Julián Ibáñez, el mejor escritor de novela negra de este país
Conste que la frase que da título a este comentario no es mía, quien emitió esa
afirmación fue Carlos Ruiz Zafón, que también se echó su particular cuarto a
espadas con la novela negra cuando en el año 2009 publicó “Tarde, mal y nunca”
con posterioridad vería la luz “Yo fui Johnny Thunders” y “No llames a casa” y
alguna cosa más que ahora mismo no
viene a cuento comentar, que cuando habló de Julián Ibáñez, fue bastante más
contundente que mi título y afirmó textualmente: “Julián Ibáñez es, lisa y llanamente, el
mejor escritor de novela negra de este país”.
Personalmente opino que Ibáñez es un muy buen escritor de
novela negra y tiene el indiscutible mérito de haber sido uno de los que
renovaron el género negro en España, allá por los años 80, junto a los Vázquez
Montalbán, Madrid, Martín o González Ledesma, que desde luego no son mala
compañía. Sé que para gustos se hicieron colores pero en mi modestísima opinión
Julián Ibáñez es el más negro de todos sus compañeros y eso a mi parecer lo distingue positivamente.
Si por algo se caracterizan sus relatos es por los ambientes sórdidos y marginales en los que se desarrollan sus novelas, los personajes son gente muy dura y castigada por la vida, auténticos supervivientes, que viven obligadamente instalados en un presente angustioso y cuyo horizonte vital no alcanza más allá de la circunstancia que les permita llevarse un billete a su bolsillo. Se mueven en unos ambientes extremadamente sórdidos, tal y como ya he dicho, en los que se produce a menudo explosiones de violencia, aunque no creo que haya un ápice de violencia gratuita en los relatos de Ibáñez. Sus novelas tiene un ritmo trepidante y en ellas asoma con frecuencia el peculiar sentido del humor de su autor por boca de sus personajes, de los que afirmaba el propio autor que no tenían: "Ni pasado ni futuro. Ni ayer ni mañana. Son personas que viven al día...".
Ibáñez es un autor que ha publicado mucho y sus obras están todavía a la venta, cierto es que el mercado editorial no le ha proporcionado jamás un gran éxito de ventas, pero es un
autor respetado y apreciado por sus iguales e incluso por los editores. Por otro lado ha conseguido un
buen número de premios literarios, así que no es que sea un escritor “maldito”,
pero creo que por parte de los lectores no ha recibido el reconocimiento que merece
su calidad y ha quedado reducido a eso que se conoce como "escritor de culto". Estudió Ciencias en la Universidad de Valladolid y guion en la
Escuela Oficial de Cine de Madrid. Cuando terminó sus estudios universitarios
se dedicó a viajar durante doce años por toda Europa, trabajando en lo que le
salía. De vuelta a España trabajó en la industria del cine como meritorio y
ayudante de dirección mientras escribía guiones. Actualmente reside en el pueblo de
Argés (Toledo), dedicado a la escritura y la pesca.
Como ya he dicho consiguió numerosos premios entre los que
se pueden destacar el Premio LH Confidencial que ganó en año 2009, en el 2015 le
fue concedido el Premio Novelpol Honorífico por toda su obra, en el 2016 se
alzó con el Premio de Novela Pata Negra Universidad de Salamanca, y en el 2017
fue I Premio Castelló Negre. Además ha sido miembro del jurado del Premio
Hammett.
Hemos hablado antes de sus personajes, son gente lacónica, de muy pocas palabras, descritos por el autor en dos o tres pinceladas, entre los que destacan Novoa, un contable de los de antes de que se inventara la ingeniería financiera, y Bellón
un hombre para todo, proxeneta, cobrador de morosos, portero de prostíbulo,
traficante de poca monta, chivato de la policía, protector de chaperos, ladrón
de perros de pelea y hasta guardaespaldas en partidas clandestinas de póquer.
En cuanto a los ambientes, hay que distinguir dos muy usados
por Ibáñez en su obra: Bilbao y la meseta castellana. Según el autor, Bilbao
era perfecta para el género negro por su luz y la contaminación que sufre. Otras novelas
las ambienta en ciudades medianas o pequeñas de la meseta castellana y sus
alrededores, con numerosas localizaciones en bares de carretera o clubs de
alterne de tercera división. Ibáñez ha hecho algo parecido a lo que hicieron
algunos autores norteamericanos, escogieron como escenario para sus novelas las zonas rurales
de los USA en lugar de las grandes urbes.
En lo que se refiere a los escenarios de Julián Ibáñez creo
que será mejor cederle la palabra al hispano-mejicano Paco Ignacio Taibo II, que
decía: “En Julián hay una extrañísima España profunda, llena de páramos, invisibles
estaciones de servicio, pueblos fantasma, zonas intermedias entre el mundo de
lo criminal y lo cotidiano”.
Hay que señalar que Julián Ibáñez para referirse a su obra prefiere
el término “hard boiled” que es como se conocía en USA a las novelas que en
Europa terminaríamos llamando negras. En una entrevista afirmaba que: “El hard
boiled son los libros de caballería de la época actual”. Julián Ibáñez se
reconoce muy influenciado por Chandler, respecto a otros autores más recientes,
cita las primeras obras de James Ellroy, y a los españoles Andreu Martín y
Carlos Pérez Merinero, autor este último que ustedes recordarán porque recientemente escribí
una entrada sobre su persona y su obra.
Personalmente entré en contacto con su obra hace muchos
años, a finales de los ochenta, momento en que un compañero de profesión me
dejó una novela “Mi nombre es Novoa” que me gustó muchísimo, mi amigo tenía muy
pocos libros, pero todos de una gran calidad, de hecho bastantes años después
me dejó -yo es que soy una rara avis que devuelve los libros que se le prestan
- “El Bar Babilonia” que me atrapó desde el primer momento. Más tarde, sé que
leí una novela protagonizada por Pellón, su protagonista de referencia, pero no
me acuerdo del título ni siquiera de que iba la trama, pero sé que me gustó.
Julián Ibáñez ha publicado más de treinta novelas negras,
les aseguro que si se hacen con alguna y la leen me lo van a agradecer, hard
boiled del bueno, parido en castellano por un escritor español francamente bueno. Hoy
está aquí porque leí hace poco - no sé dónde, sería en Google - lo de que se
sentía muy influenciado por Pérez Merinero, que es una de mis debilidades,
curioseé un poco por la red y hasta que no vi que era el autor de “El Bar Babilonia”
no caí en cuenta de quién era y que había supuesto para mí la lectura de
algunas de sus obras.
Me imagino que como me sucede a mí, no tendrán a mano ninguna de sus
novelas negras. Les voy a recomendar que hagan lo que he hecho yo, comprar por
internet “Todo Bellón” una recopilación editada por Cuadernos de Laberinto, que
reúne nada más y nada menos que ocho de las novelas protagonizadas por Bellón. Lo he hecho a través de Agapea y me parece que el precio es más que asumible,
unos veinte euros. Si les gusta la novela negra, pero negra de verdad, van a
ser los veinte euros mejor gastados de sus últimos años.
Aquí les dejo el contenido de la recopilación:
Todo Bellón. 2017. Cuadernos del Laberinto. Incluye:
Entre trago y trago
La miel y el cuchillo
El soplón
El viejo muere, la niña vive
Todas las mujeres son peligrosas
Gatas salvajes
Canino
El matón al que engañaban las mujeres
Hasta aquí hemos llegado, si Dios quiere y a ustedes les da
paciencia, espero que nos encontremos aquí otra vez el próximo miércoles. Cuídense
mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario, y sus protagonistas dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
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