"Las Marismas" una magnífica novela negra del islandés Arnaldur Indridason
Hoy quiero comentarles una novela de un autor islandés que
les resultará familiar a los aficionados al género negro, me refiero a Arnaldur
Indridason autor de “Las marismas”. Arnaldur es uno de los escritores nórdicos cuyas novelas más me han gustado, con esta que hoy comento consiguió que
en Francia sus cifras de ventas sobrepasaran a las del mítico Stieg Larsson, por
lo tanto créanme cuando les digo que hoy hablamos de un autor que constituye
una auténtica realidad, un referente dentro del género negro. En nuestro país RBA ha editado
la mayoría de las novelas que firmó Indridason protagonizadas por el detective
Elendur Sveinsson, lo que desde luego confirma su calidad como novelista.
Arnaldur Indridason nació en Reikiavik en el año 1961, su
padre también fue un escritor reconocido en las letras nórdicas. Se licenció en
Historia y ha trabajado como periodista y crítico de cine, actividades que
concilia con su otra profesión: escritor de novela negra. Vive con su mujer y
sus tres hijos en la capital de Islandia.
Sus novelas policíacas han sido traducidas a doce idiomas y
se han publicado en más de veinte países. Arnaldur consiguió en el ya lejano
año 1997 su primer éxito literario con “Inocencia robada” novela en la que
presentaba al que luego sería su protagonista de referencia, el inspector
Erlendur Sveinsson. Un hombre angustiado que usa su trabajo como la herramienta
que le permite olvidar su triste realidad personal. Ha fracasado como marido y padre y además
arrastra un trauma infantil producido por los remordimientos que sufre a cuenta
de la misteriosa desaparición de su hermano pequeño; pero a pesar de todos estos
traumas es muy buen policía.
El autor ha conseguido una serie de premios importantes por
distintas novelas y con la que hoy nos ocupa consiguió en el año 2002 el premio
La Llave de Cristal a la mejor novela policíaca nórdica y se hizo en el año
2013 con el Premio RBA de Novela Policiaca con su novela "Pasaje de las
sombras”. Es por tanto otro autor reconocido por la crítica especializada y
también por los lectores que compran todas sus obras de manera muy subrayable.
El propio Arnaldur, y lo voy a tratar por el nombre, porque
curiosamente en Islandia todo el mundo se conoce por el nombre propio, decía
que el propio autor reconoce que la mayoría de los novelistas nórdicos de la
actualidad han bebido de la corriente que nació en los años 70, con las novelas
escritas a cuatro manos por Maj Sjöwall y Per Wahlöö y señalaba que como a ellos “a mí no
me interesan los crímenes, sino por qué se cometen".
Llama la atención que en un país como Islandia en el que se
producen solamente entre dos y tres asesinatos por año, un autor tenga la capacidad de
escribir novela policíaca en ese escenario y que el resultado sea creíble,
sobre todo –claro está- para los islandeses. Sobre este fenómeno el autor
decía: "Hemos tardado muchos
años en escribir sobre criminales, no hay tradición. Quizá somos mejores porque
tenemos que convencer a unos lectores que no se creen que aquí pase nada malo.
Eso nos ha dado disciplina, tenemos que buscar soluciones distintas para
convencer. Para mí la clave está en el realismo, escribo novela negra con una fuerte
carga social".
En este relato nos cuenta la investigación de un crimen que
sucede en el Reikiavik del año 2001. La policía acude a un apartamento, situado
en un barrio de la capital islandesa que se conoce como Las Marismas. La víctima
es un anciano de 69 años que ha muerto debido a un traumatismo craneal
producido por un cenicero; Erlendur Sveinsson se ocupará de la investigación, el
protagonista está acompañado por Sigurdur Oli otro de los personajes secundarios fijos en las novelas del islandés. De la víctima sólo conocen su
nombre, Holberg, el arma del crimen, un cenicero que indica que probablemente
el crimen no fue premeditado y encuentran también un mensaje que va a ser muy
importante para el desarrollo del relato.
Lo cierto es que la víctima no tiene familia, ni siquiera amigos, era un hombre solitario y comienza una investigación, que poco a poco irá enriqueciéndose con una serie de tramas que vendrán desde el pasado para ir guiando al inspector y a su equipo hasta hallar la solución al dificilísimo desafío que va a suponer encontrar a la persona que asesinó a Hollberg. Una parte muy importante en las novelas del autor es la figura de su protagonista. Arnaldur crea un personaje que desde luego dista mucho de ser un héroe, de hecho es un hombre normal y corriente, de vuelta ya de muchas cosas.
Un hombre que supone el paradigma del fracaso en sus relaciones familiares, su exmujer le odia, su hija es una drogadicta y su hijo está saliendo del tercer tratamiento de desintoxicación alcohólica, pero es un personaje muy humano capaz de comprender a sus antagonistas que son gente que ha sufrido el mismo desgarro emocional y familiar que él. Resulta sorprendente que un hombre que no es capaz de solucionar sus problemas, un hombre que huye del enfrentamiento y almacena sin solucionarlos esos problemas, sea capaz de solventar sus investigaciones profesionales.
Uno de los problemas que aborda nuestro autor de manera
reiterativa en sus obras es el de la familia. De hecho la resolución del
asesinato de Hollberg va a tener mucho que ver con una familia determinada y
con los especiales vínculos que mantienen sus miembros. Otra vez nos vamos a
enfrentar a una sociedad nórdica de la que conocemos poco, claro está que la
sociedad sueca y la islandesa pueden tener nexos comunes, pero ciertamente la
sociedad islandesa, que desciende de grupos de pequeños agricultores, ganaderos
y pescadores y que se ha transformado en una potencia pesquera, es muy distinta
a la Suecia que nos describe Mankell, por ejemplo.
Erlendur es un ser humano complejo, marcado por la geografía
y el clima de su patria y que mantiene con su ámbito social las menores
relaciones posibles, pero es un buen investigador que será capaz de ir
levantando las distintas capas que ocultan lo que sucedió. Como en casi todas
sus novelas la investigación nos llevará al pasado, al pasado próximo, pero
está claro que la historia reciente de Islandia es muy importante para su autor
que ha escrito una novela que nos facilitará muchísima información sobre la
sociedad islandesa y los hombres y mujeres que la forman y que tienen como ya
he señalado una idiosincrasia o un carácter, si se prefiere, muy peculiar.
Un estudio de su protagonista; un hombre con esa especial
dualidad, por una parte incapaz de mantener una relación matrimonial y un auténtico fracaso como padre, pero que sin embargo posee una gran capacidad psicológica y
empatía con las personas inmersas en sus investigaciones, y también un
estudio de la familia, sus relaciones, quiebras y problemas. Por resumir una
novela bien escrita, con una buena trama resuelta brillantemente por Erlendur,
pese a las dificultades inherentes a la propia investigación y a las
dificultades sobrevenidas por un asunto que tiene que ver con delitos de
carácter sexual. Recomiendo su lectura,
creo que les va a gustar
Hasta aquí hemos llegado, si Dios quiere espero que nos
volvamos a encontrar por aquí el próximo jueves. Hasta entonces cuídense mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
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