Lorenzo Silva el escritor que nos acercó a los picoletos


Esto de escribir tres veces a la semana sobre escritores que se han dedicado al género negro al principio resulta sencillo porque abundan mucho, el género negro criminal ha ido creciendo en la aceptación de los lectores y de ahí que haya una pléyade de escritores que se dedicaron y se dedican a este género. Pero al cabo de los meses la cosa se complica, uno va eligiendo sobre quién escribir y lo hace por distintos motivos, puede ser que lo haga por la nacionalidad, por la cantidad y/o la calidad de la producción literaria del autor, su sexo, por el éxito alcanzado o por el contrario a cuenta de la escasa acogida que recibieron en su momento, por parte de las editoriales o del público lector, unas novelas de mérito; pero llega el día que uno no sabe bien a quién escoger.

Hoy era uno de esos días, y me decidí por escribir sobre Lorenzo Silva y sus personajes los guardiaciviles Bevilacqua y Chamorro, porque pensé que, dejando a un lado la abismal distancia que me separa de Silva y su obra, mi novela trata de una investigación que lleva a cabo la Guardia Civil en Fuerteventura y ya metidos en harina, pensé que porque no darle un repaso a la fantástica serie que ha escrito y todavía sigue haciéndolo Lorenzo Silva, al que tuve el placer de entrevistar hace ya unos cuantos años en el programa que sobre libros presentaba en una televisión insular.

El autor nació en Madrid el 7 de junio de 1966, más concretamente en el barrio de Carabanchel, de familia militar, por esa razón vivió en distintos lugares a los que le llevó el trabajo de su padre; ha residido durante mucho tiempo en Getafe, ciudad con la que creó un vínculo muy especial. Estudió Derecho, trabajó para alguna multinacional hasta que acabó dedicándose por entero al oficio de la escritura. Ha hecho periodismo de sucesos, pero básicamente se ha dedicado a la narrativa, es conocido sobre todo por sus novelas negras, pero ha escrito otras que no lo son y ha publicado con éxito relatos de literatura infantil y juvenil. Ha publicado también obras de no ficción y ha ganado premios tan prestigiosos como el Nadal o el Planeta.

Pero vamos a lo que vamos. Desde que tuve la oportunidad de leer “El lejano país de los estanques”, la primera novela de lo que con el tiempo  iba a ser la serie dedicada a los investigadores  de la Guardia Civil, me entraron por el ojo derecho sus protagonistas, el entonces, sargento Bevilacqua y la guardia Virginia Chamorro, una pareja muy particular de guardiaciviles especialistas en homicidios, pertenecientes a la UCO, que investigaban casos complicados en cualquier lugar de la geografía española y alguna vez en el extranjero, concretamente en Afganistán.

Me gustaron los protagonistas como les digo y me gustó mucho la capacidad de Lorenzo Silva para crear unos personajes secundarios francamente muy conseguidos y que acompañan brillantemente a sus protagonistas; por otra parte el autor se preocupa del escenario en el que transcurre la narración y cuida de su presencia en las novelas. Poseedor de un estilo sencillo pero cuidado lo cierto es que hace muy fácil y entretenida la lectura de unos relatos que resultan muy reales; las tramas, el lenguaje, los escenarios y los personajes nada tienen de impostados. Silva nos presenta a unos guardias, que trabajan respaldados por un equipo, no son héroes solitarios, por el contrario son individuos que perteneciendo a un cuerpo militar están inmersos en la cadena de mando y por lo tanto forman parte de un conjunto de medios y personas en el que cada uno de ellos tiene muy claro cuál es su lugar y la tarea que debe realizar en el grupo.

Pero una de las cuestiones más llamativas en las novelas de la serie de Bevilacqua y Chamorro es que Silva consiga presentar con éxito a dos guardiaciviles como los protagonistas de unos relatos ocupando el papel de los “buenos de la película”. La Benemérita, para que nos vamos a engañar, no ha tenido nunca demasiada buena prensa en España, sobre todo en la España rural; pero nuestro país y su sociedad ha cambiado y eso permite el protagonismo amable de los personajes de Silva y sobre todo que sean bien recibidos por el público lector, el que hasta hace muy pocos años temía a los “picoletos” y por eso los odiaba.

Como digo la percepción ciudadana ha cambiado y está claro que las obras de Silva van en esa dirección. Nos presenta a dos guardias, que trabajan de paisano y sin tricornio. Rubén Bevilacqua, un sicólogo, nacido en Uruguay; supongo que el autor pensaría en su momento que argentino y sicólogo iba a ser demasiado y lo dejó en uruguayo. Vila, así es como lo conoce la gente de su entorno, es un hombre serio, desencantado, culto, bien educado, amable, solitario, con una vida a sus espaldas que lo ha marcado negativamente; está divorciado y tiene un hijo. Su compañera Virginia Chamorro, quiso ser militar para seguir la tradición familiar y al fracasar se incorporó a la Guardia Civil, ella es la figura que contrapesa y complementa a la de su compañero.

Gran parte del éxito de las novelas de esta serie la tienen precisamente la figura de los dos protagonistas. Creo que el lector aficionado al género negro resulta generalmente mucho más fiel a los personajes, que al propio autor que los crea, ahí están los Carvalho, Montale, Jaritos, Montalbán o Kurt Wallander para demostrarlo. Claro que para conseguir esa fidelidad el autor debe contar con la habilidad y el oficio necesario como para crearlos, lo que no resulta tan sencillo como parece.

Son novelas que se leen muy bien y las recomiendo sin ningún tipo de duda. Les dejo la lista de las narraciones que componen la serie. Como de costumbre les recomiendo que las lean en el orden cronológico en el que fueron publicadas. Disfrutarán del crecimiento personal de los dos guardiaciviles, sus ascensos dentro de la Guardia Civil y también de la maduración de las tramas y del estilo de Lorenzo Silva.

Serie Bevilacqua y Chamorro

El lejano país de los estanques (1998, Destino), Premio El Ojo Crítico

El alquimista impaciente (2000, Destino), Premio Nadal

La niebla y la doncella (2002, Destino)

Nadie vale más que otro (2004, Destino), libro de 4 relatos

La reina sin espejo (2005, Destino)

La estrategia del agua (2010, Destino)

La marca del meridiano (2012, Planeta), Premio Planeta

Los cuerpos extraños (2014, Destino)

Donde los escorpiones (2016, Destino)

Tantos lobos (2017, Destino), libro de 4 relatos

Lejos del corazón (2018, Destino)

El mal de Corcira (2020, Destino)

Hasta aquí hemos llegado, espero, que si Dios quiere, nos veamos por aquí el próximo lunes. Hasta entonces, cuídense mucho y reciban un abrazo.

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