A la rica receta negra IV: Hoy el souvlakis
Aunque prometo que la próxima receta será de comida
mejicana, estoy releyendo “La Frontera” de Don Winslow y en ese relato aparecen
algunas recetas interesantes. La cocina mejicana es una maravilla, una barroca
explosión de colores, sabores, texturas, realzadas por la utilización del picante,
unas veces sutilmente, otras más duramente, fruto todo ello de la fusión de
unas cuantas culturas. Está claro que la sabiduría atesorada durante siglos en
las cocinas populares y la aportación a la tarea de nuevas materias primas han llegado hasta
nosotros como auténticas joyas del sabor.
Hoy hablaremos de un plato que es sobradamente conocido
en la cuenca mediterránea, me refiero al souvlakis, un plato típicamente griego
pero que con otros nombres se cocina en ambas orillas del Mare Nostrum. El
plato está aquí porque Petros Markaris, el ilustre escritor de
novela negra, nos explica en sus obras que esta receta constituye una de las
debilidades culinarias de su protagonista de cabecera, el comisario Kostas
Jaritos, junto a los tomates rellenos que le prepara su esposa,
No resulta extraño toda vez que es un plato muy popular en
toda Grecia. Los griegos lo comen por las calles de Atenas mientras caminan
apresuradamente para llegar a su destino o se sientan en la mesa de un
souvlatzidiko, el restaurante que vende souvlakia. Es un plato bastante barato y de ahí su popularidad, por muy poco dinero se puede comprar un souvlaki con pan de pita o un souvlaki
en un pincho sin la pita acompañado con algo de pan.
La palabra souvlaki es un diminutivo de la souvla griega
medieval (σούβλα), que significa “pincho”, que proviene de la subula latina.
Souvlaki es el término común en la Macedonia helénica y en otras regiones del
norte de Grecia, mientras que, en el sur de Grecia, alrededor de Atenas, se conoce
comúnmente como kalamaki o “junco”.
Se puede hacer con trozos de carne de cordero, pollo, cerdo
y en casa incluso lo hemos hecho con pavo y como decía antes se puede comer en
un pincho de madera, intercalando entre los trozos de carne, pedazos de cebolla, pimientos o cualquier hortaliza que apetezca o envolviendo en pan de pita el resultado del asado de
la carne y las hortalizas que se nos ocurran, acompañado, eso sí con una buena
salsa tzatziki.
El plato de hoy aparece en la primera edición de la novela
de Petros Markaris ”Con el agua al cuello” que publicó en el año 2011 Tusquets
Editores. En la página 91 de ese relato podemos leer:
“… — ¿Por qué dices eso? ¿Acaso tú tienes motivos para
dar saltos de alegría? — replica Katerina.
—No, claro que no. Aunque, mira, tendremos que tragarnos
los ajustes, el recorte de la decimotercera paga y de las pensiones, y también
lo de la seguridad social…¡pero no vamos a dejar de comer suvlakis! Cada cosa
tiene su lugar y su momento. …”
Como sucede en todo
plato popular existen muchísimas recetas del plato, la que
yo les traigo les puede servir de guía, utiliza carne de cerdo, que es la que
más me gusta, pero ya saben, pueden utilizar la que más les guste o…la que
tengan en la nevera. Una vez que la hayan probado, si les gusta, les animo a
que aporten su particular gusto a los souvlakis.
Souvlakis de
solomillo de cerdo
Ingredientes para cuatro personas:
1 kg de solomillo de
cerdo
1 cebolla
5 ramitas de romero
4 ramitas de tomillo
3 dientes de ajo ,
picados
5 cucharadas de aceite de
oliva
10 cucharaditas de vinagre
de vino blanco (incl. 5 cucharaditas para la marinada)
1 pizca de sal gruesa
Pimienta
Para servir
2 tomates grandes, cortados
a rodajas
3 cebolletas, cortadas en
tiras
Unos panes de pita
1.- En un tazón, vierta cinco
cucharadas de vinagre blanco y desmenuce 2 ramitas de romero y 2 ramitas de
tomillo. Sumerja los pinchos de madera en esta marinada durante 1 hora y media,
para que no se quemen mientras se cocina la carne y liberen un excelente aroma.
2.- Importante, con un
cuchillo afilado, retire toda la membrana blanca que cubre la parte superior
del lomo de cerdo, eso le asegurará que la carne no quede tiesa.
3.- Corte la carne en trozos pequeños del mismo tamaño, sobre unos tres cms. de grosor. Coloque la carne en una ensaladera y reserve a temperatura ambiente durante 30 minutos. Corte la cebolla en cuatro partes, separe las capas y añádalas a la carne. Desmenuce el romero y el tomillo restantes y agréguelos. Añada 5 cucharadas de aceite de oliva, 5 cucharadas de vinagre de vino blanco, ajo, sal y pimienta. Deje reposar en el refrigerador durante 30 minutos.
4.- Precaliente la parrilla, barbacoa o el horno. Coloque los trozos de carne en los pinchos de madera insertando 2 o 3
trozos de cebolla entre los trozos de carne, en casa añadimos también trozos de
pimiento.
5.- Colóquelos en la barbacoa, en el horno o en la parrilla hasta que la carne esté dorada
Como ya les he comentado a un buen souvlakis le viene muy bien la salsa tzatziki, que recomiendo hagan antes de ponerse a trabajar con la carne. Veamos cómo la podemos hacer:
Ingredientes:
Yogur griego natural sin
azúcar, 250 g (2 yogures)
Pepino, 1 grande (unos 350-400
g)
Ajo, 1 diente
Lima o limón, 1
Sal
Pimienta molida
Aceite de Oliva Virgen
Extra 2 cucharadas
Panes de pita o cualquier
otro pan plano para acompañar
1.- Lo primero que haremos
será lavar muy bien el pepino, pues lo usaremos con la piel. Después, con ayuda
de un rallador grueso, rallaremos el pepino sobre una estameña, gasa o sobre un paño de cocina limpio y sin perfumes de suavizantes o detergentes.
2.- Dejaremos reposar un par de minutos para que el pepino rallado suelte el agua de vegetación y la eliminaremos retorciendo la estameña con el pepino dentro.
3.- En un bol ponemos el
yogur griego natural. Recordad que no puede ser de los que vienen azucarados.
Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos encontremos aquí el próximo viernes. Cuídense mucho y buen provecho.
Un abrazo
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