"Si los muertos no resucitan" la novela con la que Philip Kerr ganó el III Premio Internacional de Novela Negra RBA.
Philip Kerr nació en Edimburgo en 1956, estudió en la
universidad de Birmingham y obtuvo un máster en leyes en 1980; trabajó como
redactor publicitario para diversas compañías, antes de dedicarse
definitivamente a la escritura en 1989 con “Violetas de Marzo” (March Violets),
obra con que inició una serie de tres thrillers históricos ambientados en la
Alemania nazi conocida como Berlin Noir. Vivió en Londres hasta su
fallecimiento el 23 de febrero de 2018
“Si los muertos no resucitan” como ya he dicho consta de dos partes definidas por el cambio de escenario geográfico y por el distinto espacio
temporal. La primera parte transcurre en el Berlín de 1934
momento en el que se están preparando los Juegos Olímpicos que se celebrarán en la capital alemana en el año1936. En ella nos encontraremos con
el protagonista que ha perdido su trabajo en la policía a causa de sus ideas de
izquierdas y que ahora trabaja como detective en uno de los mejores hoteles de
Berlín. La segunda parte se sitúa en 1954 en la Cuba de Batista, lugar en el que los
protagonistas se vuelven a encontrar. Kerr traza paralelismos: El fin de la
República de Weimar y la llegada de Hitler al poder y el fin de Batista y la
inminente revolución protagonizada por Fidel Castro.
Habrá que decir que a Kerr se le puede considerar un fenomenal conocedor de Alemania y sobre todo de lo que cabe definir como lo alemán, si me
permiten la expresión. De hecho nuestro autor hizo un máster de filosofía
alemana y además ha afirmado en distintas ocasiones que desde siempre se ha
interesado por el fenómeno del nazismo y su ascenso al poder.
Para estudiarlo y explicárselo a sí mismo y a los otros creó un personaje, un hombre de la calle, un policía, Bernie Gunther, que protagonizará su
trilogía negra de Berlín, trilogía compuesta por “Violetas de marzo”, “Pálido
alemán” y “Réquiem alemán” que conquistó a los lectores por el personaje, por
la trama, por su perfecta ambientación y desde luego por el profundo
conocimiento de lo que sucedió en aquellos tiempos.
Pero sorprendentemente y como ha sucedido en otras ocasiones
y con otros autores, Kerr a pesar del éxito, decidió aparcar a Gunther durante 14 años. Según manifestaba
en una entrevista "No quería quedarme encasillado. Siempre me preguntan
por qué escribo novelas negras. Me considero ante todo un escritor".
Resulta curioso ver como más de un autor decide eliminar a su personaje de éxito
por miedo a que el personaje se meriende al escritor.
Pero el éxito tiene sus exigencias y regresó al personaje
con “Unos por otros”, que se publicó en España en 2007, así que volvió a
escribir sobre su protagonista y sus temas de referencia, Alemania y el nacismo.
Afirmaba Kerr que “Es importante continuar hablando de la II Guerra Mundial y de
los crímenes nazis, para no olvidarlos nunca". Gunther es un personaje
fascinante. "Es un ciudadano alemán y patriótico, que se ve inmerso en
el horror de los nazis. Vive en el filo de la navaja para conservar sus ideas.
Lucha por sobrevivir". Y lo hace a base de ironía, sarcasmo y del
humor negro más negro que se puedan imaginar. Personalmente me recuerda a los detectives americanos descritos
por los maestros del género.
Pero no se trata simplemente de la traslación de un estereotipo, estamos
hablando de una aventura literaria de calidad. Es cierto que Gunther nos recuerda todas
las características del thriller de los años 40 –codificadas por Raymond
Chandler, Dashiell Hammett y David Goodis–, pero hay que hacer constar que está convenientemente trasladado a
otro escenario y con una idiosincrasia adecuada al Berlín en el que vive. A
través de todas sus novelas viviremos con su protagonista un mundo real, el
trabajo de documentación aparece en el texto de manera natural, el autor ha
sabido digerir el copioso trabajo de documentación y en el relato no se percibe
lo que Pierre Benoit definió como “el ruido de los libros en la biblioteca”.
Bernie Gunther, el narrador cínico, como así debe ser, no se ha acostumbrado a
la fealdad del mundo y se defiende de este fenómeno con el humor.
Una novela con un escenario perfectamente descrito por el
autor y me refiero tanto al escenario urbano como al social; la sociedad
alemana está descrita minuciosamente, el miedo empieza a apoderarse de una
sociedad que observa el crecimiento exponencial del poder nazi y los comienzos
de la persecución racista. Los personajes están bien trabajados, algunos
responden a verdaderos estereotipos, incluso en el caso del protagonista, pero
la maestría de Philip Kerr consigue enriquecerlos, creando una
serie de personajes interesantes que viven, junto con el lector, las distintas vicisitudes
que se nos van a relatar a lo largo de la narración.
El relato se mueve a un ritmo, que en algún momento parece que va a decaer, como por ejemplo a la finalización de la primera parte, pero el recurso de cerrar esa parte que transcurre en Alemania y trasladarnos mágicamente a la Cuba de 1954, reaviva el interés del lector. Una trama complicada como es normal en el género negro que se resolverá de manera sorprendente, como no podía ser de otra manera, en la última página del relato. Creo que puede recomendarse sin ningún género de dudas, una novela más de Philip Kerr y Bernie Gunter que añadir a aquella trilogía del “Berlín negro” que fue creciendo hasta llegar a la nada despreciable cifra de catorce novelas.
Hasta aquí hemos llegado, espero que animados por el descanso que les he dado y si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo jueves. Cuídense mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
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