"La sala del crimen" la última novela policiaca de la británica P.D. James
Hoy quiero comentar una novela de la archiconocida
novelista británica P. D. James, tal y como firma sus obras, o Phylllis Dorothy
James que es como realmente se llamaba esta veterana escritora, un auténtico
referente de la novela policiaca británica. “La sala del crimen” que así se
titula el relato fue la última novela que publicó allá por el año 2008 y forma
parte de una serie muy interesante
Phyllis Dorothy James nació en Oxford en el año 1920 y
falleció en la misma ciudad en el 2014. Era una abuela de aspecto muy británico,
nombrada baronesa por la Reina Isabel II y con un escaño en la Cámara de los
Lores, aunque no era una abuelita normal porque le gustaban los asesinatos,
pero no los vulgares crímenes de la vida real a ella le gustaba imaginar
homicidios sofisticados y estremecedores; en realidad lo que interesaba a James era analizar la razón por la que una persona normal, incluso
cultivada y con una vida irreprochable a sus espaldas, decidía en un momento
dado cruzar la frontera de lo ético para dar muerte a un semejante, me parece que esa era la
preocupación prioritaria de la escritora.
Nuestra novelista tenía un gran conocimiento del
procedimiento policial. Parece ser que trabajó para los servicios de seguridad
de su país y en el año 1968 comenzó a prestar sus servicios en la policía. Ese
trabajo fue el que le permitió adquirir un conocimiento muy completo de los
procedimientos policiales, lo que le permite escribir sobre las investigaciones
llevadas a cabo por Scotland Yard de una manera eficaz y verosímil.
En la novela que hoy comentamos, que como ya he dicho es la
última que escribió de las catorce que conforman la serie protagonizada por
Adam Dalgliesh, James vuelve a contar con su personaje de referencia un
investigador jefe de Scotland Yard que sorprendentemente es un gran aficionado
a la poesía, pero no sólo a su lectura, el policía es un poeta en ejercicio.
Dalgliesh dirige un equipo especialmente dedicado a los casos más complicados y
delicados a los que se enfrenta Scotland Yard.
En “La sala del crimen” la autora va a situar su relato
entorno a un museo que se encuentra en Londres. El museo Dupayne, un museo
creado por un empresario que en su momento organizó una colección con todo aquello,
pinturas, documentos, fotografías…, que tuviera que ver con la sociedad inglesa
de entreguerras. En el museo se encuentra una sala en la que se exponen una
serie de fotografías, documentos y objetos que tuvieron que ver con los
crímenes más famosos llevados a cabo precisamente en esa época. Esos crímenes
de acuerdo con la visión del fundador del museo describían como era esa
sociedad.
El problema comienza con una cuestión puramente burocrática.
El museo ha sido heredado por los tres hijos de Dupayne padre, las distintas
exposiciones están situadas en un palacete que está alquilado. La voluntad del
padre es que la continuidad del museo debía hacerse con la unánime voluntad de
sus tres herederos, pero el arriendo del museo está a punto de vencer y el
precio cambia, los tres herederos deben de estar de acuerdo con el nuevo alquiler,
pero uno de los hermanos cree que no hay razón alguna que apoye la continuidad
de ese extraño museo; por el contrario los otros dos hermanos confían en
convencerlo para que desista de su negativa.
Como intuirán ustedes en el museo se produce un crimen,
aparece uno de los hermanos muerto, me van a permitir que no dé más detalles,
si quieren les adelanto que el cadáver no aparece en la Sala del Crimen; al
producirse la muerte el investigador jefe Adam Dalgliesh se hace cargo del caso.
En esta ocasión, como no podía ser de otra manera, los sospechosos son
abundantes, gente que tiene que ver con el museo, ya por ser propietarios de
las colecciones que allí se exhiben, por trabajar en la administración, en la
dirección de este o en otros trabajos relacionados con esa institución. Esa
abundancia de sospechosos permite a la autora lucirse con una de sus habilidades.
P.D. James siempre pone un especial cuidado en la creación
de personajes. Personajes que supongo que a ustedes como a mí les van a parecer
terriblemente británicos. No en vano se considera a la autora como la heredera
de otra maestra del género policiaco, me refiero a Agatha Christie. La
habilidad de P.D. James hace que percibamos a esos personajes como reales, que
los sintamos vivos, tanto si sus actos y pensamientos nos agradan como si nos
repelen. Todos ellos ya sean los protagonistas como los secundarios están
perfectamente descritos, con una carga psicológica importante; son personajes
que aunque respondan a estereotipos lucen vivos y creíbles.
La novela está bien planteada, los capítulos son bastante
largos y la narración pasa por las conocidas fases del planteamiento, nudo y
desenlace. La autora construye una narración en la que no juega con ventaja, no
recurre como hacen algunos escritores a jugar con las cartas marcadas. Es
cierto que el policía protagonista va a ir siempre un paso por delante del
lector, pero eso forma parte consustancial del género. Al fin y a la postre
estamos hablando de un relato policiaco, en el que la investigación policial
desde el punto de vista técnico, psicológico, forense, etc., es fundamental.
P.D. James crea una trama muy compleja en la que nos plantea
una serie de cuestiones que generalmente aparecen reflejadas en sus novelas,
nos presenta el problema que tienen las mujeres para frenar la competitividad
de los hombres, nos sitúa ante la delgada línea que separa la honestidad y la
propia supervivencia y la fundamental importancia que tienen para el desarrollo
del ser humano la educación recibida y la violencia sufrida. El indudable
oficio de la autora le permite construir esa trama, con muchísimos
personajes, con una investigación cuyo desarrollo debe terminar en un tiempo
determinado aunque el oficio literario de James le permite mantener la atención del
lector de manera permanente.
La autora no es una innovadora del género policiaco, de hecho me he encontrado con comentarios de lectores e incluso de críticos que la encuadran en el género negro, no estoy de acuerdo con ellos, como habrán advertido he procurado hablar a lo largo del comentario de novela policíaca, que desde mi modesto `punto de vista es bien distinta a la novela negra. Tal como he dicho P.D. James no es una innovadora pero domina este género.
A lo largo del relato nos enfrenta a una parte de la sociedad, la de la clase dominante y lo hace con una precisión y una riqueza de matices que convierten a sus relatos en una especie de fresco de esa sociedad de la clase alta tal y como se desarrolla en la actualidad. Una buena novela de PD. James lo que ya es mucho decir, entretenida, bien escrita con un tratamiento de los personajes y del entorno que a mí me parecen extraordinarios y que no dudo van a interesar a muchos de nuestros espectadores. La recomiendo sin ningún tipo de duda, abstenerse los alérgicos a las novelas de investigación, misterio, policíacas, etc., pero a los demás estoy convencido que van a disfrutar de su lectura.
Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo sábado, hasta ese momento cuídense mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan ustedes he publicado una novela negra "Al madero no le gusta la ropa vieja" cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
Gracias Miguel, la buscaré aunque tengo la “ sala de espera” un poco congestionada. Ni siquiera la lectura se escapa de la edad!! Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por el comentario y sobre todo por la lectura de mi comentario. Me pàsa lo mismo, tengo muchos libros esperando que los lea. Un abrazo.
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