“La fortaleza de la soledad” la mejor novela de Jonathan Lethem.
Jonathan Lethem es un autor americano muy conocido por las
obras de ciencia ficción y fantasía que ha publicado,
género que como ustedes sabrán está considerado por algunos, o quizás sería
mejor decir por muchos como menor. Aunque cabe decir que Jonathan Lethem es de
los pocos escritores de literatura de ciencia ficción que tienen el mérito y
también porque no decirlo la suerte de ser publicados en España fuera del
circuito cerrado de las colecciones especializadas de ese tipo. Su
personalísimo estilo y su capacidad para hacer sentir como reales e incluso
como cotidianas situaciones realmente asombrosas hacen que muchos lectores lo
tomen como lo que es un buenísimo escritor, se dedique al género que se
dedique.
Tras la publicación en el año 2003 de la novela “La fortaleza de la soledad” que poco o nada tiene que ver con la ciencia-ficción y el magnífico recibimiento que le hicieron los lectores, se convirtió en uno de los grandes escritores estadounidenses que consiguió que su obra trascendiera fuera del propio mercado americano y por eso traigo hasta aquí esta novela que fue la que le llevó al éxito y reconocimiento internacional.
“La fortaleza de la soledad” es una gran novela pero habrá
que añadir que también fue en el momento de su publicación su gran novela, una
obra que tuvo como precedente a “Huérfanos de Brooklyn” que resultó
galardonada con el Premio Nacional de la Crítica, el Premio Salon Book y fue proclamada
como novela del año1999 por la revista Esquire
El estilo de nuestro autor puede sorprender a algunos, es un
estilo directo, muy americano diría yo, cayendo de plano en la injusticia de las
generalizaciones, pero en el que se hace notar la profunda influencia que han
tenido los comics en la vida real del autor. Influencia que relata en la novela
refiriéndola a su protagonista, pero que también se percibe claramente en el
modelo de relato que nos propone que está a medio camino entre una crónica
social y el cómic de superhéroes.
En “La fortaleza de la soledad” hay sin duda un gran
componente autobiográfico, Lethem nació en Brooklyn muy cerca de donde sitúa
geográficamente su relato. En ese barrio transcurrió la infancia del
autor y discurre también la del protagonista de la novela. Su padre y el de Dylan, su personaje
principal fueron pintores, el autor, adolescente, se sintió atraído por la
pintura aunque pronto la abandonó por la escritura. Es un amante apasionado de la
música lo que se percibe claramente en su novela en la que se duele de su
incapacidad musical y el misterio que para él entraña la música; pero no puede escribir
ni una sola palabra sin acompañarse de un disco, especialmente los de Tom Waits del que es un declarado admirador.
Habría que decir que la “Fortaleza de la soledad” es una
obra que se puede leer desde dos niveles distintos, por una parte encontramos
el relato de la vida desde la infancia hasta la edad adulta de Dylan Ebdus y
Mingus Rude, dos amigos de razas distintas cuya niñez y adolescencia discurren
en el duro ambiente del Brooklyn de 1970; y por el otro, es una de
las más originales historias de superhéroes que se han escrito, ya sea en el
cómic o en la literatura.
Los dos niños crecen en la década de los 70 a dos puertas de
distancia. Residen en destartaladas casas unifamiliares de Boerum Hill, por
aquellos años una zona deprimida de Brooklyn poblada fundamentalmente por
negros e hispanos que una serie de blancos intentaban “recolonizar". El
personaje de Dylan se inspira en la propia experiencia del autor y refleja el
acoso sistemático que soportó durante su infancia y adolescencia debido a su
condición de blanco en un barrio de negros. Los dos niños viven en la misma
calle, asisten a la misma escuela pública, pero no en la misma aula pues están
separados por un curso escolar y padecen idéntica situación personal: han sido
abandonados por sus madres y sus respectivos padres viven encerrados en sus
hogares y sólo les separa el color de la piel.
En la primera parte se desarrolla lo que podríamos llamar la
parte “real” de la historia que está narrada con maestría y a través de los
ojos de Dylan y su amigo Mingus, aunque éste en esta parte aparece un poco como en
segundo plano, los lectores asistirán a la vida y las historias de un barrio
situado a medio camino entre la miseria de los guetos de las ciudades
norteamericanas y la falsa burguesía que pretendían implantar en él los
intelectuales progresistas que se trasladaron a vivir allí a finales de los años
sesenta con la intención de rehabilitar dicho lugar.
Dylan es hijo de una de esas familias de intelectuales
blancos que se trasladaron a vivir en Brooklyn en aquella época y en un
ambiente tan hostil su única vía de escape serán sus amigos negros y los cómics
de superhéroes. En un momento determinado de esa primera parte comienza la
parte fantástica de la novela, cuando los dos protagonistas reciben de un vagabundo
un anillo que les conferirá poderes mágicos propios de los superhéroes que
tanto conocen a través de las lecturas de las revistas de comics a las que son
muy aficionados ambos. Los dos amigos, influenciados por sus aficiones, se
convertirán en superhéroes en su tiempo libre, hecho éste que les ayudará a
evadirse, aunque sólo sea durante los minutos que llevan el anillo, de esa
cruel selva urbana donde viven.
La segunda parte de la novela constituye una narración que
si no es independiente del relato sí cabría afirmar, que se inserta en ella y
abandonando la vida de los protagonistas nos relata la carrera musical del
padre de Mingus. Creador del grupo “The Distinctions”, que alcanzó un enorme
éxito a comienzos de los setenta, pero que fue rápidamente olvidado debido al
cambio en los gustos musicales que se produjeron en los años ochenta y se
cuenta a través de un reportaje ficticio que se supone escribe nuestro
protagonista, que por otra parte va a terminar ejerciendo profesionalmente de crítico musical.
La última parte se centra en la vida adulta de los
protagonistas, y está contada en primera persona por el protagonista. Mingus
terminará sus días en la cárcel, víctima de la droga y Dylan a pesar de que
ha conseguido salir adelante como crítico musical, vive igualmente prisionero
de los fantasmas de su infancia. La dinámica del desarrollo en el barrio de
Dylan y Angus es casi siempre la misma: el niño del guetto pasa de sujetar una
pelota entre las manos, a tener un cigarrillo, de ahí a fumar hierba y cocaína
para terminar sosteniendo una pistola.
En la novela, llena de referentes a la cultura de los años
70 y 80 del pasado siglo, se plantearán las relaciones entre negros y blancos,
sus diferencias incluso para drogarse: los primeros, crack; los segundos,
heroína, y se mostrará una Nueva York aún con bandas callejeras, extorsionadores
y otros elementos asociales. Hay que decir que Jonathan Lethem ha conseguido
escribir una magnífica novela, distinta y original. En su texto se adivina con
claridad la necesidad que tenía el autor de escribir sobre su infancia y su
barrio, donde por cierto volvió a establecerse tras pasar, como Dylan,
varios años en California.
Una buena novela que no dudo en recomendar, distinta como ya
he señalado, original para mí, extraña para otros, pero muy bien escrita y
llena de información sobre un tiempo pasado, los 70, con su música y sus
superhéroes – sean éstos los que sean - que entonces y ahora nos entretienen y
consuelan ¡qué sería de nosotros sin los superhéroes!
Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere nos volvamos a encontrar por aquí el próximo jueves. Hasta entonces cuídense mucho.
Un abrazo.
Como probablemente sepan la mayoría de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!
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