"El Aleph" una maravillosa obra del maestro Jorge Luis Borges
Hoy quiero comentarles una magnífica obra de uno de los más
preclaros autores en lengua española, Jorge Luis Borges, un autor argentino que es
un auténtico estilista de la lengua castellana y del conjunto de su obra he seleccionado
“El Aleph” un libro de relatos cortos que es una auténtica maravilla, ser capaz
de relatar una historia y dibujar sus personajes en unas pocas páginas y
obtener un resultado apetecible para el lector y aceptable para los críticos,
no es tarea fácil o menor, aunque por desgracia en España siempre se ha
considerado al relato corto como un género de segunda división,
Jorge Luis Borges nace en Buenos Aires en el año 1899 y
fallece en Ginebra en el año 1986. En su casa aprende a hablar indistintamente
en inglés y español. Con quince años se traslada junto a su familia a Europa, el viaje coincide con el comienzo de la I Guerra Mundial y los Borges se refugian
en Suiza, concretamente fijan su domicilio en la ciudad de Ginebra, lugar en el
que Borges aprende el idioma francés.
Desde muy temprano Borges decidió que quería ser escritor,
ya a los seis años le confiesa a su padre ese deseo, con ocho años escribe un
cuento, probablemente el primer cuento de Borges, que se titulaba “La visera
fatal”, basado en el Quijote. En 1919 la familia Borges viaja hasta España en
la que vivirán hasta el año 1921, en nuestro país Borges publica unos cuantos poemas y algún
manifiesto en la prensa española y mantuvo contactos con autores pertenecientes
al movimiento dadaísta.
Los Borges vuelven a Argentina y hay que señalar que aunque escribió y publicó
antes, la etapa literaria más prolífica de Borges, la más relevante
literariamente hablando es la
comprendida entre el año 1937 y el 1953, en este lapso Borges
publica “Historia de la Eternidad”, “Ficciones”, “El Aleph” y “Otras
Inquisiciones”. Borges vive atrapado en el laberinto que recurrentemente
describe y trata en sus obras, buscará incansablemente una luz que dé
significado a la vida del hombre. Lo buscará en la Biblia, en las
correspondencias entre el Génesis y la Cábala, buceará en los textos intentando
encontrar una inteligencia superior capaz de crear el orden en el desorden de la Historia
y además se ocupó durante unos cuantos años en
la fabricación de su personaje, es decir el personaje de Borges, que responde a
un cuidadísimo trabajo de definición que el propio autor cuidó
milimétricamente, creo yo que para proteger su auténtica realidad e intimidad,
a la que acompañó siempre un carácter áspero y poco amigo de compañías o
amistades.
“El Aleph” es uno de los libros más celebrados de nuestro
autor, junto con “Ficciones” ha sido aclamado a lo largo y ancho de este mundo,
ha sido traducido a todas las lenguas cultas y resulta el arquetipo de su
peculiar narrativa. Esta obra cuando la editó en Buenos Aires un
exiliado español, Gonzalo Losada, allá por el año 1.950, contaba con trece
inquietantes relatos entre los que predominaban los del género fantástico; en
1.953 se procedió a reeditar el libro y Borges añadió a esa edición cuatro
relatos nuevos, es decir “Los dos reyes y los dos laberintos” “Abenjacán el
Bojarí” “La espera” y “El hombre en el umbral”.
El propio Borges en el epílogo con el que cierra la primera edición manifiesta que “El inmortal”, que es el cuento con el comienza “El Aleph”, es el relato que a su entender considera más trabajado, un texto cuyo tema es el efecto que la inmortalidad causaría al hombre, un tema de los más ambiciosos que aborda Borges a lo largo de su obra literaria. Pero de todos los relatos que contiene esta obra, con mucho el más conocido y celebrado es “El Aleph” que da título al libro, este relato vio la luz por vez primera cuando fue publicado por nuestro escritor en el año 1945 en una revista argentina, para más tarde unirlo a los doce restantes que compusieron la primera edición de “El Aleph”
El cuento que posee un trasfondo esotérico complejo e
inquietante, es uno de los más citados por los infinitos admiradores de la obra
de Borges, en este relato además de ese contenido misterioso e inquietante destaca
la sarcástica crítica que el autor hace, personalizándola en unos protagonistas
- Carlos Argentino Daneri y Beatriz Viterbo - a una serie de personajes que vivirían en el ambiente
literario bonaerense. Los dos protagonistas responden sin duda a tipos de
personas fácilmente identificables en el entorno del autor. El título del libro
y de este relato se debe a que el aleph es la primera letra del alfabeto hebreo
y a que, según leemos en las páginas de esta obra, un Aleph es un punto que
contiene todos los puntos existentes en el universo y precisamente en casa de
Carlos Argentino se encuentra un punto de ese tipo.
Además de los dos relatos que hemos comentado, aunque todos
son magníficos, yo personalmente resaltaría el de “Biografía de Tadeo Isidoro
Cruz” un homenaje a Martín Fierro y un estudio de la existencia y la repetición
de momentos idénticos en la existencia de un mismo hombre, o quizás sea mejor
decir, la repetición de un mismo momento en la vida del protagonista.
En “La otra muerte” otro magnífico relato, Borges estudia la
posibilidad que Dios cambie lo que ya sucedió en un momento
determinado y las consecuencias de ese cambio. En “Deutsches Requiem”, un relato que le causó
problemas, pues parece que se le acusaba de cierta proclividad con el nazismo,
Borges nos explica que en nuestro mundo todos los hombres nacen aristotélicos o
platónicos, por lo que sostiene que no hay debate que haya sido, que sea o vaya
a ser a través de los siglos que no sea el primigenio y único debate, la única
polémica existente es la que hubo en su momento entre Aristóteles y Platón.
La verdad es que Borges fue un hombre atormentado y, me van
a permitir que lo diga, algo retorcido, Quedó ciego y eso para un lector, un
estudioso y un escritor fue una auténtica condena, se le negó el Nóbel, sufrió la
incomprensión de muchos y de hecho el reconocimiento internacional no le llega
hasta cuando, ya sexagenario, recibe el Premio Formentor en el año 1961, luego
será nombrado comendador por el gobierno italiano y a partir de ese momento
recibirá innumerables premios internacionales.
No duden en acometer la lectura de “El Aleph”, los relatos
son muy buenos, algunos de ellos esotéricos, todos o casi todos muy inquietantes. El
contenido de sus páginas nos hace reflexionar sobre el sentido de nuestra vida,
sobre el viaje por el laberinto que constituye nuestra existencia, por esa
sucesión de momentos que no tienen otro fin que transportarnos a ese momento
culminante, al instante único en el que
por fin lo vamos a entender todo, incluso aquello tan viejo y socorrido – y lo
digo sin sarcasmo –de quiénes somos, adonde vamos y de dónde venimos.
Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
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