Jordi Sierra i Fabra, el padre literario del inspector Mascarell
Debo reconocer que soy muy aficionado a los refranes y a las frases hechas, creo que con ello no le hago daño a nadie, de hecho existe un refrán que reza: “Hombre refranero, medido y certero”, aunque si uno indaga un poco se encuentra con un rosario de refranes que ponen a escurrir a los aficionados a utilizar los adagios populares. Recuerdo que un lector me mandó. a cuenta de un comentario político en el que citaba un proverbio que desató su ira, el de “hombre refranero, tonto y majadero” y tuve suerte porque se me ocurrió indagar un poco sobre el tema y me di cuenta de que no son infrecuentes los refranes que critican a los que los utilizan, supongo que la facilidad de encontrar la rima ayuda al fenómeno. El que se llevaba la palma – me van a perdonar que lo transcriba tal cual porque creo que merece la pena conocerlo – era el que afirmaba: “Hombre refranero, maricón y pilonero”, que desde luego se lleva el premio al más soez y sobre todo al más inconsecuente, porque ya me contar