Tras el desplome de la economía el hachazo fiscal


Si prefieren ustedes escuchar el texto del post de hoy en lugar de leerlo, lo pueden hacer en el enlace que pongo a su disposición. Les ruego perdonen los errores. 

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Los podemitas habían anunciado que pensaban subir los impuestos y nos decían que no debíamos preocuparnos porque naturalmente pagarían los que más tienen. De hecho se limitaron a publicitar el impuesto sobre las grandes fortunas, la figura impositiva que más les gustaba y alguna más sin precisar demasiado, pero la realidad es muy tozuda y al final se impone a las mentiras de los políticos.

En España los ricos no pagan impuestos desde el tiempo de los visigodos, en nuestro país las mayores partidas de la recaudación fiscal proceden del IVA, ese impuesto que pagamos ricos y pobres, de la recaudación del IRPF, que por mucho que se empeñen socialistas y comunistas, los ricos de verdad no aparecen en la ecuación porque no tributan por las rentas de trabajo y en ese impuesto sólo figuramos los asalariados, con sueldos altos, medios o bajos  pero sólo los que percibimos un salario y no las “grandes fortunas” y la tercera vía de recaudación importante viene de los impuestos especiales, ya saben los que gravan el consumo del  tabaco, alcohol y carburantes, que también pagamos todos, independientemente de si somos ricos o pobres.

Así que quede claro, el Gobierno recauda la parte mollar de la recaudación fiscal, por dos vías, los impuestos al consumo y los que gravan las rentas del trabajo, esa es la verdad. Así que cuando ustedes escuchen a un zurdo explicando que van a subir los impuestos para redistribuir la riqueza o cualquier otra tontería de esas que explican y les aseguren que no deben preocuparse porque esa subida la van a pagar los que más tienen, vayan preparándose para ser los próximos sacrificados.

Les decía que la realidad es muy tozuda y por eso hace una semana Alberto Garzón, el infausto ministro de Consumo, advertía con la boca chica, que para llevar a cabo los “estímulos fiscales” que propone el gobierno, tendrían que “organizar un pool de medidas, que incluyen, pero no agotan, el impuesto a las grandes fortunas".

Hablando en plata, que con sus ocurrencias bolivarianas no conseguían el dinero que necesita el gobierno para seguir aplicando esas medidas que no tienen otra finalidad que engañar a los ciudadanos y conseguir votos, subvencionando a los que no trabajan, con el dinero de los que sí lo hacen y por lo tanto le iban a meter mano a toda la panoplia fiscal.

Estamos viviendo una situación extraordinariamente difícil en la que el 41% de los españoles dependen del Estado y eso resulta muy caro y como resulta que Pedro Sánchez dilapidó el dinero que había y ya de paso acabó con la capacidad de endeudamiento de España, que a pesar de lo que algunos socialistas pensaban, no era infinita, la caja está vacía y el que no se lo crea que le pregunte a los más de 400.000 trabajadores de los ERTES que todavía no han cobrado ni un céntimo desde el mes de marzo.

Nos enfrentamos a dos problemas importantes, la crisis económica por mucho que se empeñe Pedro Sánchez no ha sido simétrica, no ha golpeado a todas las economías por igual. El cese de actividad por confinamiento ha sido muchísimo más duro en España que en el resto de los países europeos, la lenta desescalada aplicada en nuestro país influye negativamente en nuestra economía y la especial composición del tejido productivo español contribuye a agravar nuestra situación.

Por otro lado está la mentira zurda sobre la escasa presión fiscal que sufre el ciudadano español en comparación con el resto de los europeos; sorprendentemente las rentas altas en España están muy cerca, fiscalmente hablando, de la rentas europeas, mientras el saldo tributario de las rentas medias y bajas está alejado de la media de la zona euro.

Así que para acercarnos a la media de la fiscalidad europea, argumento que esgrime la zurda como excusa cada vez que pretenden subir los impuestos, habría que subir la presión fiscal no a los ricos españoles, sino a la sufrida clase media y baja, que es justamente lo que nos hace falta para que acaben definitivamente con nosotros.

Pero a pesar de todas las razones que, desde Europa e incluso desde el Banco de España, aconsejan ser muy prudentes con lo de aumentar la presión fiscal, los comunistas se han quitado la careta y nos han dicho en un plan que titulan: "Horizonte País: programa de reconstrucción para una salida justa de la crisis del Covid-19" que para cubrir los gastos que estiman imprescindibles, necesitan recaudar un plus de 80.000 millones de euros. Desgraciadamente por mucho que les hayan explicado eso de que estén tranquilos que todas estas cosas las van a pagar los ricos, al final las pagaremos los de siempre.

Vamos de cabeza a un desastre laboral y económico y los podemitas, impasible el ademán, están ocupados intentando sacar de nuestros ya exhaustos bolsillos esos 80.000 millones de euros de más, todo sea por defender ese “escudo social” que más que defendernos va a acabar con nuestra economía. 

Mientras la zurda está en la labor de exprimirnos, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal acaba de subir su estimación sobre su previsión de déficit para este año, elevándolo hasta el 14% del PIB en el peor de los escenarios posibles, por la puesta en marcha del nuevo ingreso mínimo vital aprobado por el Gobierno y un mayor gasto sanitario del previsto y el Gobierno sigue viviendo en un mundo paralelo en el que milagrosamente el déficit es de “sólo” 10,3% porque no se le imputan los gastos extras sanitarios ni el ingreso mínimo vital y es que los social comunistas son unos genios haciendo trampas en el solitario.

Resumiendo, los españoles estamos viviendo una situación extraordinariamente difícil, con un paro disparado, con cientos de miles de ciudadanos acudiendo a las colas del hambre para poder subsistir, con una crisis económica que, nos advierte Europa, será más grave en nuestro país y cuya recuperación será mucho más lenta que en el resto de la zona euro, con millones de trabajadores acogidos a los ERTES que sospechan que van a terminar en el paro, con una crisis sanitaria que no hemos superado. 

Con las empresas cerrando a un ritmo difícil de soportar, con cientos de miles de autónomos arruinados y los podemitas han decidido que necesitan sacar 80.000 millones de euros extras de esta sociedad agonizante mientras que para distraernos se entretienen en quebrar a la Guardia Civil y montar un circo infame en el Congreso de los Diputados.

¿Increíble? No, es lo de siempre. La izquierda empeñada en aumentar el gasto público pese a la crisis, olvidando que son los empresarios los que crean empleo y riqueza. Así nos luce el pelo, tres crisis brutales que han demostrado a unas cuantas generaciones que el PSOE es incapaz de hacerles frente y si además están en coalición con los comunistas, ya para qué les cuento.



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