confianza lo que hizo fue matar
a más de 47.000 compatriotas y llevar a la ruina a la economía española. Esta
declaración de un experto independiente explica muchas cosas. El “equipo de científicos” del gobierno decidió que no iba a pasar nada y de
ahí viene aquella declaración del súper héroe epidemiológico Fernando Simón,
cuando aseguraba que lo del coronavirus iban a ser un par de casos
diagnosticados a todo tirar y cuando la realidad les demostró que se habían
equivocado de plano, les entraron las prisas y entre buscar culpables, chivos
expiatorios y huir de la responsabilidad, la terminaron de liar.
Quizás muchos de ustedes no
recuerden unas declaraciones que hizo Teresa Ribera, Viceministra cuarta del
Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, que en una jornada gloriosa
para ella nos explicó que a Portugal le había ido mejor con la pandemia que a
nosotros porque los portugueses están situados más al oeste y naturalmente la
epidemia llegó a Portugal más tarde, no contenta con la explicación sobre la
transmisión de la pandemia, que es de la que deberían mandarla de cabeza a un
tonticomio, cuando le preguntaron sobre el trabajo del gobierno en relación con
la lucha contra la pandemia afirmó: "Creo que hemos estado en la gama alta
de éxito y en la gama baja de errores, que seguro que ha habido".
En la gama alta de éxito decía,
teniendo la tasa más alta del mundo de fallecidos por millón de habitantes,
pero claro había que blanquear a través de la propaganda la funesta acción del
gobierno. No es un caso extraño, Pedro Sánchez con más de 47.000
muertos a su espalda se daba, en una intervención parlamentaria, un notable a su
gestión.
Pero como siempre les digo la realidad es muy tozuda y a pesar del
interés del gobierno social comunista por explicarnos que se hizo todo lo que se
pudo y que nadie lo hubiera hecho mejor, en el mundo libre, es decir más allá
de las fronteras de España hay gente que estudia estas cosas y sus informes son
demoledores para Pedro Sánchez y sus mariachis.
La revista Time, no las secretarías de comunicación de VOX o el PP, sino la revista Time, ha elegido a los once países del mundo que mejor han respondido
al coronavirus y para llevar a cabo esa selección han seguido tres criterios:
la gestión sanitaria de la crisis, la conducción política y la respuesta
económica y es que estos anglosajones deber ser unos fascistas que le profesan una antipatía
monumental a Pedro Sánchez, porque si lo que puntúa es la gestión sanitaria, la
conducción política y la respuesta económica a la crisis, está más que claro, cristalino, que nuestro gobierno ni está, ni se le espera.
Pero si se toman la molestia de
leerlo, descubrirán que los países que están a la cabeza de la lucha contra la
pandemia hicieron exactamente lo contrario de lo que estos genios y sus expertos
decidieron. Los países que mejores resultados obtuvieron llevaron a cabo rápidos
esfuerzos de contención, no como los nuestros que hasta mediados de marzo no le
vieron las orejitas al lobo, realizaron pruebas generalizadas a la población
(test) y promovieron campañas de comunicación pública. ¿Saben ustedes cuántos
infectados sufrió Alemania?, yo se lo digo 186.522, pero de esos infectados
sólo fallecieron 8.752 ciudadanos. ¿El secreto? Sencillo, detección temprana
(test masivos), medicación eficiente y un sistema de Sanidad Pública con los
elementos precisos para hacer frente a situaciones de este tipo.
Y decía la ministra de Transición
Ecológica que estábamos en la parte alta de la gama del éxito. Con gente
así en el gobierno cómo podemos esperar que nos solucionen los problemas. Para
este gobierno lo único importante es evitar que su imagen se deteriore.
Tras la
tragedia de los fallecidos, lo suyo sería que, ya que no supieron cuidarlos, al
menos supieran contarlos, pues no, pero no es que no lo sepan, es que no les
conviene reconocer que conforme al informe oficial que emite el Sistema de
Monitorización de la Mortalidad diaria en España, desde el 13 de marzo al 22 de
mayo murieron en nuestro país 43.484 ciudadanos más de lo habitual en el mismo periodo de los
últimos doce años, una estadística que solo se explica por el coronavirus,
aunque el Gobierno buscara rápidamente otra explicación, la recordarán ustedes, fue Simón
el que dijo que el exceso de muertos podía atribuirse a un gran accidente de circulación.
La propagada por delante, porque
lo primordial es limpiar la imagen de Sánchez y sus cuates y hay que ignorar o esconder a los fallecidos, a los enfermos, a
sus familiares, a los parados, a los que todavía no han cobrado los ERTES, a
las empresas quebradas, a los autónomos… a todos esos que los vayan peinando.
Aún ocurren pocas cosas en España,si al fin y a la postre les estamos pagando la campaña. No me extraña que ganen.
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