A la rica receta negra VI: Huevos a la mejicana.
Los huevos se presentan de manera habitual revueltos o fritos, al gusto del
consumidor y la fértil imaginación del pueblo mejicano permite que las
presentaciones sean muchas y muy distintas: Los huevos a la mejicana, cuya
receta traigo hoy hasta este blog, los rancheros, los divorciados, los cocinados "al estilo albañil",
los hechos a la oaxaqueña o al estilo del Yucatán, por mencionar unos cuantos
de la inacabable oferta gastronómica que nos hace la cocina mejicana.
Decía que el desayuno es muy importante para los mejicanos,
lo que no sucede en España, donde si somos sinceros reconoceremos que
desayunamos bastante mal, cierto es que la tendencia está mejorando, pero por ahora
nuestra cocina todavía no tiene muchas recetas para desayunos típicamente
españoles, de tal manera que la receta que hoy les propongo no sé si tendrá
cabida en la colación matutina, pero háganle un hueco en su recetario porque el
plato es sencillo, barato y fácil de cocinar.
El plato que les propongo aparece en una de las novelas
negras de Élmer Mendoza la celebérrima “Balas de plata” en la que aparecen unos
cuantos platos típicos del desayuno que consumen los mejicanos; quería proponerles un
guiso de lengua en salsa verde pero la verdad es que no me atreví y me parece que
hice bien, no creo que haya muchos amantes de la lengua de ternera entre mis lectores, aunque, si no lo digo reviento, está muy buena.
La receta que hoy les propongo aparece en la página 137 del capítulo vigesimoquinto de “Balas de
Plata” en la primera edición de Tusquets Editores, fechada en marzo del año 2008:
“…Desayunó huevos a la mexicana antes de encender su
celular, que siempre marcaba su hora de entrada al trabajo…”
Vayamos a por la receta:
Ingredientes:
2 huevos
1 tomate pequeño
¼ de cebolla
Un puñado generoso de perejil o cilantro (al gusto)
Un toque de chile o salsa picante al gusto (opcional pero
aconsejable)
Aguacate al gusto (opcional)
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
Preparación:
Solo tienen que cortar la cebolla en dados y dorarla en una sartén con un poco de aceite hasta
que se vuelva transparente. Añadir el tomate también cortado en dados y darle
vueltas durante un par de minutos. Añadir los huevos ligeramente batidos, bajar
el fuego al mínimo y añadir el cilantro o el perejil, cuajar al gusto y cuanto
esté listo adornar con el aguacate y servir. Hay que procurar que los huevos
queden cremosos, no demasiado hechos.
Al plato se le puede añadir alguno de esos restos que quedan
en nuestras neveras, pollo asado, champiñones, jamón, beicon, un poco de queso, hasta algo de paté o sobrasada, ya para qué les cuento si lo que les sobra es un poco de salmón ahumado.
Ahí lo que mandará será la imaginación y el atrevimiento del que cocine.
Un plato sencillo y como ya he dicho barato y rápido de
hacer, que bien os puede sacar de un apuro a la hora de la cena o si preferís
desayunar contundentemente, en el desayuno.
Hasta aquí hemos llegado, si Dios quiere espero que nos
encontremos por aquí el próximo miércoles. Cuídense mucho
Un abrazo
Como probablemente sepan acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario, y sus protagonistas dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
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