Brooklyn Follies una buena novela de Paul Auster

 


Vuelvo tras el descanso que decidí darles a ustedes y a mí mismo durante las fiestas navideñas, supuse en su momento que bastante tendrían ustedes estos días como para complicarles la vida con mis comentarios. 

Hoy he decidido escribir sobre una novela que en su día llamó mi atención, no es que pretenda descubrir a Paul Auster, un maravilloso novelista americano que siempre me ha gustado; tampoco intento convencerles de que “Brooklyn Follies”, que es la novela que pretendo comentar hoy, sea la mejor de la esplendorosa producción novelística de Paul Auster, porque no lo es; pero fue una de sus novelas que me sorprendió porque cuando la escribió, allá por el ya lejano año 2005, fue recibida muy tibiamente por la crítica.

Digo tibiamente por no decir mal, pero quizás sea esta la novela nacida de la pluma de un Paul Auster - que en ese momento ya gozaba de una considerable madurez como autor y del reconocimiento prácticamente unánime de los lectores - que fue recibida con más reservas por parte de bastantes críticos. A pesar de sus reparos y supongo yo que teniendo presente que estaban hablando de Paul Auster reconocían con la boca chica la valía del relato, alababan tibiamente la construcción de la novela, pero señalaban que algunas de sus tramas tenían poca solidez.

Personalmente "Brooklyn Follies" me pareció un relato en el que brillaba el estilo de Pul Auster y también su extraordinaria capacidad para la creación de personajes. Pensé entonces y pienso ahora que lo que molestaba a esos críticos era que  la obra era más asequible para el lector común y eso a ellos, desde su selecta intemperancia, les pareció un defecto, mientras que a mí, lo que son las cosas, ese cambio de tono me parecía una virtud.

Algo que distingue a Paul Auster de otros muchos autores es que no cree en la causalidad, cree solamente en la casualidad y a través de hechos casuales, sucesos sin importancia alguna, utilizando simplemente lo cotidiano es como arma las historias que viven sus personajes.  Quizás se pueda poner la pega de que en esta novela la incidencia de la casualidad es demasiado decisiva, todo ocurre de manera imprevista, todo se debe a la casualidad, me parece que la vida real es menos casual que lo que nos propone el autor en Brooklyn Follies.

Por otra parte hay que tener presente que en esta obra el número de personajes es muy superior al de otras novelas de Auster y eso quizás pueda producir un efecto negativo en el relato. Probablemente sea por eso por lo que las subtramas, es decir las tramas que viven los personajes secundarios, estén tratadas sin demasiada profundidad, pero a pesar de ello a mí me pareció una buena novela.

Auster nos presenta los problemas cotidianos de unas gentes, que como nosotros, viven con la carga de unas dificultades que afectan a su existencia; personajes creíbles, pues la mayoría resultan perfectamente aceptables para el lector y a través de sus vicisitudes el autor hace un recorrido sobre el problema de la incomunicación, la intolerancia religiosa, el sexismo, los problemas que viven los homosexuales y un largo etcétera de cuestiones que afectan a buena parte de nuestra sociedad.

La facundia literaria de Paul Auster crea con estos mimbres tan sencillos un relato que nos va a atrapar. Mágicamente nos llevará al Hotel Existencia, un lugar en el que la mayoría de los personajes de "Brooklyn Follies" van a ir encontrando acomodo, no en una huida de la realidad, sino encontrando en su vida el apoyo de sus congéneres. Sin profundizar en la ideología de los distintos personajes, Auster los crea, los pone en situación y les deja vivir sin que parezca que el autor tenga demasiada intervención en su desarrollo vital.

Auster no documenta el ser, el yo de los personajes, ya digo que puestos sobre el escenario, en el momento de la narración que a Auster le parece más oportuno  los deja ir libres de la acción del autor. El novelista se limita a relatar las experiencias de los personajes y sus relaciones sólo desde el punto de vista de lo que sienten, de la percepción de la vida desde la visión de cada uno de los protagonistas de esta obra.

"Brooklyn Follies" es una agradable novela que como toda la obra de Paul Auster, está perfectamente escrita. Sigue maravillándome la capacidad de fabulación del autor, su increíble capacidad de creación y la cuidadísima definición de sus personajes; se lee cómodamente e insisto  en que probablemente sea la menos densa de las novelas de Auster. Tengo para mí que nuestro autor pretendió crear un relato extremadamente narrativo en el que se relatan más hechos, casos y sucesos, que sentimientos, dudas o reflexiones morales. El estilo es más asequible pero desde mi punto de vista extremadamente bueno, una obra muy entretenida.

En "Brooklyn Follies" el autor nos relata la vida de Nathan Glas, un jubilado que diagnosticado de un cáncer, vuelve a su barrio a morir. Tal y como el personaje afirma vuelve para: “Poner un fin silencioso para mi triste y ridícula vida”. El protagonista que tiene sesenta años, acaba de jubilarse, salir de un divorcio y que sobrelleva la sentencia del cáncer que padece, vuelve al lugar de Nueva York donde nació y la casualidad, ese demiurgo austeriano, propicia el reencuentro con un sobrino, Tom, al que había perdido de vista hace ya mucho tiempo.

El trío de personajes centrales se cierra con Harry, el librero empleador de Tom. En las vidas de los tres hay cosas importantes que han fallado. Ahora, juntos, fantasean sobre el Hotel Existencia, el refugio interior donde acude la gente cuando ya no puede vivir en el mundo real, mientras organizan sus planes y dan forma a un posible estilo de retiro.

Y de eso trata la novela, de la creación por cada individuo de su propio Hotel Existencia, un refugio que les permite huir de la realidad, pero gracias a la casualidad, que no a la causalidad, ese refugio imaginario se torna real en el barrio con el reencuentro de ese familiar y las vicisitudes que siguen a ese encuentro. 

Nos encontraremos con esos diálogos o explicaciones sintéticas, que a partir de rápidas pero precisas pinceladas literarias nos hacen descubrir las motivaciones y circunstancias de sus personajes, presentándonos fielmente un trozo extraído de la propia vida. "Brooklyn Follies" se inserta en la corriente central de la mejor narrativa de entonces, que reflejaba un período humano donde las preocupaciones ideológicas, los discursos religiosos o sociales reflejados en la novela tradicional, estaban siendo sustituidas por las emanadas de la precaria realidad de la vida, de las cambiantes relaciones entre hombres y mujeres, del desarrollo ecológico de la tierra, del terrorismo y sus consecuencias, etc.

Me pareció en el año 2006, fecha en la que se publicó en España, una novela muy recomendable, ahora la he estado hojeando y sigo pensando lo mismo. La he colocado en el montón de libros que esperan acometa su relectura y desde luego la recomiendo sin ningún género de duda.

Hasta aquí hemos llegado, tal y como prometía vuelvo el día 8 de enero, fecha en la que en mis tiempos melancólicos volvíamos los escolares al colegio tras las vacaciones de Navidad. Espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo martes, hasta ese momento cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

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