La novela negra en el Magreb, antecedentes
Cuando escribo esto es domingo y me van a permitir que teniendo en cuenta lo del descanso dominical simplifique un poco para ver si soy capaz de salir del jardín en el que me metí cuando anuncié que hablaríamos de la novela negra mediterránea en el Magreb, porque si poco sé de novela negra, para que les cuento si de lo que se trata es de hablar de la novela negra en el norte de África y por otra parte si solo hablas del Magreb, de inmediato percibes que dejas abandonados muchísimos territorios en los que también se habrá escrito algo de ese género.
Así que ante el tamaño de ese jardín del que antes hablaba, hoy pretendo comentar básicamente la producción negra en Marruecos y Argelia,
pero vaya uno a saber hasta dónde llegaremos, si resulta que ustedes y yo mismo
sentimos interés por rematar la faena y terminamos el tour en Turquía, no sin antes
echarle un vistazo a Túnez, Libia, Egipto, Líbano, Israel y Siria, sin olvidarnos naturalmente de Malta y Chipre.
Así que simplificando, porque si no de ésta no salgo,
sostendré que, culturalmente hablando, el mar mediterráneo tiene dos orillas.
En una de ellas están los territorios en los que se desarrolla una cultura que hunde
sus raíces en la cultura judeocristiana que a su vez tiene sus cimientos en el mundo romano y griego; mientras que en la otra ribera la cultura
está marcada profundamente por la religión musulmana. Ya sé que dicho así resulta
una simplificación manifiesta, pero para lo que quiero explicar creo que nos puede
valer.
Me voy a ahorrar lo del crisol de culturas, que aunque sea
cierto resulta algo manido, pero ciertamente las aguas del Mediterráneo han
sido surcadas y peleadas, entre muchos otros, por griegos, fenicios, romanos,
cartagineses, vikingos, aragoneses, venecianos, genoveses, cruzados, berberiscos, turcos
… y todos han dejado un poso que ha contribuido a crear la particular
idiosincrasia de los que a día de hoy somos mediterráneos,
que por muy distintos que parezcamos, tenemos más puntos en común de lo que
muchos piensan.
Ya hemos hablado del subgénero negro que se ha creado en los
países que se encuentran en la orilla norte de la cuenca mediterránea y que por
esa precisa razón así se llamó. Veamos si el fenómeno de la novela negra
también ha sido capaz de nacer en los territorios más al sur y comenzaremos por
el Magreb.
Si digo que la novela negra es un fenómeno que tiene su
origen en el seno de una sociedad con una cultura producto del mestizaje aunque mayoritariamente
anglosajona, creo que todos estaremos de acuerdo; pero el género en su origen tuvo un
calado tan importante que le permitió cruzar el charco y a través de Reino
Unido y Francia, instalarse en Europa para crecer prácticamente en todos los
países de este continente. No contentos con eso los europeos nos hemos
permitido el lujo de crear una serie de subgéneros negros entre los que
destacan por su importancia y calidad literaria el nórdico y el mediterráneo.
Por su origen y por los temas que trata habitualmente el
relato negro, a los que hay que añadir la crítica social y política – si nos
referimos al relato propiamente mediterráneo - el género ha tenido naturalmente
serias dificultades para poder desarrollarse en unos países de una cultura tan distinta a la europea y con una situación social y política muy difícil para el
desarrollo de un género literario absolutamente ajeno a sus circunstancias
culturales, sociales y religiosas.
La religión musulmana tiene como guía El Corán, un libro
sagrado que no limita su acción normativa a lo puramente religioso. Así como la
religión cristiana en el siglo XI tenía una influencia determinante en las
comunidades que observaban esa religión, lo mismo sucede hoy en día con El
Corán cuya aplicación no ha evolucionado desde que se escribió y que sigue
normando unos ámbitos que en Europa ya nada tienen que ver con la religión. En El
Corán encontramos un conjunto de preceptos que reglan la moral, la
religión, la alimentación, la familia, asuntos que en otras culturas soluciona
el derecho civil e incluso cuestiones políticas; en una sociedad musulmana todo está
regido por El Corán.
Por tanto comprenderán que el género negro lo tenía muy
difícil para introducirse en ese tipo de sociedades, aunque el contacto con los
europeos a través del colonialismo permitió que la novela negra se
conociera y que nacieran autores magrebíes que decidieran seguir el género.
Pero hay que hacer una observación, al menos en Argelia y Marruecos, que son los
dos países que conozco literariamente hablando, se confunde con frecuencia a
la novela policiaca o de espionaje con la novela negra.
Lo que son las cosas, intentando explicar cómo son las
sociedades que viven en el África mediterránea y como se introdujo el género negro en esos territorios se me ha ido el espacio que
habitualmente ocupo para la publicación. Así que al título que ya tenía,
añadiré “antecedentes” y el miércoles, si Dios quiere, les aseguro que
hablaremos de las obras y autores más sobresalientes que han escrito novela
negra en Argelia y Marruecos.
Cuídense mucho.
Un abrazo.
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