“La reina en el palacio de las corrientes de aire” La tercera novela de Stieg Larsson
La trilogía Millennium se convirtió en su momento más en un
fenómeno social que en un producto literario. Creo que la crítica profesional abandonó
la pretensión de acercarse a ella subrayando méritos o deméritos formales o
literarios; lo que resulta lógico, pues casi todos los lectores habituales
tenían ya una opinión formada sobre su valía. Cuando algo triunfa tan abrumadoramente,
casi nadie se atreve a manifestarse en contra. Estamos hablando de un autor que
se convirtió en un auténtico fenómeno de masas con más de diez millones de
ejemplares vendidos en la Comunidad Europea sólo de su segunda entrega y de la
que vendió más de doce millones de ejemplares en todo el mundo, por lo tanto
habrá que convenir que hablamos de un auténtico fenómeno de ventas y por tanto
de masas.
Una advertencia que me parece importante, si bien es cierto
que se puede acometer la lectura de “La reina en el palacio de las corrientes
de aire” sin haber leído la segunda parte de Millenium, yo no lo aconsejaría,
creo que para aquel que se inicie en la lectura de este fenómeno de la novela
negra, resultaría mejor leer la trilogía en el orden en el que fueron escritos
sus relatos. Y si les da pereza leer las tres novelas, al menos procuren leer
antes de “La reina en el palacio de las corrientes de aire” la segunda novela
de la trilogía, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”,
creo que así disfrutarán más de la lectura de la novela que hoy comentamos.
Volvemos a encontrarnos con los protagonistas de la serie,
Lisbeth Salander, una chica antisocial y vengativa, se ha convertido en el
personaje estrella de los lectores de esta serie, que ven en sus habilidades
informáticas y en sus piercings la prueba inequívoca de su pertenencia al tiempo en el que vive. Una mujer joven que ha sufrido una
auténtica persecución por parte de algunos elementos del aparato oficial sueco
y que se está vengando de los daños que le han inferido.
Nos encontraremos otra vez con Mikael Blomkvist, el protagonista de la trilogía,
aunque en esta entrega, creo que el protagonismo le es arrebatado por la propia
Salander que toma sobre su personaje el trabajo de conducir el devenir del
relato. Por aquello de las cosas del querer, esta entrega de Millenium juega un
poco más en el campo de la novela de espionaje que en el terreno por el que
discurre de manera habitual la novela negra. Los protagonistas, Salander,
Blomkvist, Armanski la hermana de Blomkvist, Erika Berger la redactora jefe de
Millenium, todos se van a enfrentar con una trama que tiene que ver con los
servicios de inteligencia suecos.
Parece que está claro que Larsson opinaba que el poder es el
enemigo. Los poderosos siempre hacen mal uso de su poder, parece que esa es la
tesis en la que está basada la serie. Se trate de empresarios, políticos, policías, jueces o fiscales, todos o casi todos, hacen mal uso del poder. En
la novela nos vamos a encontrar de lleno con la solución al problema creado por
Zalachenko, el brutal padre de Salander, que siendo miembro de los servicios de
inteligencia rusos desertó a Suecia en los viejos tiempos de la guerra fría. Esa
deserción creó una serie de disfunciones gravísimas en los servicios suecos,
enfermos en aquel tiempo de la paranoia creada por el enemigo soviético.
Ya digo que gran parte de la novela se nos va a ir en el
trabajo de descubrir una serie de círculos concéntricos que en el Servicio de
Contraespionaje Sueco, protegían la existencia de La Sección, una célula de
iniciados que eran los llamados a proteger al estado sueco de la amenaza de la
infiltración soviética. Poco a poco se irán desentrañando los distintos
misterios que han acompañado a la existencia de Zalachenko y las aberraciones
que se llevaron a cabo con su hija Lisbeth Salander para que permaneciera en el
más absoluto secreto su existencia y el papel llevado a cabo por el desertor
Creo que ya he dicho que los personajes de Larsson viven combatiendo al poder, al que culpan de toda maldad. Por otra parte hay que señalar la denuncia que se hace de manera constante sobre los agravios que sufren las mujeres en esa sociedad, estos dos cuestiones son una auténtica constante en las tres novelas del autor. Larsson nos presenta a los combatientes por la libertad, si me permiten la expresión, creando dos paradigmas.
Por una parte está el protagonista masculino, un hombre que combate
el mal desde las reglas establecidas. Un periodista de investigación que
denuncia en Millenium los abusos del poder, mediático, estatal, empresarial,
etc. y el segundo paradigma corresponde a Salander, maltratada por la sociedad por
el hecho de ser mujer y maltratada en particular a lo largo de su vida, que se convierte en una nueva vengadora, una guerrera del ciberespacio que utiliza las técnicas más
modernas para conseguir su información y que no duda en saltarse a la torera
cualquiera de las convenciones sociales o legales que le imponga la sociedad. La
mezcla de los dos forma parte del atractivo de la serie.
Creo que resulta importante señalar otra de las
características que definen a los personajes de Larsson, son seres incapaces de
sostener una relación medianamente normal, tanto en el aspecto afectivo como en
el propiamente familiar. Seres solitarios, unidos por el destino en su lucha
contra el poder, una serie de outsiders que actúan muchas veces desde la
ilegalidad para defender su forma de entender la vida. Una lucha contra los
poderosos, en el que el amor y la familia parece que ocupan un lugar muy
subsidiario entre sus intereses.
Una buena novela, aunque tengo que decir que me parece está
alargada de manera artificial, hay una serie de temas que terminan estando
demasiado exprimidos y alguna subtrama que nada tiene que ver con la trama
principal y que suena algo a postiza. De todas maneras es de las novelas que
uno quisiera leer de un tirón aunque su generosa extensión lo ponga muy difícil.
Un relato que nos va a permitir observar a una serie de personajes, unos
conocidos y otros nuevos, empeñados en una lucha entre los que detentan el
poder y hacen mal uso de este y una serie de ciudadanos a los que las
circunstancias han puesto frente a ese poder mal utilizado.
Una buena novela que juega o bebe de las fuentes de la novela
de investigación policiaca o detectivesca, la de espionaje y la novela negra,
en el más tradicional de sus sentidos. Creo que van a disfrutar con su lectura y antes de
que alguno de ustedes me pregunte cuál de las tres es la que más me gustó, se
lo digo yo ahora mismo. Para mí la mejor de las entregas es la segunda, no creo
que sea por aquello tan aristotélico de que la virtud está en el justo medio,
pero ciertamente es con la que más disfruté, ahora bien las tres son de
recomendación sin ningún lugar a dudas. Si no conocieran a Larsson y su obra, ya
saben, comiencen por aquellos “Hombres que no amaban a las mujeres” y déjense
llevar por el genio del escritor.
Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo martes. Hasta entonces cuídense mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
Comentarios
Publicar un comentario