"El tiempo escondido". Una curiosa novela policiaca de Joaquín M Barrero.
El pasado jueves publiqué un comentario sobre una novela de
César Vidal en la que el autor dejaba bien clara su mala opinión sobre la Masonería; a Vidal no le importó jamás lo que pudieran opinar los demás sobre lo que pensaba
y escribía; en el texto del comentario advertía que sobre la Masonería el autor arrimaba claramente el ascua
a su sardina. Pero después de publicado el texto sobre la novela de
César Vidal me vino a la cabeza una obra de Joaquín M Barrero,” El tiempo
escondido”, que comenté en su momento, en
la que el autor dejaba ver claramente sus simpatías ideológicas pero que al contrario de
César Vidal se empeñaba en presentarse como perfectamente neutral.
Esta circunstancia y otras que acompañan a la publicación de
esta obra me decidieron a escribir el comentario que hoy van a leer y todavía
me quedará en la recámara otro tipo de autor, el que defiende su simpatía por
la izquierda ideológica y que como Vidal no disimula ni trata de esconder esa
circunstancia. Así que tendremos un autor de la derecha y de la izquierda que muestran sus simpatías sin disimulo alguno y otro, el de hoy, al que parece que se le hace
cuesta arriba mostrar sus afinidades con el anarquismo.
Ahora vamos a lo que vamos, como ya he dicho “El tiempo
escondido” se debe a la vena creativa de Joaquín M. Barrero. De familia
asturiana pero nacido en Madrid durante la Guerra Civil Joaquín Barrero es
analista químico, fue emigrante en Venezuela antes de dedicarse de lleno al
mundo empresarial vinculado a una actividad internacional que le ha llevado a
viajar por gran parte de Europa, América del Norte, Iberoamérica y Oriente
Medio.
Esta es la primera novela de un autor novel - nada nuevo
bajo el sol, dirá alguno - pero lo que resulta sorprendente es que el autor tenga
ya 70 años, pues habrá que reconocer que no sucede todos los días que una
persona de esa edad escriba su primera novela, consiga publicarla y lo haga con el éxito que alcanzó con esta, pues su primera edición se llevó a cabo en septiembre del
2005 y antes de finalizar el año ya iba por la tercera edición. De hecho Barrero escribió una serie protagonizada por el
detective privado Corazón Rodríguez compuesta por cinco novelas con las que
consiguió vender más de trescientos mil ejemplares, lo que no es moco de pavo.
Este relato podría confundirse con una novela policíaca en la
que un detective privado investigará dos muertes violentas, por encargo de un
cliente. Y lo cierto es que precisamente eso es lo que en principio se relata en esta
obra, pero lejos de quedarse en un relato detectivesco, la obra de Joaquín Barrero
trasciende de la propia investigación para poner ante nuestros ojos un panorama
sociológico muy amplio. Recorreremos de la mano de nuestro autor un paisaje
histórico que nos llevará desde Asturias, a la guerra de África, la revolución
del 34 contra la II República, la Guerra Civil, la posguerra, el maquis y un
largo etcétera de paisajes y momentos históricos que nos van a interesar.
El propio autor define su novela afirmando: “No soy un
revisionista que pretenda tomar posición sobre la Guerra Civil. Es una historia
de personajes que viven en esa época, que roza la guerra de Cuba, la propia guerra
civil o el crecimiento de los barrios del extrarradio de Madrid. Hay que
excluir la carga política, trata de personajes, de sentimientos y de opiniones.
El detective va a ser nuestros ojos y nuestra voz pero no tiene opiniones,
descubre las opiniones de los demás”
Claro que Joaquín Barrero a pesar de esa afirmación de
neutralidad en lo que se refiere a la carga política de su novela, no resulta
muy convincente. En su trabajo de creación de personajes está muy claro el
mensaje, nos presenta el autor una sociedad en la que se enfrentan por una
parte, unos hombres y mujeres, anarquistas intachables, de una honradez y de
una calidad intelectual muy por encima de sus posibilidades reales, y por otra unos hombres y mujeres de derechas, todos ellos turbios, oscuros, con todos los
defectos que no tienen los personajes de izquierdas.
Y por mucho que presuma de neutralidad Joaquín Barrero eso, estadísticamente
hablando no es posible. Cierto es que el protagonista, un detective privado, ya
de vuelta de muchas cosas, es perfectamente apolítico, pero eso no quiere decir
que el mensaje del autor no quede meridianamente claro, está del lado de las
izquierdas pero
esta afección política por la izquierda en general y el movimiento anarquista
en particular perjudica la credibilidad de sus personajes, que siendo de
izquierdas o de derechas arrastrarían en la vida real la pesada carga de la
condición humana con sus defectos y virtudes.
La novela es muy interesante, nuestro autor ha decidido que
en los capítulos impares se trate del presente, es decir la investigación que
lleva a cabo el detective Corazón Rodríguez que se sitúa entre el 6 de marzo
de 1998 y finaliza el 10 de junio del mismo año, mientras que en los capítulos
pares relata la historia o por mejor decir las historias que han protagonizado
los distintos personajes en un ejercicio de flash back , que nos llevará a las fechas
cercanas a la guerra de Cuba, al Marruecos de las guerras coloniales, a la
Asturias de la huelga revolucionaria del 1934, a nuestra Guerra Civil y a la
durísima posguerra que viviremos en distintos escenarios geográficos hasta que
las historias que se relatan lleguen a convertirse en una sola.
Para ello nos enfrenta a unos hechos que ponen en
marcha la historia, en la iglesia de una aldea apartada del occidente montañoso
de Asturias se descubren los restos de dos hombres que desaparecieron sesenta
años atrás, en los tiempos del maquis, dos hombres de dinero y pertenecientes
ambos al bando de los vencedores de la guerra civil. El hijo de una de
las víctimas decide contratar a un detective privado para que averigüe quién
fue el asesino. El detective, al que los avatares de su propia existencia han
convertido en un escéptico, va adentrándose en una trama apasionante,
rescatando de ese tiempo escondido, que da nombre a la novela, las vivencias de unos personajes inolvidables
que enlazan la última batalla de la guerra de Cuba con el final del siglo XX.
Una mujer es el centro del misterio y tiene todas las
respuestas, una mujer, una Xana como se la define en la propia novela, es decir
un hada, un personaje de la mitología asturiana es la que centra todo el relato. La
existencia de esa mujer, sus vicisitudes, su matrimonio, su forma de vivir,
los amores que suscitó, es lo que nos va a llevar a través de una multitud de
escenarios y acontecimientos históricos, hasta que por fin Corazón Rodríguez,
el detective, consiga desentrañar el misterio y dé solución a ese misterio que
ha durado tantos años.
Un relato con carga política pero tal y como sucedía con la obra de César Vidal, pero les puedo asegurar es que es una novela que personalmente me pareció un buen relato,
sobre todo si tenemos en cuenta su condición de primera obra. Personalmente
creo que merece la pena leerla, háganlo y estoy seguro de que pasarán unos
momentos muy agradables.
Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos
volvamos a encontrar por aquí el próximo martes. Hasta entonces cuídense mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
Comentarios
Publicar un comentario