Las llamadas telefónicas de Roberto Bolaño
Soy consciente de que me repito mucho, así que supongo que ya habré
contado más de una vez que soy muy aficionado al relato corto. Es precisamente por
esa admiración que siento por ese género que hoy traigo hasta ustedes “Llamadas
telefónicas” del magnífico escritor chileno Roberto Bolaño.
El cuento es un género realmente difícil, porque aparte de
la calidad literaria del relato, exige una capacidad de síntesis y una técnica
muy exigente para crear unos personajes, una historia y un desenlace en unas
pocas páginas. Desgraciadamente es un género que a veces se considera menor pero lo que
está muy claro es que grandes literatos, como es el caso de Roberto Bolaño, se
han dedicado a él, aunque no de forma exclusiva.
A mediados del mes de julio del año 2.003, murió
prematuramente a los 50 años el escritor y poeta chileno Roberto Bolaño. Nació
en Santiago de Chile en 1.953. A los 15 años se traslada a vivir a Méjico y
comienza a trabajar como periodista, ideológicamente se convierte en trotskista
lo que no es raro en Méjico, donde como sabrán muchos de ustedes, vivió
refugiado Trotski hasta que fue asesinado por orden de Stalin por el
español Ramón Mercader.
Roberto Bolaño vivió en Méjico hasta el año 1973 en el que
vuelve a Chile, asiste al golpe de estado que derroca a Allende y comienza a
trabajar en la resistencia al golpe militar. Es detenido y tiene la suerte de
que unos amigos de la infancia, que eran policías, lo reconocen y lo liberan
permitiéndole huir y librarse como poco de una buena estancia en la cárcel. De
hecho en el libro que hoy comentamos uno de los cuentos relata esa historia,
como si se le hubiera ocurrido a otra persona.
Se instala en España, donde vive y trabaja a salto de mata
en infinidad de trabajos. Camarero, vendedor en una tienda de bisutería,
vigilante de un camping, lavaplatos etc. Subsiste como puede hasta que en los
80 empieza a ganarse la vida gracias a los premios literarios que gana. A
finales de los 90 consigue con “Los detectives salvajes” su gran éxito
literario, lo que le permite dedicarse en exclusiva a la literatura y se instala en Blanes
donde vive hasta su final, aunque fallece en el Hospital Valle Hebrón de
Barcelona.
Para muchos críticos, fue el mejor escritor latinoamericano de estos últimos tiempos, consiguió ser un autor de culto durante buena parte de su vida. Cuando, en el año 1998, ganó el Premio Rómulo Gallegos - premio importantísimo en Latinoamérica donde de hecho tiene la misma consideración que el Premio Nóbel - con su novela “Los detectives salvajes”, su obra se empezó a convertir en objeto de devoción para más de una generación.
Roberto Bolaño ha publicado en España entre otras obras de relato corto “Llamadas Telefónicas”, la obra que hoy vamos a comentar, “Putas asesinas”, “Gaucho insufrible” y las novelas “Estrella distante”, “Amuleto”, “Monsieur Pain” y su obra más clamorosamente acogida “Los Detectives Salvajes”, con el que ganó en Hispanoamérica, como ya he dicho, el Rómulo Gallegos, en España el Premio Herralde de novela y en Chile el premio del Consejo Nacional del Libro y el del Círculo de Críticos de Arte.
La obra que hoy comentamos contiene catorce relatos
agrupados en tres partes: La primera que se titula “Llamadas telefónicas” y da
nombre a la obra completa y consta de cinco relatos. La segunda que se titula “Detectives”
consta asimismo de cinco relatos y por fin la tercera que lleva por título “La
Vida de Anne Moore” y está formada por cuatro relatos.
Roberto Bolaño es un escritor muy interesante y fue asimismo
un ser humano muy curioso. Para los que hayan leído la novela “Soldados de
Salamina”, les recuerdo que en ella aparece como personaje. El vigilante del
camping, el estudiante hispanoamericano que allí se describe no es otro que
nuestro autor, que ejerció ese oficio en un camping, creo que fue en Blanes,
aunque no pueda asegurarlo como el mismo nos relata: “El oficio en el que
mejor me he desempeñado fue el de vigilante nocturno de un camping cerca de
Barcelona. Nunca nadie robó mientras yo estuve allí. Impedí algunas peleas que
hubieran podido terminar muy mal. Evité un linchamiento, aunque de buena gana,
después, hubiera linchado o estrangulado yo mismo al tipo en cuestión”.
Si analizamos el libro que comentamos por el contenido de
sus relatos, habrá que decir que el denominador común en las narraciones de
Bolaño es la soledad. Esa terrible soledad no deseada y sentida “solo o en
compañía de otros” parafraseando el lenguaje de algunas sentencias, esa soledad
en compañía que constituye una auténtica enfermedad social por desgracia muy frecuente en nuestra deshumanizada sociedad. Lo que relata Bolaño es la
soledad de unos personajes y la influencia que esta ejerce en sus vidas, en las
vidas de los protagonistas de los cuentos o relatos que pasan fugazmente por sus
páginas.
Pese a lo fugaz de su aparición, pese a lo efímero de su presencia en el espacio literario, los personajes de Bolaño se nos aparecen como
verdaderos personajes de carne y hueso, perfectamente construidos y creíbles. Unos
personajes cuya idiosincrasia o sus experiencias vitales los
condenan a la soledad.
“Llamadas Telefónicas” son doscientas cuatro páginas de buena literatura que no les va a defraudar, por el contrario el conocimiento de este autor y de su estilo narrativo pudiera llevar a muchos a leer “Nocturno de Chile” o Los Detectives Salvajes”, obra que ha sido comparada con “Cien años de soledad” por su categoría literaria. Roberto Bolaño, tiene un dominio del lenguaje extraordinario, de hecho curiosamente utiliza un castellano muy español en alguno de sus relatos, mientras en otros utiliza un español muy chileno.
El tema dominante de los cinco relatos de la primera parte
tiene que ver casi exclusivamente con la vida de los escritores, la segunda trata
del tema de la violencia física y la tercera parte se refiere a la mujer, o por mejor decir, a las mujeres.
Roberto Bolaño afirma que toda literatura es simbólica, que
hay unas pocas experiencias fundamentales y que es indiferente que un escritor para
transmitirlas recurra a lo fantástico o a lo real y a través de esos relatos él nos hace llegar ese mensaje. Por eso no
resulta extraño que en el cuento que lleva el título del libro y el denominado “Una
aventura literaria” a los personajes se los denomine con letras del abecedario.
En definitiva, les recomiendo que lean esta obra porque
entiendo que les va a resultar un agradable descubrimiento para aquellos que no
conozcan a este autor Roberto Bolaño, un gran escritor en castellano o mejor
dicho en español, con un perfecto dominio del lenguaje y del tempo de la
narración, con unos personajes duros pero reales que les van a encantar.
Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos
volvamos a encontrar por aquí el próximo jueves. Hasta entonces cuídense mucho
que el contagio acecha.
Un abrazo.
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